En medio de una demanda creciente, Mujeres Sin Techo apuesta a su método y adquiere más lotes
La asociación civil compró nuevos terrenos en el predio de Obras Sanitarias. En paralelo, comenzó la construcción de la segunda etapa del barrio de Estrada y Cabildo. Serán 24 unidades habitacionales. La organización recibe a diario la inquietud de vecinos que buscan acceder a una vivienda, en una demanda “terrible” que “nos supera”.
El método que desde hace casi una década lleva adelante Mujeres Sin Techo para responder a la demanda habitacional suma casos que comprueban su éxito. A la par de la una demanda creciente de familias que buscan cumplir con su sueño de la vivienda propia, la asociación civil con sede en Las Tunitas -donde además gestiona un comedor comunitario- avanzó en la adquisición de nuevas parcelas en otra apuesta a brindar respuesta a la necesidad de acceso al suelo urbano.
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En paralelo en las últimas jornadas comenzó la construcción de la segunda etapa del barrio de 97 viviendas en el predio delimitado por las calles Vélez Sarsfield, Cabildo, 12 de Octubre y avenida Estrada.
Allí se pusieron en marcha las tareas que permitieron la construcción de las primeras ocho plateas que darán origen a la tanda de 24 unidades habitacionales.
Tras la edificación de las 49 casas, las 48 restantes se harán en dos partes por decisión del Instituto de la Vivienda amparada en cuestiones presupuestarias.
“El sistema funciona porque la gente quiere pagar, pero necesita que le den la posibilidad de acceder al suelo urbano a precios acordes”, aseguró la referente de Mujeres Sin Techo, Mirta Piqueras, que reforzó las críticas sobre la falta de políticas públicas en materia habitacional.
En diálogo con El Eco de Tandil sostuvo que la demanda es “terrible” y Mujeres Sin Techo mantiene un extenso registro de familias en espera que muchas veces “nos supera”.
Con un promedio de dos o tres personas por día, las responsables de la organización brindan explicaciones sobre la mecánica que llevan adelante, dando la posibilidad de que los interesados puedan hacer “un ahorro” para que, en caso de aparecer un macizo de tierra, poder hacer el anticipo y no perder la oportunidad.
Nuevos lotes y la demanda permanente
Piqueras confirmó que la asociación adquirió 22 nuevas parcelas en un remanente que quedó sobre Quintana, entre el arroyo y Dinamarca, a la Cooperativa Falucho.
Las familias que resultaron beneficiadas con este programa concluirán el pago del lote en enero y desde allí se pondrán en marcha las gestiones en busca de financiamiento.
El nuevo espacio ya se encuentra subdivido y una vez que cancelen el pago, podrán escriturar el terreno.
El otro proyecto se desarrolla en Lauraleofú, entre Basílico y Nigro, en la zona de Sans Souci, donde se prevé la generación de 48 nuevos lotes con servicios con miras a generar la infraestructura necesaria.
Segunda etapa
Con el predio delimitado y el obrador instalado, el primer anticipo financiero habilitó el inicio de las tareas de movimiento de tierra y construcción de las bases de la segunda etapa del barrio de avenida Estrada y Cabildo.
En esta instancia, el proyecto contempla la construcción de 24 unidades habitacionales correspondientes a la segunda etapa del barrio.
Si bien inicialmente la propuesta era construir 48 en simultáneo, cuestiones presupuestarias vinculadas al Instituto Provincial de la Vivienda obligaron a avanzar con la mitad para después completar las restantes.
Mujeres Sin Techo aceptó el recorte pero “con el compromiso de finalizar la obra”, destacaron desde el espacio.
Las primeras tareas se enfocaron en una vivienda ubicada sobre Cabildo que está adaptada a las necesidades a la familia, que tiene un integrante que se moviliza en silla de ruedas. Al comenzar por esa unidad, a instancias de lo requerido por la dependencia bonaerense, el proceso avanzó sobre un sector dejando una parcela en el medio.
No obstante, cuando se complete el 60 por ciento del nivel de avance de obra la asociación civil iniciará los trámites para conseguir financiamiento de las 24 restantes. “Y con esas 48 completaríamos las 97 viviendas del convenio inicial”, resaltó Piqueras.
En tanto, el barrio ya comienza a tomar su identidad propia gracias a las 49 familias que desde hace más de dos meses se mudaron a sus casas y, con el correr de los días, hicieron sus aportes para mejorarlas y embellecerlas.