En el Día Internacional del Orgullo, pidieron por el cupo laboral trans y una ciudad libre de discriminación
En grupos reducidos, para poder respetar el distanciamiento social, la comunidad LGBTIQ se nucleó en distintas esquinas del centro de Tandil para dar visibilidad a sus problemáticas. En esta ocasión hicieron puntual referencia a la necesidad una Ley integral trans, que permita el cumplimiento del cupo laboral, además de la aplicación de la ESI en todas las escuelas.
En el marco del Día Internacional del Orgullo, con tapabocas coloridos, carteles y respetando el distanciamiento social, la comunidad tandilense de lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, intersexuales y queer (LGBTIQ) expuso su problemática en las calles.
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A pesar de las medidas sanitarias impuestas por la pandemia del coronavirus, el movimiento se respaldó en la creatividad para poder visibilizarse. Divididos en grupos reducidos, se apostaron en distintas esquinas de la ciudad y aprovechando cada corte de tránsito por semáforo en rojo levantaron sus reclamos.
En sus colores representativos, vivos y variados como el arco iris estuvo el pedido a gritos por una ciudad inclusiva y sin discriminación. Con la necesidad de continuar avanzando en el camino transitado, enfatizaron que son parte de una militancia que no puede dejar de plantearse porque “bastante nos han invisibilizado como para quedarnos en nuestras casas”.
Una cuestión de vida o muerte
Rocío Liébana, referente del colectivo de disidencias sexuales local, destacó que se trata de un año muy particular para el movimiento al momento de poder manifestar la demanda en la calle. Tal como planteó, desde un principio vienen asegurando que las y los travestis y trans padecen más toda esta coyuntura. Esto es, básicamente, por una cuestión de que “han sido históricamente marginadas y marginados de ámbitos laborales”, y con el aislamiento esto se profundizó más.
“Ya no se puede invisibilizar”, señaló. Consideró, entonces, que este resultó ser el momento más crucial para poder reflotar esas demandas concretas que traen hace años. En primer lugar, refirió al cupo laboral trans, que en Tandil consta de adhesión municipal y también provincial, pero sin embargo no hay posibilidades de ingreso a planta.
En este sentido, aclaró que no hay ingresos en general, entonces hasta que no se reactive la situación, será imposible que se cumpla. “Los tiempos para las compañeras no pueden esperar, porque es una cuestión de vida o muerte”, calificó al recordar que se trata de una población que tiene un promedio de vida de 35 años. “Como sociedad debemos hacernos cargo de eso”, dijo.
Aunque esa fue la consigna más contundente, también plantearon la necesidad de que se avance con la Eduación Sexual Integral (ESI) en todas las escuelas, instando a los docentes a que ante la enseñanza virtual puedan ser más creativos para poder instalar el tema. “Nos parece que es crucial”, aseveró.
Queda camino por recorrer
Claramente el hecho de que hoy en día existan ministerios a nivel nacional y provincial que contemplen a las diversidades sexuales y sus demandas históricas para el sector son una victoria.
“Como movimiento no podemos dejar de estar planteando las cuestiones porque sino no se concretizan en políticas”, advirtió Liébana. También destacó que durante la pandemia se vienen registrando acciones claras de ingresos a programas sociales, con una incorporación sustancial a nivel nacional. Para esto explicó que se convocó a las organizaciones a que puedan dar cuenta de cuántas personas trans estaban sin cobrar ningún tipo de ingreso fijo.
Asimismo, indicó que actualmente están atravesando un momento de debate sobre distintos proyectos de ley para seguir forjando el cupo laboral. Consideró que este es un momento en donde se empiezan a poner sobre la mesa varios ejes de trabajo que creen sustancial para mejorar sus condiciones como colectivo y que permitirán cambiar las reglas sociales de juego.