Festival de teatro para bebes, la innovadora propuesta del espacio cultural “Nueve 90”

Las vacaciones de invierno, época en que las escuelas, jardines y maternales cierran sus puertas por al menos dos semanas, suelen ser un desafío para madres y padres a la hora de velar por el entretenimiento de sus hijos, que tienen mucho tiempo libre para jugar y divertirse, por lo que demandan una mayor atención. 

Por suerte Tandil es un lugar donde las actividades culturales y de esparcimiento abundan, pero hay un pequeño sector de la población que muchas veces no tiene opciones, ya que se considera que por su corta edad aún están en la casa, contenidos y sin salir al exterior. 

Se trata de los bebes y niños de hasta tres años, quienes también podrán disfrutar del receso invernal, saliendo junto con sus padres a ver lo que tiene para ofrecer el espacio cultural “Nueve90”, coordinado por Josefina Equiza, Julieta Rabitti y Julia Braggio, tres amantes de las artes escénicas, que organizan la segunda edición del Festival de Teatro para Bebes, un ciclo que consta de algunas obras orientadas a estimular los sentidos de los más chicos. 

Estimular lo sensitivo

El Eco de Tandil dialogó con su trío gestor, quienes, entre otras cosas, explicaron cómo es la dinámica de trabajar para un público tan especial, y repasaron las diferentes actividades que llevan a cabo en el centro cultural. 

En primer lugar contaron que esta segunda edición del ciclo de teatro para bebes se hace en conjunto con el festival “Barullo”,  otra iniciativa que está orientada para niños, pero de todas las edades. En esta línea, hasta el miércoles 26, la grilla tendrá funciones para bebes a las 15, y aptas para todo público a las 17.

Respecto de las primeras, expresaron que sienten que es una propuesta novedosa, “porque creemos que no hay muchos opciones pensadas sobre todo para las madres y las familias que están en esa etapa de la vida, con un bebe que está creciendo y necesita también estimular su imaginación y creatividad”, refirieron.

Señalaron a su vez que por lo general es un público que no está contemplado dentro de la oferta teatral, pero que también se merece conocer esta rama artística, a la que los acercan a partir de la estimulación de los sentidos, en un encuentro interactivo donde por momentos se sumergen en la lectura, las narraciones y las canciones.

“Ellos juegan con los artistas junto con las madres y los padres, está buenísimo porque hay algo en el niño que es muy genuino y espontáneo. Entonces es maravilloso ver las caritas de felicidad que ponen en el desarrollo del encuentro, y como se sorprenden de todo”, indicaron.

Por otro lado, en un mundo reinado por la tecnología, donde los infantes viven el entretenimiento a través de una pantalla trasladarles las sensaciones de observar algo en directo, y muchas veces por primera vez, es todo un desafío.

“Es muy lindo ver como gozan del vivo, porque por ahí a los celulares, consolas y demás están más acostumbrados, pero esto es otra experiencia, la experiencia del teatro es única e irrepetible. Un momento en que el actor o actriz se entrelaza con el público en ese instante efímero que ya sucedió y ya está, no se puede repetir”, expresaron.

El lugar y sus actividades

En cuanto “Nueve90”, contaron que es un espacio autogestivo coordinado por las tres, que además de ofrecer obras y talleres de teatro, este año ha incursionado también en la danza, con un completo equipo de talleristas en el que la gran mayoría son egresados de la Facultad de Arte de la ciudad. 

“Tratamos de hacer funciones con elencos de acá y de la zona, en el que la mayoría de las propuestas sean a la gorra, eso es importante porque nuestra idea es que toda la comunidad tengan acceso a la cultura, así que de esta forma, el que tiene nos da una mano, y el que no puede disfrutar igual de lo que tenemos para ofrecer”, relataron. 

En lo respectivos a los talleres, la variada cartilla incluye “Movimiento Expresivo”, “Consciencia Corporal”, “Ritmos para el Disfrute” y opciones de teatro para todas las edades. “Y este año agregamos la parte de danza, con folklore, tango, y milongas los días martes”, sostuvieron.

Rabitti, Equiza y Braggio, adquirieron hace algunos años la casa donde hoy se encuentra el espacio cultural, en un estado vulnerable y con la necesidad de numerosas reparaciones, y a partir del esfuerzo y la labor colaborativa, lograron ponerla de pie y decorarla para que hoy la puedan transitar los grandes y los chicos. 

A pesar de lo difícil que es mantener un lugar y trabajar hoy en día en el ámbito de la cultura independiente, “nos encanta, porque creemos mucho en la capacidad transformadora del arte y entendemos que el camino es por acá”.

Por último, en referencia a la importancia de la existencia de estos espacios autogestionados y al papel que cumplen los municipios en la asistencia al desarrollo cultural de las distintas localidades, aseguraron que nunca recibieron ningún aporte estatal, y que lo logrado es en base a su esfuerzo, aunque opinaron que sería vital que hubiera líneas de apoyo que ayudaran a progresar a los diferentes centros culturales. 

“Es fundamental que se le dé al arte la relevancia que merece, entendemos que a veces para el Municipio hay otra prioridades, pero necesitamos repensar nuestro lugar en la sociedad, siempre con una mirada amorosa, artística y transformadora, que nos incluya a todos”, finalizaron.

Para consultar la grilla de funciones y las demás actividades del espacio, los interesados pueden acercarse, o buscarlo en las redes como 990.espaciocultural.