A casi dos meses de su puesta en funcionamiento
En promedio, unas seis personas acudieron por día a la guardia de salud mental
Se trata del dispositivo que en marzo comenzó a funcionar en el Sistema Integrado de Salud Pública.
A casi dos meses de la puesta en funcionamiento de las guardias activas en el Hospital Municipal “Ramón Santamarina” y en el de Niños “Dr. Debilio Blanco Villegas”, el Sistema Integrado de Salud Pública reportó la atención de unos seis pacientes en promedio por día para la atención de una urgencia.
Recibí las noticias en tu email
La medida innovadora, que encuentra un correlato en menos del ocho por ciento de los hospitales del país, se puso en marcha el 1 de marzo luego de un proceso de selección de los profesionales de entre más de 80 currículums. De ese trabajo, quedaron seleccionados seis psicólogos y un psiquiatra que se desempeñan en el servicio bajo una modalidad de 24 horas.
El dispositivo, que presenta una tendencia en alza, funciona en la guardia del centro asistencial de adultos, pero también abarca la demanda que pueda recibir el hospital pediátrico. A más detalles, durante el primer mes atendieron a 166 pacientes y estimaron que el número podría duplicarse si se consideran los 20 días de abril. De todos modos, el registro refleja un promedio diario de seis personas en los casi dos meses.
Así lo indicó el vicepresidente del Sistema Integrado de Salud Pública, Luciano Grasso. En diálogo con El Eco de Tandil, reconoció que “esperábamos que se incremente la demanda” con el paso de las semanas “y fue lo que sucedió”.
“Se confirmó lo que presumíamos, que fue un aumento importante de los casos que llegan a diario en comparación cuando la guardia era pasiva”, resaltó y analizó el funcionamiento del dispositivo.
La guardia activa
En términos generales, el funcionario observó un aumento en la demanda, que responde a una circunstancia que suele ser habitual en el sistema sanitario a partir de la implementación de nuevas medidas.
“Por lo general, estos espacios se crean porque la demanda existe y para dar respuesta, pero eso provoca un incremento en la demanda oculta”, planteó. Si bien existía una guardia pasiva, la presencia de un profesional de salud mental permanente en el Hospital “quizás haya hecho que determinadas consultas lleguen e incrementen la demanda diaria”.
Actualmente, se encuentra “estabilizada” en un promedio de seis consultas diarias. “Al principio, el registro fue más alto porque se acercaron personas que no cumplían con el criterio” para la atención de una urgencia ante una situación de crisis que amerita la intervención de un profesional, sin dilaciones.
“Por más que tengamos un sistema de salud mental aceitado, con psicólogos en los centros de salud con demanda espontánea, turnos programados y consultorios externos”, resulta necesario generar un ámbito para contener situaciones de este tipo.
Entre ellas, “personas que pueden estar en tratamiento o que enfrenten una situación de crisis que empeore su salud mental y requiera atención urgente, o que no estuvieran en tratamiento y que la forma de comenzarlo es porque van a una guardia donde contienen esos brotes y evalúan el modo de hacerlo. Por eso, la guardia activa recobra otro valor a partir de este abordaje”, repasó.
Detalles
A diferencia del turno programado, la llegada a la guardia no admite planificación ya que responde a la necesidad de atención ante un episodio que irrumpe en la vida de las personas.
Esto puede suceder cualquier día de la semana y sin distinción de horario. Sin embargo, Grasso reconoció que algunas situaciones ocurren por la noche y los fines de semana, especialmente en casos de consumos problemáticos.
En cuanto a las edades, dijo que el rango es “bien amplio” y va desde los 14 a los 90 años, ya que el profesional que cumple con la guardia atiende en el Hospital Santamarina, pero también absorbe la demanda que se presente en el Hospital de Niños.
De todos modos, indicó que la media es de 35 años, por lo que “la mayoría de los casos” se registra en pacientes de entre 30 y 40 años.
Entre los motivos de consulta citó crisis nerviosas o de ansiedad, conductas suicidas, consumo problemático y brote psicótico.
“Esto demuestra la importancia que tiene atender las distintas aristas que tiene un abordaje en salud mental”, defendió el vicepresidente del ente descentralizado, que resaltó el trabajo en términos de “prevención, inclusión social de personas que están en tratamiento y necesitan de dispositivos comunitarios, en consultorios externos y centros de día, e internación”. También, “situación donde lo que irrumpe es una crisis que requiere la atención urgente y esto se puede dar en cualquier momento”, para lo cual “la guardia del Hospital es el lugar adecuado para ir porque habrá especialistas”.
Internación
En caso que exista una urgencia, el primer análisis que se hace es cómo continuar después de la atención en la guardia.
Allí, el profesional dará indicaciones para que la persona cumpla “sin una nueva consulta o que pueda hacerla si lo necesita más adelante” o podrá definir si requiere internación, que se da cuando “el paciente está en un estado de riesgo cierto inminente, que cualquier tipo de tratamiento ambulatorio pondría en riesgo a esa persona”.
Entonces, precisó que desde que se inició la guardia activa “sólo el 34 por ciento” requirió una internación, por lo que el 66 por ciento restante se resolvió de manera ambulatoria y continuó con derivaciones en psicología, psiquiatría o a centro de atención comunitaria.
“Promovemos que la mayoría de las atenciones en salud mental se puedan dar en el centro de salud”, dijo. De allí, que una “buena parte de las derivaciones de la guardia para continuar con un tratamiento es hacia el psicólogo que le corresponde” en el centro sanitario más cercano a su domicilio.