Fondo de Ayuda Solidaria
Estudiarán alternativas para solventar el FAS si se eliminan los tributos municipales de la boleta de luz
El Municipio deberá avanzar próximamente en la quita de tasas de la factura de la Usina. En consecuencia, el fondo afectado que se tributa en este servicio de alta cobrabilidad tendrá que migrar a otro impuesto o servicio para mantenerse. El Sistema de Salud expresó su preocupación por este reordenamiento y su consecuente impacto en la millonaria recaudación del FAS, que está destinado a financiar tratamientos de alta complejidad a pacientes sin recursos ni cobertura.
El Ejecutivo tiene que empezar a debatir la obtención de fuentes de financiamiento alternativas para la Ordenanza 9.495 que creó el Fondo de Ayuda Solidaria (FAS) a instancias del Dr. Daniel Ramón Grasso –que se recauda de la factura de la Usina- y el tema preocupa por estos días a las autoridades del Sistema Integrado de Salud Pública (SISP). En tanto, en las siguientes semanas, los funcionarios de las áreas correspondientes se reunirán para obtener precisiones y estudiar los detalles.
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Según se conoce, la información bajó al SISP desde el área de Legales y la Jefatura de Gabinete comunal, y el Gobierno deberá buscar próximamente una alternativa de financiamiento y un reordenamiento tributario local.
“El FAS tiene a esta altura de 2023 cerca de 40 millones comprometidos de pago, usados en cirugías, tratamientos de alta complejidad y todo lo que soluciona este fondo, pero estamos en jaque ahora porque depende de la boleta de luz y se tiene que sacar el impuesto. Lamentablemente hay que correr el financiamiento del impuesto de la boleta de luz a otra tasa o servicio”, sostuvo Matías Tringler, titular del Sistema Integrado de Salud Pública en contacto con este Diario.
Eliminación de tributos
La imposibilidad de que el FAS se solvente con recursos obtenidos de la factura de luz radica inicialmente en una normativa de mediados de 2018 que establecía en la provincia de Buenos Aires la eliminación de los tributos municipales de las boletas de energía eléctrica. La entonces gobernadora María Eugenia Vidal decidió prorrogar la puesta en vigencia de la norma hasta enero de 2019, tras las quejas de los intendentes, preocupados por la merma considerable en la recaudación. No obstante, la medida nunca se implementó y las tasas se siguieron cobrando en todas partes.
La mencionada resolución del Organismo de Control de Energía Eléctrica de la provincia de Buenos Aires (Oceba) prohibía a los jefes comunales cobrar tasas municipales en las boletas de servicio eléctrico y la demora en su aplicación, en ese momento, fue tomada a partir de la recepción de presentaciones de distribuidores municipales y de municipios, solicitando que "se considere el otorgamiento de un plazo para la efectiva implementación de los alcances de la citada resolución”.
Al parecer, ahora el Municipio tendría que avanzar en esta línea, pero desde la Presidencia del Sistema de Salud indicaron que van a proyectar la forma de resolverlo.
Cobrabilidad de la factura
El mayor escollo es que la factura del servicio eléctrico es la que tiene mayores niveles de cobrabilidad y en otros servicios o tasas el índice no resultaría tan eficiente. En tal sentido, Tringler refirió que “nada tiene más cobrabilidad que la boleta de luz y estamos preocupados con lo que pase, porque es uno de los mejores servicios del Municipio y el sistema”.
En tanto, el médico observó que actualmente los ingresos están garantizados -en mayo gotearon 17 millones de pesos al FAS- y si bien no estima que este año vayan a existir inconvenientes con lo presupuestado en el fondo especial, auguró que el año que viene el escenario podría modificarse ostensiblemente.
“Para este año creemos que vamos a llegar bien. Si bien se presupuesta una partida, con los aumentos en la tarifa de electricidad este monto suele excederse y crece. Pero si no sabemos a dónde va a ir a parar la recaudación esto se complica, aunque vamos a tener el FAS más allá de lo que pase”, ponderó.
Asimismo, el funcionario señaló que dicho fondo afectado para cuestiones críticas de salud “hace la diferencia” con otros municipios que dependen del sistema provincial de derivaciones para resolver casos graves o atender pacientes con diversas patologías.
En esta línea, no dejó de lado que “para llevar a un infartado a un centro de alta complejidad algunos distritos recurren al sistema de derivaciones y nosotros hacemos dos cuadras a la Clínica del Corazón, eso es gracias al FAS y no lo podemos perder. Estamos preocupados”.
Subejecución de fondos
En numerosas oportunidades, en el Concejo y otros espacios se ha debatido el direccionamiento de los fondos que se recaudan a través de la Tasa de Salud para solventar el FAS, una ordenanza creada por el fallecido médico Daniel Grasso en la década del 90. En rigor, se trata de un fondo especial que tiene como destino exclusivo financiar económicamente la atención de personas con patologías que impliquen prácticas de alta complejidad, que no pudieran ser derivadas a un efector público dentro del país, cuyos destinatarios no poseyeran obra social alguna y de uso exclusivo para ciudadanos tandilenses pacientes del Hospital Municipal “Ramón Santamarina” .
Para ello se incorporó un concepto adicional en la factura de luz que es pagado por el conjunto de los tandilenses y que representa el 3,5 por ciento de la misma. Pese a que lleva varios años en vigencia, no toda la población -inclusive los médicos- conoce esta herramienta y la escasa difusión ha sido cuestionada en varias ocasiones por la oposición y otros actores.
Como la recaudación del fondo está atada a las tarifas eléctricas, con el contundente aumento del servicio que se registró a partir de 2016, el tributo empezó a crecer exponencialmente y a ser superavitario. En consecuencia, todos los años quedan fondos subejecutados que finalmente son aplicados a obras de infraestructura vinculadas al sector sanitario.
Asimismo, el oficialismo introdujo una modificación hace dos años para crear dentro de la misma ordenanza el fondo de aparatología, destinado a la compra de insumos. Por su parte, el bloque del Frente de Todos ha marcado que los recursos no se pueden gastar de antemano en aparatología porque están orientados, sobre todo, a ayudar a los pacientes sin cobertura.