LAS SIERRAS: HITO DE LA HISTORIA DEL PLANETA
En el Día del Ambiente insistieron en cesar de construir en las sierras, “hito de la historia del planeta”
La Asamblea por la Preservación de las Sierras participó de actividades en algunas escuelas y este sábado realizarán una caminata para reflexionar en comunidad sobre la necesidad de proteger este patrimonio natural. Advirtieron que las edificaciones y el crecimiento "caótico" están impermeabilizando la ciudad y destruyendo el hábitat.
El domingo se celebró el Día Mundial del Ambiente y con motivo de la fecha, desde la Asamblea por la Preservación de las Sierras de Tandil invitaron a reflexionar sobre los problemas que afectan al planeta y las especies, y volvieron a pedir que paren de edificar en las serranías locales.
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En la ocasión, el grupo de vecinos resaltó la importancia de estas sierras particularmente como “un hito de la historia del planeta”. En ese sentido, resaltaron que los seres humanos son parte de la naturaleza y justamente su supervivencia depende de la capacidad de tomar conciencia, de detener efectivamente la destrucción y preservar la biodiversidad y el clima, manteniendo el equilibrio que sustenta la vida.
Si bien afirmaron que a esta altura de los años se conoce mucho más, advirtieron que no alcanza sólo el saber mientras como sociedad se siga actuando por fuera y no en función de ese conocimiento.
“Nadie tiene derecho a destruir ecosistemas”
Al respecto de la conmemoración, los integrantes de la Asamblea propusieron razonar sobre algunas cuestiones, como por ejemplo: “¿Quién debe decidir qué usos se realizan en los ecosistemas?, ¿cómo es posible que consideremos progreso a la extensión de la frontera agropecuaria? o ¿no se merecen nuestras niñas y niños que pensemos en su futuro?”.
Acompañando en la reflexión, entendieron que desforestar es nocivo en múltiples aspectos y asimismo el agua es escasa en gran parte del territorio.
Entonces, la sociedad ya ha debido desarrollar mecanismos para administrar el agua entre varios usos y en esas zonas, consiguientemente, se promueven actividades que requieren grandes cantidades de ese recurso y también de energía. Lo cual consideraron ilógico, ya que se terminan generando “enormes depósitos de residuos tóxicos que pueden contaminar las cuencas hídricas”.
Por otro lado, tampoco asumieron como natural que los alimentos se produzcan con altísimos costos económicos y ambientales, por la existencia de un modelo a gran escala “que maximiza el lucro de las grandes corporaciones”.
Siguiendo con los planteos, mencionaron con decepción la cantidad de reuniones que se realizan mundialmente para establecer compromisos sobre el clima, pero que no se cumplen, o las guerras y conflictos globales que terminan acelerando los males de la tierra y la humanidad. Se preguntaron así cuándo el humano será capaz de jerarquizar el cuidado de la salud ambiental y humana sobre el derecho a la ganancia de algunos.
“¿Por qué no pensar que es más racional transformar la organización social para que la relación con la naturaleza permita la continuidad de la vida y que la vida sea en plenitud? ¿No se merecen nuestras niñas y niños que pensemos en su futuro?”, indagaron.
Comprendieron que nadie podría contestar en soledad cómo es que se debería “usar” la naturaleza de la que somos parte, pero sin embargo resulta una interpelación fundamental de esta época. “Como sociedad debiéramos asumir como primer paso que nadie tiene derecho a destruir ecosistemas”, aseveraron.
La maravilla de Tandil, impermeable
Luego de los planteamientos generales, se enfocaron en la cuestión local que, como han dejado en claro desde sus orígenes, les preocupa y mucho. Destacaron lo maravillosamente dotado que ha sido el partido con las sierras, pero lamentaron las acciones a las cuales están siendo expuestas.
Principalmente, con esto hicieron alusión a las edificaciones que avanzan poblando las serranías, donde es sabido que no hay agua suficiente, mientras que el caudal que sube y se usa “se convierte en efluentes que pueden contaminar las napas”. Eso ocurre allí, indicaron, “donde están las mayores áreas de recarga del acuífero y las más vulnerables”.
Aseveraron que esta concatenación de gestiones termina destruyendo la cubierta vegetal, modificando áreas que incluyen manantiales, arruinando el hábitat de especies que forman parte de la biodiversidad que fortalecen a la humanidad.
Criticaron, entonces, que para disfrutar del paisaje haya quienes se lo apropien y devasten, urbanizando espacios serranos, llenándolos de caminos que quedan como grandes cicatrices, abiertas después de cada lluvia, por las cuales escurre veloz el agua, inundando la ciudad aguas abajo.
Estas acciones, tal como identificaron están “impermeabilizando” la ciudad tras la construcción de torres en todos lados y avalando el crecimiento “caótico” en zonas inadecuadas contrariando al Plan de Ordenamiento Territorial.
Finalmente, manifestaron que la reflexión es por lo menos equivocada si se piensa que a Tandil es necesario homenajearla con “obras faraónicas e innecesarias”. Por lo contrario, confirmaron que lo que le hace falta a la ciudad son servicios básicos, acceso a la vivienda y a la tierra para producir alimentos sanos.
“Se descuida a las sierras, un hito de la historia del planeta, que nos abriga, nos dan nombre e identidad”, manifestaron e invitaron a recorrerlas, disfrutar de ellas y generar así un compromiso. Para eso, este sábado realizarán una caminata educativa para reflexionar sobre el cuidado de las sierras y su importancia.