Feria Mercantil: gran convocatoria y muchas ofertas

Con gran convocatoria de público comenzó una nueva edición de la Feria Mercantil, que como es tradición cada Semana Santa, se instaló en el predio ubicado en Darragueira y Cuba, pleno corazón de Villa Aguirre.

Tras abrir sus puertas el pasado jueves, durante la jornada de ayer los visitantes locales y turistas empezaron a llegar desde temprano con el fin de recorrer con mayor comodidad los más de 200 stands con ofertas en indumentaria, perfumería, bazar, juguetería, electrónica y otros rubros.

La Feria, que se extenderá hasta el próximo domingo 9, cuenta además con un parque de diversiones para los más chicos y dos patios de comidas y food trucks en donde el público puede degustar no sólo una gran variedad de sándwiches, platos al paso, helados y dulces, sino también puestos de comida tradicional peruana como pollo broaster y anticuchos.

“Casi hemos colmado el predio,  ha sido justo. Como es de público conocimiento la Feria creció, y cada año le vamos poniendo más empeño, más experiencia y  por lo tanto estoy muy contento porque es lo que me gusta hacer”, expresó Feliciano Paredes Quispe, responsable de la Feria.

El organizador estuvo personalmente colaborando en el armado de los puestos, ayudando a ubicar en orden a cada exhibidor con el fin de que los pasillos cuenten con una disposición cómoda para los visitantes.

Paredes Quispe agregó que esperan una gran cantidad de visitantes durante todo el fin de semana.  “Ya empiezan a venir de diferentes partes del país, y Tandil es una ciudad muy turística”, destacó. 

Como cada año, la llegada de la Feria Mercantil tiene un gran efecto también en todo el barrio. Por el intenso movimiento de personas muchos vecinos de la zona aprovecharon para convertir los frentes de sus viviendas en pequeños puestos en los que ofrecieron desde agua caliente y productos de almacén hasta ropa usada, muebles y estacionamiento.

Las ofertas de la feria

“Cada expositor tiene sus ofertas. Hay saldos y hay mercadería cara. Depende del público que elige”, sostuvo Paredes Quispe en relación a lo más elegido por el público en la Feria Mercantil, la diversidad de ofertas en indumentaria. 

“Venimos muy bien, trabajando y a full, con mucho turismo”, expresó Nancy, una de las exhibidoras que montó en el lugar su puesto de ropa. La feriante, de trayectoria en el rubro agregó que lo más elegido por los visitantes es la ropa de invierno, en particular camperas. 

“Nos manejamos con muy buen precio y con buena mercadería, tenemos  camperas desde los 8 mil pesos hasta los 17 mil de acuerdo a la calidad”, señaló. 

En el mismo sentido se manifestaron Jonatan y Daniel, dos de los puesteros también dedicados a la indumentaria. “Primer día de feria y fue un éxito la verdad, estamos trabajando perfecto y esperamos que siga así”, expresaron. 

Entre otras ofertas, el público puede encontrar rompe vientos o pantalones de tipo jogging por 2500 pesos, remeras a partir de los 1500 pesos, pantalones de jean a partir de 4 mil pesos, medias tubo de toalla por 1200 y soquetes por 1300 pesos la docena. 

Pero además de indumentaria, los visitantes de la Feria Mercantil pueden recorrer los distintos stands y conseguir un par de anteojos por 1000 pesos, perfumes a partir de 4 mil pesos y toallones por 2500. 

También distintas opciones en juguetería , artículos de electrónica, ollas, sartenes y productos de bazar. “Acá está el vaso para el vermouth que andaba buscando el caballero”, se escuchó decir a uno de los puesteros que al igual que muchos de sus colegas, hace de sus particulares promociones otro de los atractivos del paseo.

Los rebusques del barrio

Desde temprano a la mañana la calle Darragueira y sus alrededores comenzaron a llenarse de gente. Pese a que la Feria recién abría, alrededor de las 10 ya resultaba difícil encontrar estacionamiento.

Por el intenso movimiento de personas, los vecinos de Villa Aguirre aprovecharon la oportunidad para generar su propios rebusques.

“Vamos a estar acá lo que dure la Feria, hasta el domingo por lo menos, aprovechando que pasa mucha gente”, señaló una vecina quien junto a su familia abrió la ventana a la calle de su casa para ofrecer roscas de Pascua, agua caliente, pastelitos y otros productos.

Hubo también, entre los vecinos que cuentan con garage o patio al frente, quienes montaron pequeños estacionamientos. “Cuido moto” o “Cuido auto”, fueron algunos de los carteles que improvisaron a los fines de atraer clientela.

A su vez otros colocaron percheros y mantas en los cuales pusieron a la venta ropa usada al estilo feria americana. Mientras que hubo quienes llegaron a utilizar los frentes de los hogares como verdaderas vidrieras exhibidoras de diferentes productos. En ese sentido un vecino colocó en la puerta de su casa sillones, sillas y distintos muebles de madera que él mismo elaboró. En los casos más extremos, otros vecinos ofrecían, a colaboración, el uso del baño.