Inseguridad vial
“Esto ya nos excede como Estado municipal”, dijo Villarruel sobre las corridas de motos
El último fin de semana, varios vecinos alertaron por picadas de motos en distintos puntos de la ciudad. Esta problemática, que ocasiona problemas como demoras en el tránsito y ruidos molestos, implica además un grave riesgo para la vida. El director de Control Urbano Vehicular aseguró que “si no te corrés, te pasan por arriba” y pidió “mayor intervención de las fuerzas públicas, que son quienes tienen las herramientas”.
El director de Control Urbano Vehicular, Walter Villarruel, aseguró ayer que el caos de motos que se registra cada fin de semana en la ciudad “excede del control rutinario que puede hacer el Estado Municipal” y reclamó: “en esta cuestión tiene que intervenir la fuerza pública”.
Recibí las noticias en tu email
“Lo venimos denunciando desde hace mucho tiempo. Es una alteración al orden público que muchas veces es organizado desde las redes sociales”, manifestó Villarruel a “La Mañana de El Eco”, en Tandil FM 104.1.
El último domingo, en una jornada más que agradable que preanunció la llegada de la primavera, cientos de motociclistas se congregaron en la Ruta Provincial 30 y desde allí ingresaron a la ciudad para luego circular en manada por diversas calles y avenidas.
Las inmediaciones del Lago del Fuerte fueron, como siempre, el escenario favorito para exhibir diversas irregularidades a la vista de todos: altas velocidades, desobediencia a las señales del semáforo y ruidos molestos fueron algunas de las faltas que causaron molestias entre los vecinos.
En paralelo, un centenar de motociclistas corrían picadas en la Avenida Estrada, interrumpiendo en diversas oportunidades el flujo de automóviles y colectivos.
Las corridas, registradas en videos caseros de ocasionales transeúntes que circularon por las redes sociales y también llegaron a esta redacción, se suceden cada fin de semana y alteran no sólo el descanso y la vida cotidiana en los distintos barrios: significan, sobre todo, un peligro para la integridad física de toda la comunidad.
“Nosotros lo venimos denunciando desde hace mucho tiempo. Es una alteración al orden público”, señaló al respecto Villarruel.
“Es manada y muchas veces está organizada y convocada por las redes sociales”, aseguró, y agregó que se trata de una problemática que “nos excede como Estado municipal”.
“Yo creo que en esta cuestión tienen que intervenir las fuerzas públicas, que son quienes tienen las herramientas”, remarcó.
“Si no te corrés, te pasan por arriba”
Asimismo, Villarruel contó que el domingo pasado la Dirección recibió diversos llamados de parte de vecinos que alertaban sobre lo que estaba ocurriendo en diferentes arterias de la ciudad.
En ese sentido, explicó que “el día estuvo bastante lindo, el Parque Independencia estaba lleno de familias, con muchos chicos jugando y nosotros habíamos montado un control allí porque sabemos que, si no, se meten y hacen cualquier desastre”.
Y amplió: “los domingos se juntan en la Ruta 30 y la 226; también se estaban juntando en el playón polideportivo de La Movediza. Y después hacen una caravana, que nosotros hemos intentado detener y, si no te corrés, te pasan por arriba”.
En este punto, Villarruel recordó el episodio “del R12”, ocurrido el viernes por la noche en calle Rodríguez, entre Sarmiento y San Martín, cuando el conductor de un Renault 12 quiso evadir un control de tránsito dando marcha atrás al vehículo.
Esa noche, durante el mismo operativo –rememoró el director del área-, “también dos inspectoras tuvieron que ser atendidas en el Sanatorio porque una moto en Sarmiento e Yrigoyen se quiso dar a la fuga y golpeó a dos de las chicas que estaban pidiendo la documentación”.
“No es que no hacemos nada, que me pagan el sueldo y no estoy”, dijo Villarruel, y relató: “Yo, como director, me acosté viernes y sábado a las 5 de la mañana, y a las 7 ya estaba trabajando otra vez”.
Además, reiteró: “Hacemos todo lo posible y tratamos de hacer el esfuerzo para poder controlarlos pero hay una cuestión social violenta, de desapego a la norma, que a veces excede del control rutinario que puede hacer el Estado Municipal”.
“No es una tarea fácil”, destacó y afrontó los reclamos de la ciudadanía: “Al vecino común le parece que uno va, da la orden de detención y ahí lo puede controlar. Ven muchas motos y dicen: ‘ahí los pueden agarrar y llevárselas a todas’. Y no es así”.
Multas por ruidos fuertes
Los ruidos molestos que generan las motos y autos sin caño de escape están al tope de las quejas vecinales.
La Ordenanza Municipal 17.837 -aprobada en diciembre del año pasado- prohíbe “la circulación de motocicletas, ciclomotores, similares y automotores de cualquier tipo y cilindrada con caño de escape abiertos y/ modificados mediante la colocación de escapes libres, sin silenciador, adulterados de alguna manera y/o con los llamados ‘sistemas expansivos’, utilizados para emitir ruidos fuertes y molestos”.
La norma que fue ideada por el concejal de Juntos por el Cambio Juan Manazzoni y aprobada por unanimidad, establece además distintas sanciones para los infractores, como retención del vehículo y multas económicas.
Cada lunes, el Municipio difunde el informe de los operativos de control del tránsito realizados durante el fin de semana con la cantidad de vehículos secuestrados e infraccionados, algunos de los cuales resultan multados por presentar exceso de decibeles en caños de escape adulterados.
“Pueden ir a Avenida Santamarina y ver la cantidad de motos (secuestradas) que hay”, explicó el funcionario sobre el corralón en el cual se depositan los vehículos retenidos, y añadió que “hay gran cantidad de actas que se cargan al sistema informático para enviarlas al Juzgado”.
Finalmente, repitió que “esto es un desorden público”.
“Tendrá que ser la esfera de la Justicia la que le dé las herramientas y las órdenes, si es necesario, a la fuerza pública para que pueda actuar”, consideró para terminar.