Estudiantes pintaron los pañuelos de la Plaza: “Queremos que el Nunca Más sea Nunca Más”

La pintada de pañuelos que alrededor de la pirámide de la Plaza Independencia recuerdan a los detenidos desaparecidos de la ciudad tuvo una edición muy especial. No solo por tratarse del año en el que se espera la lectura de los veredictos del Juicio La Huerta, sino también por la gran convocatoria de jóvenes estudiantes secundarios y universitarios que participaron de la actividad.

“Repintar los pañuelos es volver a ilustrar la memoria que uno necesita tener en estos tiempos, en estos tiempos desoladores cuando el gobierno nacional exige que olvidemos cosas que pasaron, que volvamos a la violencia, que volvamos a un montón de actitudes donde la Argentina realmente sufrió y compañeros y compañeras desaparecieron y compañeros y compañeras sufrieron muchísimo acciones de un gobierno y de una sociedad también que un poco estaba ensordecida. Es volver a valorar esas cosas, poder tomarnos un mate con nuestros compañeros y reflexionar. Cruzarnos, charlar, entender, porque queremos que el Nunca Más sea Nunca Más y poder seguir defendiendo la democracia, los derechos humanos y la memoria, la verdad, la justicia y la alegría”, compartió Candela Macazaga, al frente de la Federación Universitaria de la Unicen.

Poco después de las 9 comenzó la actividad que fue organizada por el grupo Memoria por la Vida en Democracia, la mencionada entidad universitaria y la Federación de Centros de Estudiantes Secundarios. También participó el Área de Derechos Humanos de la Unicen, que brindó para los presentes un taller sobre la temática. La iniciativa anticipó el Festival que se llevará a cabo el próximo miércoles 18 en la Escuela Sábato, en conmemoración de un nuevo aniversario de La Noche de Los Lápices.

Si bien la pintada de pañuelos es una propuesta ya instalada en la agenda vinculada a la memoria y los derechos humanos de la ciudad, la edición 2024 contó con una gran participación de jóvenes de centros de estudiantes de escuelas como la 19, la 15, la 18, la 20, junto a integrantes del programa Bonaerenses por el Ambiente y alumnos de Ciencias Humanas y otras facultades de la Unicen.

Además, con motivo de las últimas declaraciones realizadas por los testigos en las audiencias del juicio La Huerta, los organismos de Derechos Humanos fueron registrando nueva información sobre los detenidos desaparecidos que pasaron por la ciudad. Por lo tanto sumaron un nuevo pañuelo con el nombre de Alfredo Serafín Maccarini, de quien se supo estuvo privado de su libertad en el centro clandestino que tuvo su base principal en Tandil.

Sumar pibes a la memoria

“La idea es sumar a los pibes, pero sumarlos de otra manera. Y la verdad que de esta forma, con el grupo Memoria pensamos cómo hacer que participen y que al mismo tiempo salgan informados. Entonces iniciamos con una pintada de pañuelos y seguimos después con un conversatorio, para que al Festival del 18 los pibes vayan sabiendo qué está pasando”, expresó Chabela Coronel Ruiz, presidenta de la Federación de Estudiantes Secundarios de Tandil.

“Esto los convoca de una manera distinta. Buscamos que los pibes empiecen a tener un incentivo propio de querer saber por qué, qué pasó y cómo les afecta a ellos”, sumó la estudiante.

“Pintar pañuelos es una forma de promover la comunidad que se necesita para generar memoria y es lo que necesitamos como adolescentes, como adultos y durante toda la vida. Creo que de esta manera incentivamos a que los chicos tal vez el año que viene vuelvan a plantearse de vuelta esto o lo sigan haciendo. O que salgan de acá, comenten que vinieron a pintar los pañuelos y generen una conversación entre sus compañeros”, concluyó.

Desde Memoria por la Vida en Democracia comentaron parte de la nutrida agenda con la que cuentan hasta fin de año. Mientras ya se llevan a cabo los alegatos del Juicio La Huerta -que se transmiten por YouTube-, y se espera la lectura de la sentencia para los próximos meses, el grupo continúa realizando charlas en escuelas, facultades y organizaciones, además de visitas al Centro Clandestino de Detención que tuvo base en la ciudad y otra variedad de actividades vinculadas a los Derechos Humanos.