Seguridad vial
Familiar de una víctima de la inseguridad vial de la 226 reclamó “ponerse serios” y planificar a largo plazo
“Me parece que hay que ser serios y hacer algo que dure para 30 ó 40 años”, consideró Norma Romero, suegra de un ciclista embestido hace 6 meses. Tras contar el drama que vive la familia, elogió la “voluntad política” de otros municipios para solucionar la movilidad en la traza nacional. “¿Acá tiene que haber fatalidades para que alguien se ponga las pilas y empiece a gestionar cosas?”, cuestionó.
Hoy se cumplen seis meses de un accidente ocurrido en el kilómetro 171 de la Ruta Nacional 226, cuando un ciclista fue embestido por alcance por un camión. Ambos involucrados circulaban en sentido Azul-Tandil, y la víctima regresaba de su trabajo en la empresa Bulonfer, hacia su domicilio en la zona de Villa Aguirre. El trayecto lo hacía a diario, ya que era el único medio de comunicación para llegar y volver de su empleo.
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La suegra de la víctima, Norma Romero, se sumó al reclamo de Estrellas Amarillas, que aguarda para esta semana la llegada de técnicos de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte del Ministerio de Transporte de la Nación, para evaluar la dinámica de la traza desde El Paraíso hasta la rotonda del cruce con la Ruta Provincial 30.
En diálogo con La Tarde de El Eco (104.1 Tandil FM), la vecina contó que hoy “se cumplen 6 meses del accidente que sufrió mi yerno”, ocurrido el lunes 10 de abril, y repasó que la víctima “trabajaba, porque ya hace 6 meses que se está recuperando, en Bulonfer y vive en Villa Aguirre. El trayecto que él siempre tiene que hacer es por la ruta, porque no hay otra movilidad, no hay otra forma” de llegar a la planta ubicada en el Área Industrial de Tandil.
Sobre el accidente, recordó que el hombre de 38 años “venía en bicicleta por la ruta”, cuando lo chocaron frente a Pajin Maquinarias”. Precisó que el lugar del hecho fue “después de la salida de la rotonda del triángulo, donde hay una bajada leve. Él venía por ese sector y a 200 metros de la rotonda, un camión lo embistió de atrás”.
El ciclista fue asistido por el SAME que lo trasladó al shockroom del Hospital Santamarina y quedó internado en la Unidad de Terapia Intensiva, con asistencia mecánica respiratoria. El primer diagnóstico indicó que sufrió traumatismo de cráneo grave y contusión pulmonar.
La vida cambió “totalmente”
Al ser consultada por las consecuencias en la salud de su yerno, Norma Romero confirmó que padece graves secuelas y describió que “estuvo 15 días en coma farmacológico en terapia intensiva, porque él sufrió múltiples fracturas de cráneo. Le hicieron RCP en el momento del accidente porque no estaba respirando; después llegó la ambulancia, lo trasladaron y todo, pero estuvo un mes y medio internado, además de lo de UTI (Unidad de Terapia Intensiva), y después le dieron internación domiciliaria”.
Al dar cuenta de las consecuencias padecidas por la víctima, agregó que continúa con atención en su domicilio y “sigue con psiquiatra, neuropsicólogos”. Ratificó que le cambió la vida “totalmente”, ya que “él deja de trabajar a las 4 y 4.10 tiene el accidente, y es otra vida. Hace 6 meses que estamos viviendo una vida totalmente diferente”.
Explicó que “toda la familia se vio afectada, porque mi hija está sola con la nena (la pequeña hija de ambos); la ART la verdad es que no ayuda mucho, porque cada cosa que hay que solicitar la tenés que pedir por correo electrónico, llamar 250 millones de veces. Imaginen que le tenían que hacer una audiometría y lo mandaban a Azul, y para hacerle un fondo de ojos –porque perdió visión- lo mandaban a Mar del Plata. Y él, con la fractura de cráneo que tiene, no se puede movilizar”.
Puntualizó que sufrió múltiples fracturas en el cráneo que, a diferencia de lo que ocurre con otros huesos, tardan de 6 a 12 meses para solidificarse. “No es que lo mandaron a la casa y en 1 mes y medio podía hacer vida normal. A él un estornudo le cambia completamente el humor”, ejemplificó.
Sin vías alternativas
Insistió con que su yerno no tenía alternativas para hacer el trayecto entre Villa Aguirre y el Área Industrial, la otra opción era ir en auto “para salvaguardar su vida”.
En cuanto a la seguridad para circular por la Ruta 226, remarcó que a la altura de la Quinta La Florida se terminan las colectoras. “En estos años Tandil ha crecido tanto, hay trabajo en el Parque Industrial y hasta allá solamente va el colectivo Blanco, no va otro, no hay transporte público. No tenemos las colectoras que salvarían mucho porque mucha gente viaja en moto o en bicicleta”, expuso.
Y agregó que “no olvidemos que hace 30 años que las rutas están concesionadas, están cobrando. Sé que en lugares como Balcarce no pasa por la ciudad, pero ha habido una voluntad política muy grande del intendente de Balcarce que hizo que fuera doble vía la ruta y tener colectora de los dos lados. Mar del Plata no tiene este tipo de problemas; en Olavarría pasa exactamente lo mismo, pasa por el medio de la ciudad la ruta, y sin embargo, ahí arreglaron todo para poder levantarla, hacer una autovía que no fuera peligrosa para la gente que tiene que cruzar”.
Como contrapartida, manifestó que en Tandil, “los que cruzamos a pie tenemos solamente un puente peatonal e hicieron ese puente porque ocurrió un accidente”, y evaluó que “se hacen las cosas porque ocurren accidentes fatales. La rotonda que hicieron en Massini, la que va al Campus, la hicieron porque lamentablemente fallecieron tres chicos que fueron arrollados en un Citroën. ¿Acá tiene que haber fatalidades para que alguien se ponga las pilas y empiece a gestionar cosas?”.
La vecina se inclinó por dotar de “colectoras desde La Vasconia, porque hay mucha gente que vive para ese lado, a Gardey, porque mucha gente viene desde allí a trabajar. Si nosotros solucionáramos ese tema, habría muchísimos menos accidentes y tendríamos muchísimos menos problemas”.
Sumado a eso, apostó a colocar más puentes para que la gente no se arriesgue al cruzar de un lado al otro.
Consultada por la semaforización del trayecto, consideró que “podría ayudar”, aunque advirtió que “desde el triángulo hay carteles que dicen máxima 40 kilómetros pero nadie los respeta”.
Por último, estimó que “no creo que vaya a ser una solución a corto plazo, porque si hacemos las cosas a corto plazo es como cuando se hacen los asfaltos para campañas políticas”. Y evaluó que “me parece que hay que ser serios y hacer algo que dure para 30 ó 40 años” porque “la ciudad va a seguir creciendo, esto no va a parar, entonces tenemos que pensarlo para la posteridad porque esto va a seguir igual o peor, porque el parque automotor de Tandil es importantísimo, es muy grande”.
Secretaria de Redacción de El Eco de Tandil. Licenciada en Comunicación Social orientación Periodismo (UNLP)