Fernando Santomil, el médico tandilense que busca democratizar el uso de la robótica

Fernando Santomil cambió su carrera como futbolista de San José en la Liga Tandilense para convertirse, luego de un largo recorrido, en una eminencia en la aplicación de la robótica en la medicina tradicional. Con una residencia de más de una década en Mar del Plata en la actualidad se convirtió en el Jefe del sector de Oncología, Laparoscopia y Robótica del Hospital Privado de la Comunidad. Desde la localidad balnearia, el médico dialogó con el ciclo radial “Último Bondi” (104.1 Tandil FM y Eco TV) y contó su experiencia y la importancia de la aplicación tecnológica en los procesos clínicos.

“Hay que entender inteligencia artificial, realidad virtual, realidad virtual inmersiva y finalmente robótica”, comenzó explicando Santomil sobre su experiencia con los avances de la tecnología en los procesos médicos. En ese sentido comentó que la robótica además de facilitar procesos, tiene un rol destacado en los tratamientos de máxima precisión ya que permite ver los órganos a intervenir en 3D y alta definición. 

No hay que olvidar que el proceso evolutivo habla de un cirujano que comenzó operando a través de un bisturí ingresando a la cavidad que sea con sus dos manos, unas lentes y una fuente de luz. Luego evolucionó hacia una cirugía de mínima invasión en la década del '90, donde a través de cámaras y de pinzas de trabajos externos, se ingresa a la cavidad logrando menos incisiones. En la actualidad, la robótica es una opción de avanzada ya que incorpora 3D y alta definición.

En el caso de la plataforma que usa el tandilense Santomil en el Hospital Privado de la Comunidad se incorpora un sistema de feedback y de educación continua: “Nosotros al acceder al sistema de robótica también estamos conectados a una red y nos van permanentemente monitoreando y a través de simulaciones ven cómo mejoramos día a día esa cirugía en los pacientes”. 

Como cada novedad, y más cuando se trata de la salud, los pacientes tienen ciertos reparos a la hora de adoptar estos tratamientos. “Acá el inconveniente es la accesibilidad. Está bien que uno le tiene temor a lo desconocido, pero en la medida que la robótica se va incorporando a la salud, la gente va preguntando y va accediendo, creo que es el futuro”, aseguró el doctor.

La historia de la robótica en la medicina comenzó a finales de la década del 90, cuando una plataforma denominada "Da Vinci" monopolizó las patentes y no permitió que otras plataformas de robots pudieran ingresar a la salud. A partir de 2019, al caerse la Ley de patentes, empezaron a aparecer plataformas de India y China. Hasta el año 2019 solo el 2% de las instituciones en el mundo tenían robótica, por eso es que hay un desconocimiento sobre el tema.

"En América Latina y en Argentina tenemos la primer plataforma de la Comunidad Europea que no es "DaVinci". Así que nosotros estamos muy contentos porque nos representa, en nuestro esquema de formación, una plataforma absolutamente amigable, que permite instalar al robot dentro de un quirófano normal", explicó Santomil y luego comentó que desde principio de año hay una adhesión importante por parte de los pacientes. 

Democratizar la robótica

Con la implementación de los avances tecnológicos en la medicina, el próximo desafío que tendrán que afrontar los profesionales será el de democratizar el concepto para que la gente pueda acceder sin mayores dificultades. En ese sentido, al tratarse del primer modelo en Argentina, necesariamente se genera una forma de implementar robótica que está relacionada con un esquema de accesibilidad para los planes de salud que tienen que en el Hospital Privado de Comunidad.

“Tenemos más de 22.000 planes de salud y la idea es llegar fundamentalmente a esos planes nuestros y por supuesto después a toda la gente que tenga indicación de usar esta robótica”, afirmó el especialista en la materia sobre su deseo de hacer llegar este método que lograron incorporar. 

Al mismo tiempo, Santomil explicó que uno de los objetivos de esta herramienta es aportar seguridad en los procedimientos, por esa razón hay capacitaciones constantes. Señaló que hay entrenamientos para todos los grupos de especialistas: el primero fue el urológico, luego el de coloproctología, más tarde los de hígado y vías biliares páncreas, el de tórax, el de cirugía bariátrica y por último el grupo de cirugía onco ginecológica.  

“Queremos lograr que los pacientes tengan cirugía de precisión, que tengan la menor cantidad de complicaciones intra operatorias posibles y que la recuperación funcional y en calidad de vida sea realmente superadora, de tal manera que los pacientes comprendan que la robótica es una opción absoluta absolutamente real”, concluyó respecto al tema.

En ese proceso de democratización, hay que dejar en claro que cada vez que aparece una tecnología nueva es razonable que los financiadores en salud no le tengan la confianza suficiente como para cubrir esas prácticas. Es por esa razón que hoy en día se presenta como una dificultad que una prepaga esté dispuesta a afrontar los costos de la cirugía robótica. 

Esto dispara la necesidad de trazar una estrategia distinta: “En nuestro modelo, el Adicional está literalmente relacionado con el uso de su propio instrumental descartable que tiene la robótica. Nosotros lo que procuramos hacer es que el financiador cubra el mayor porcentaje de la cirugía laparoscópica y nosotros, al ofrecer mayor precisión y más seguridad para el paciente con robótica, que el paciente tenga que afrontar algún costo adicional razonable”, explicó Santomil.

Por último, el doctor comentó que en estos momentos atienden a un tercio de la población de Mar del Plata, pero que también se extienden a Balcarce, Necochea, Tres Arroyos y Tandil. Siendo esta última locación un caso particular para el especialista: “En este momento, que soy el Presidente, quiero de alguna manera poder ofrecerle a Tandil que puedan acceder a nuestra institución. Tengo una deuda con Tandil y realmente quisiera que conozcan esta institución tan bonita de 60 años”, culminó.