En medio de la pandemia, se celebra un Día del Maestro que quedará en la historia
La jefa distrital de Educación Florencia Mena destacó el trabajo de los docentes que debieron aprender a enseñar distinto en un contexto particular debido al aislamiento social, a la vez que hacer frente a nuevas problemáticas. Indicó que en el distrito hay entre 2800 y 3 mil chicos sin conectividad. En cuanto a la deserción escolar, explicó que “trabajamos fuertemente sobre los índices de desvinculación, que tienen un crecimiento respecto del año anterior”.
Con motivo de celebrarse hoy el Día del Maestro, la jefa distrital de Educación Florencia Mena reflexionó acerca de esta fecha, en el contexto tan particular en medio de la pandemia del coronavirus, que obligó a la profesión docente a reinventarse y enfrentarse a nuevas problemáticas, lo cual significó todo un desafío.
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-¿Cómo se celebra este día tan especial y tan diferente en medio de la pandemia?
-Es un Día del Maestro singular, que constituye también una oportunidad para poner en valor todo el trabajo del colectivo docente, que ha aprendido a enseñar distinto, a revisar propuestas de aprendizaje que permitieran conectar la experiencia escolar con otros recursos y materiales, más allá de la escuela, a manejar recursos tecnológicos nuevos con sentido pedagógico, a colaborar con sus colegas y con las familias a la distancia, a revisar el sentido de la evaluación, entre otras. No hay duda de que el Día del Maestro del 11 de septiembre del 2020 quedará en nuestra memoria histórica escolar como uno de los momentos de mayor reconocimiento y respeto para nuestros queridos docentes.
-¿Cómo vienen trabajando, en general, docentes y alumnos con el formato virtual?
-En el contexto de emergencia sanitaria de aislamiento ha sido preciso ir reconstruyendo los puentes con la comunidad: docentes, infancias, juventudes y familias.
El trabajo sobre el sostenimiento del lazo educativo en este proceso ha representado una rápida respuesta institucional, ante las necesidades individuales en momentos de distancia física, donde algunas mediaciones se perdieron y otras necesitaron reinventarse.
Es allí donde se desarrolló un profundo, comprometido, riguroso e inclaudicable trabajo de los trabajadores de la educación del distrito de Tandil, atendiendo a que nadie quede aislado en la construcción de la experiencia escolar, manteniendo y sosteniendo la importancia de que todos los actores de la vida escolar sigan ligados entre sí y con la propuesta educativa, como modo de cuidarse en el marco de esta pandemia. Y llevando adelante las dos líneas irrenunciables para las cuales los trabajadores de la educación se encuentran exceptuados del aislamiento: la continuidad pedagógica y la entrega de módulos de emergencia alimentaria.
-¿Qué dificultades se presentaron?
-Por supuesto una de las principales dificultades fue rediseñar las propuestas en un formato de educación a distancia. Pensar una temporalidad nueva, diferente, ampliada según las posibilidades de acceso de cada estudiante y la heterogeneidad de contextos en los que se está desarrollando la enseñanza y el aprendizaje.
El acceso a la conectividad de docentes y estudiantes y la profundización de la situación epidemiológica es, por supuesto, una de las mayores dificultades.
-¿Hay alguna fecha estimativa de regreso a clases?
-No hay fechas de regreso a clases y las condiciones sanitarias actuales tampoco permiten pensar en fechas cercanas.
Los alumnos sin conectividad
-¿Hay muchos alumnos que no tienen conectividad en la ciudad? ¿Cómo se manejan en esos casos?
-En el distrito son aproximadamente unos 2.800 alumnos sin conectividad. Este número, por supuesto, es fluctuante y varía desde el comienzo de la pandemia, llegando a picos de 3 mil estudiantes, debido a la no posibilidad de acceso a datos, según el momento del mes.
Es importante decir, que respecto de esos estudiantes, la continuidad pedagógica se sigue dando, pero a través del formato papel, con materiales producidos por los docentes y a través de los cuadernillos de continuidad pedagógica, que llegan al distrito cada 15 días, enviados desde la Dirección General de Cultura y Educación, y que son entregados en las fechas de entrega de módulos alimentarios y en otros casos, en los domicilios de los estudiantes.
-¿Ha habido más casos de deserción escolar o que consideren que abandonaron por no tener clases presenciales?
-Trabajamos fuertemente sobre los índices de desvinculación, que tienen un crecimiento respecto del año anterior. Sin duda, en el contexto inédito por el cual atravesamos necesitamos, por un lado, anticipar las situaciones de estudiantes y familias que no han estado conectados con la actividad escolar a distancia y tender puentes con ellos para poder recuperar el lazo con la escuela.
Para ello, estamos llevando adelante un trabajo distrital articulado con los servicios Zonal y Local y también con salud, con el objeto de diseñar acciones conjuntas de abordaje de cada una de las trayectorias educativas.
Por otra parte, se viene desarrollando un fuerte trabajo de los supervisores junto al CIIE (Centro de Capacitación, Información e Investigación Educativa) para acompañar a los docentes a prestar especial atención a las manifestaciones de malestar, vulnerabilidad o dificultad excepcional que estén atravesando algunos de los miembros de nuestra comunidad educativa para atenderlas de manera singular. Todo lo que podamos anticipar en este plano redundará en una mejor estrategia de contención y apoyo para cuando llegue el momento en el que regresemos a las aulas.
-¿Cómo piensan que va a ser la vuelta a clases presencial?
-A la hora de pensar el regreso a las aulas es importante que se pueda planear el trabajo, reconociendo tres momentos que garantizan la seguridad dentro de la escuela: el momento anterior al regreso, el momento de y durante la reapertura y el momento que implica el sostenimiento de la seguridad una vez abiertas nuestras escuelas.
-¿Creen que el año próximo se va a notar en los conocimientos de los chicos lo sucedido este año o van a lograr igualmente los aprendizajes?
-Debemos tener muy claro que la escuela nunca dejó de enseñar y de fortalecer el lazo entre docentes, infancias, juventudes y familias. Mucho se ha construido en este tiempo tan extraordinario para todos.
Las autoridades educativas del Gobierno federal, a través del Consejo Federal de Educación, establecieron decisiones rápidas con relación a la respuesta al Covid-19. Fue así como el Ministerio de Educación Nacional de Argentina, de manera oportuna, lanzó el Programa Nacional ‘Seguimos educando’, que pone a disposición una plataforma web con contenidos pedagógicos, una programación educativa en televisión y radio públicas, y la distribución de cuadernillos de continuidad pedagógica con planificaciones diarias de actividades para los estudiantes que están en situación de mayor vulnerabilidad.
El Programa Nacional ‘Seguimos educando’ se articula, a su vez, con las iniciativas puestas en marcha por parte de las escuelas de la provincia de Buenos Aires, entre ellas las escuelas de Tandil, que han hecho historia respecto de las formas en las que la escuela fue interpelada.
Cuando llegue el momento de reencontrarnos, debemos enfrentar el desafío de poner en valor la diversidad y heterogeneidad de todo lo que hemos construido en las experiencias de la educación a distancia.
Cada docente conoce y sabe lo que se ha priorizado como propuesta de aprendizaje para sus estudiantes y las posibilidades de cada uno de concretarlas. Considero que será un momento enriquecedor para todos, que nos permitirá compartir y recuperar relatos que formarán parte de nuestra historia presente y que sentará presente para la construcción de una nueva forma de ser escuela.