“En Tandil se estima que hay 20 ratas por habitante”

Durante este mes se presentaron más de 40 denuncias por presencia de ratas en colegios de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, incluso con suspensión de clases en algunas ocasiones y un caso de mordida tras querer tomarla en una escuela de Caballito.

En esta preocupación tan recurrente, el veterinario y responsable del Centro de Rescate de Fauna Silvestre de Granja Los Pibes, Emilio Fernández aclaró que la plaga de ratas “sucede a nivel mundial y es un tema muy complicado”. En cuanto a la historia y como aparecen, dijo que “las que vemos en la zona urbana son procedentes de Asia, luego se trasladaron todo por Europa y ahora están por todo el mundo”, por lo que se habló de un problema global.

Sobre que significa la presencia de los roedores en la ciudad de Tandil, agregó que logran alojarse en las ciudades donde consiguen alimentos y allí “pueden poblarse de grandes cantidades indiscriminadamente y ocasionar un conflicto con los ciudadanos porque son transmisoras de muchas enfermedades”. 

Sin embargo, aclaró que en Tandil es una problemática “no muy latente pero que está surgiendo”.  Es que las características de estos roedores no dan mucho tiempo a la acción, sobre ellas, Fernández informó: “Tienen una reproducción muy rápida, una hembra puede tener hasta 1500 crías por año. Debería haber es una desratización esporádicamente, pero llevada a cabo regularmente para romper los ciclos de reproducción de estos animales.  Cuando eso no sucede, la población obviamente aumenta, y a los pocos meses de vida ya pueden reproducirse nuevamente”. 

En cuanto al mayor inconveniente: las enfermedades, también reflejó la urgencia de tomar cartas en el asunto: “Si crece y se expande dentro del casco urbano, crecen las probabilidades de contagiarnos enfermedades que pueden ser el hantavirus o leptospiras, que es una batería que se puede contagiar hasta del orín del animal sin siquiera tener contacto con él. Esas enfermedades nos pueden llevar hasta la muerte”. Sobre las áreas encargadas de trabajar al respecto, fue certero: “Es un tema de zoonosis y de salud pública”. 

Las causas de presencia roedora en Tandil y sus posibles soluciones

Específicamente sobre la ciudad, el Centro de Rescate de Fauna Silvestre de Granja Los Pibes explicó que “el problema es que en Tandil varios de los arroyos que pasaban por la ciudad estaban entubados, y ahí las ratas encuentran su refugio”.  Además, sobre la alimentación afirmó que “con el sistema de recolección de residuos que tenemos, ellas encuentran alimento en desechos o en las partes gastronómicas de la ciudad si es que no están bien cuidadas”. 
La unificación del refugio y el alimento es la base del establecimiento de las ratas, ya que “obteniendo ambos es muy difícil que se dispersen por las zonas rurales o periféricas, y por el contrario, lo que hacen es aglomerarse y quedarse”. 

En cuanto a las soluciones que presentó el especialista, remarcó que en Tandil hay que modificar el sistema de recolección y dijo de forma crítica: “Estamos con un basural a cielo abierto o relleno sanitario que es de los años ’30 y al día de hoy continuamos con el mismo sistema, que es agarrar la basura y tirarla amontonada en un mismo lugar. Incluso hemos tapado algunos como la zona de La Elena o el Parque del Origen, pero las ratas siguen viviendo ahí”.

Entre otras proposiciones, también agregó a la aplicación en la ciudad de clasificación de residuos, sobre la cual sumó que “ya debería estar”. Sobre esta amplió que “el material orgánico debería tener una planta de compostaje armada dentro o alejada de la ciudad y con cláusula para evitar esta problemática”. 

Relacionado con las plagas en las escuelas de CABA, la legisladora porteña Laura Velasco también había solicitado sacar materiales de las escuelas, tapar huecos y solucionar problemas edilicios. 

Por último, el tandilenses habló sobre venenos y aseguró que se tendrán que usar para disminuir la cantidad de ejemplares de ratas que hay, y paralelamente limpiar los arroyos que están entubados y las bocas de tormentas, “que son los sitios por los que se mueven”. 

Desde el Ministerio de Seguridad de la Nación se recomienda, en casos de manipulación de roedores,  algunas acciones como utilizar guantes, barbijos y protección ocular; utilizar doble bolsa cerrada y enterrarlo a 30 cm de profundidad y finalmente lavarse varias veces las manos luego.