Espacio Incaa Unicen: cumple 10 años formando espectadores y bancando al cine argentino en Tandil

El Espacio Incaa Unicen cumple nada menos que 10 años. A lo largo de una década, el lugar se convirtió y consolidó en la ciudad como una propuesta que va mucho más allá de ser solo una sala de cine. A partir de una programación que brinda espacio a la cinematografía nacional y también local forma espectadores, así como otorga la oportunidad a muchas familias a acceder a ver películas en pantalla grande.

“Para nosotros este aniversario significa algo muy especial en el sentido de ver reflejado en un montón de resultados todo el esfuerzo y el trabajo dedicado de todos estos años”, contó Carla Martínez, coordinadora de la sala y una de sus principales impulsoras. Martínez compartió la historia de una iniciativa que surgió hace 10 años y que transformó un espacio de mucha significación cultural para Tandil.

Frente a un contexto de incertidumbre respecto al cine argentino -bajó considerablemente la producción a lo largo del año- todo el equipo del Espacio Incaa Unicen trabaja por mantener y continuar ofreciendo semana a semana películas nacionales.

“Es importante entender que puede haber otras miradas, otros lenguajes, otras formas de contar; no solamente un único punto de vista o un estilo para contar una historia”, precisó la coordinadora, quien sumó que el espacio “se constituye como una de las políticas culturales de la Unicen, que apuesta a democratizar saberes y herramientas artísticas y culturales, que garantiza el acceso al cine nacional y al lenguaje audiovisual”.

Sobre la diversidad de iniciativas que llevan adelante desde el lugar, la coordinadora explicó que "es difícil en un ratito poder contar todo lo que se hace”. Pero hizo mención a la posibilidad de programar películas hechas en la ciudad por estudiantes de la Facultad de Arte, a programas especiales con la Alianza Francesa, las proyecciones para escuelas organizadas junto a Jefatura Distrital, ciclos especiales como el Mes de la Memoria, y hasta la propuesta de que concurran niños de hogares convivenciales y centros comunitarios.

Entrar durante vacaciones de invierno al Espacio Incaa recuerda a los mejores momentos de las históricas matiné en el Cine Alfa, cuando se proyectaban hasta tres películas seguidas por tarde. Como ayer, la sala vuelve a estar repleta. Pero este presente es parte de un proceso de mucho trabajo.

Recuperar una sala para Tandil

El Incaa lanzó en 2014 una convocatoria para digitalizar salas en diferentes puntos del país. Entre más de 200 presentadas, Tandil fue una de las que resultó elegida, y así, con la incorporación de un proyector digital de tecnología DCP y los trabajos de restauración y puesta a punto que llevó adelante la Universidad, ese mismo año se creó el Espacio Incaa Unicen, dentro del Centro Cultural Universitario.

El proyecto presentado al Instituto de Cine implicaba no solo reabrir para exhibir películas sino también hacer “un trabajo de formación de espectadores, realmente difundir la política cultural cinematográfica”, según explicó la coordinadora.

“Ahora las butacas son ignífugas, se hizo la reconstrucción del escenario, todos los que son los paneles acústicos. Y el convenio con el Instituto de Cine fue el equipamiento, la pantalla, el proyector, toda la parlantería que es 7.1, todo eso fue del equipo del Incaa y trabajando con la Universidad se lograron hacer todas esas reformas”, agregó.

La primera película que programaron con el nuevo proyector DCP fue “Relatos Salvajes”. Desde entonces, cada fin de semana el lugar ofrece una variedad de títulos para todos los gustos y edades.

“Creo que hay un interés y siento que lo que también tratamos de hacer, desde nuestro lugar y obviamente como podemos, es una formación de espectadores. Entendemos que hay algunas películas que son internacionales y que las proyectamos, que tiene que ver también con el acceso a la posibilidad de que una familia no pueda acudir a otro espacio. Entonces que puedan ir a la sala y disfrutar con el mismo derecho de una película de buena calidad”, celebró.

Con la prioridad en el cine nacional, el énfasis puesto en la formación de espectadores se registra no sólo a través de una particular curaduría que ofrece títulos sin circulación en pantallas comerciales. También lo hacen a través del intercambio con el público, y sus observaciones sobre las películas.

En el marco de un contexto complejo para la cinematografía argentina, Carla Martínez sostuvo que forman parte de la Red de Salas Incaa del país, y en ese sentido señaló que “nosotros proyectamos continuar independientemente del contexto general. En este momento desde la gestión del Instituto de Cine no nos han avisado que se haya modificado algo con respecto a la estructura interna en el INCAA. Pero no podemos desconocer que hay un montón de despidos y con esos despidos un montón de programas que trabajábamos en conjunto con un montón de material. La realidad es que está bastante complicado y nosotros vamos a seguir sosteniendo la red desde los lugares que podamos”.