Deporte y turismo
En bici, 9 de Oro comparte hermosos lugares
El grupo de ciclismo tandilense 9 de Oro tiene como propósito promover la actividad, diversión y socialización de sus miembros. Agustina Sofia Copes, una de las fundadoras, relató su historia, anécdotas y parte de la función que cumple desde hace tres años.
Por Tomás Azem (*)
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El grupo 9 de Oro nació en octubre de 2020, cuando dos compañeras de estudio tuvieron de idea de armar un grupo para principiantes, con el fin de enseñar a andar en bicicleta a aquellos que lo necesitaran.
-¿Cuál fue el origen del nombre?
-En la primera salida larga del grupo, hasta De la Canal. El grupo solía hacer salidas cortas, no más de diez o quince kilómetros. Era la primera vez que hacíamos una distancia tan larga; se planificó el camino de ida, que eran 39 kilómetros y el de vuelta, de 25. Alrededor de las 12 íbamos a ir a un almacén de la zona que tenía como horario de cierre a las 12.30. El grupo llegó a la localidad alrededor de las 13, decidió esperar hasta las 15, pero nunca abrió y muy poca gente había llevado comida para reponer energía. Un chico del grupo, sacó un paquete de bizcochitos para compartir y fue ahí cuando se decidió el nombre.
-¿Quién diseñó la marca 9 de Oro?
-El diseño lo hizo uno de los chicos que salía a andar en bici con el grupo. Un día mandó al grupo la marca que actualmente usamos y como nos gustó, quedó.
-¿Y los colores?
-Fueron elegidos por el mismo chico que hizo la marca y nos gustó porque tiene muchos colores diferentes: rosa, azul, amarillo, verde y cualquiera se puede sentir identificado.
-¿Cuál es la propuesta de 9 de Oro?
-Es un grupo de ciclismo recreativo en la ciudad, queríamos hacer algo que la gente disfrute, que no sea tan competitivo, aunque actualmente hay chicos y chicas del grupo que suelen participar de competencias. Por otro lado, la esencia principal está en compartir y disfrutar de cada salida, de estar en grupo y hacer que a la gente le guste andar en bicicleta.
Compañerismo
-¿Qué caracteriza al grupo?
-Que todos podamos compartir juntos las salidas, siempre hay alguien que anda más o menos, gente que recién empieza, así como también hay quienes están con el grupo desde sus inicios. Por esto buscamos fomentar que, aquellos que pueden hacer más, ayuden a aquellos que recién empiezan, ya sea con un empujón o esperando para que nadie se quede solo, todos siempre estamos pendientes de todos. Cuando ambas salimos con el grupo, nos dividimos, una suele ir más adelante y la otra más atrás, para cumplir con esto de siempre ayudar a quien lo necesite o de acompañar a quien se quede atrás. Así que, en general, nos caracteriza el compañerismo, la ayuda entre todos y disfrutar juntos.
-¿Cómo es la relación con otros grupos de ciclistas?
-Es bastante buena. En septiembre vinieron de visita tres grupos de otras ciudades y se les dio un recorrido por varias zonas de la ciudad: hubo diversión, ayuda y charlas. Ese día, en el trayecto, una chica de otro grupo se cayó y ahí estaban unos cuantos En las salidas, siempre nos cruzamos con otros grupos locales y los saludos nunca pueden faltar, ya que esto el propio de la bici.
-¿Cómo describen a los integrantes?
-Es complicado, porque son todos diferentes. Tenemos el compañerismo, preocuparse por el otro, darse vuelta y fijarse, decir ‘¿necesitas algo?’. En el grupo quizás alguien dice ‘no puedo salir porque tuve un problema con la bicicleta’ y siempre hay alguien que te va a decir ‘te presto la mía, yo no puedo salir, pero vení a buscar la mía, yo te la doy’. Siendo parte del grupo siempre vas a tener un 9 de Oro en la puerta de tu casa solucionándote el problema que tengas, para que puedas salir.
Participación
-¿Qué tipos de salidas o entrenamientos suelen hacer?
-Por más que el grupo sea recreativo, buscamos que la gente mejore, que logre afrontar aquello que le cuesta, le da miedo o no le gusta. A veces hacemos todo llano, porque si hacemos lomas todos los días, no a todos les gusta; pero si hacemos llano, buscamos que hagan un poco más de velocidad. Dentro de lo recreativo, se trata pasarla bien, también nos preocupamos porque el que está en el grupo, mejore. A veces hacemos juegos, con ellos buscamos algo más técnico y también fomentamos el compañerismo.
Tenemos suerte de estar en Tandil y de tener un grupo como el nuestro, porque cuando vinieron los de afuera, notamos que les costaba un montón hacer todas las lomas, porque no están acostumbrados a tanto y al ver eso, nos damos cuenta de lo afortunadas que somos de estar acá y saber que hacemos las cosas bien entre nosotros, pudiendo trabajar todo aquello que hace realmente la diferencia con el resto de grupos.
-¿Quién o quiénes se pueden sumar al grupo?
-Cualquier persona que venga a poner buena onda, que se disponga a venir a andar en bicicleta, divertirse, compartir. Se puede sumar todo aquel que tenga bicicleta y casco. Lo más importante es que vengan con ganas de pedalear, de divertirse, de pasarla bien y conocer gente nueva.
-¿Cómo coordinan o preparan sus salidas?
-Nos basamos en el viento, en los kilómetros, en la salida previa. Siempre tratamos de que sean todas diferentes y seguimos buscando caminos nuevos para que sigan conociendo partes de Tandil. Hay un montón de gente que se sigue sorprendiendo con los lugares, y siempre tratamos de hacer algo diferente, divertido. Tratamos de meterle la onda, vamos charlando, conociendo gente, riendo.
-¿Cómo comunican las salidas?
-A veces las publicamos en las historias de Instagram. El día anterior a la salida, empezamos a decir más o menos para dónde vamos, porque hay que ver el viento, no se pueden programar las salidas con una semana de anticipación, siempre tiene que ser un día antes, porque pueden cambiar todas las condiciones climáticas. A veces hacemos día de descenso, aunque no siempre, porque no a todos les gusta, antes hacíamos bastante más. Buscamos hacer salidas que le gusten a todo el mundo y, de vez en cuando, otras experiencias para que la gente se vaya acostumbrando.
Vivencias
-¿Cuáles han sido sus logros?
-Muchas cosas nos enorgullecen. Al inicio no hacíamos salidas de más de 15 kilómetros, no usábamos jersey ni calza con badana, éramos gente ‘común y corriente’, que salía a andar en bicicleta con una mochila y ropa común. Y, de repente, todos fueron creciendo y avanzando, nos asesoramos con la ropa y equipamiento, cambiamos la forma de vestir, andar y ser.
Los logros fueron haber visto a todos mejorar; gente que arrancó sin saber y quiso aprender. Tenemos gente que, a veces, hace 200 kilómetros. Ver eso nos golpea el corazón.
-¿Participaron en algún evento a nivel grupal?
-La primera carrera que hicimos fue una en el castillo de Egaña. Había nivel promocional que eran tres vueltas de nueve kilómetros y el competitivo, de cinco vueltas. Fuimos todos, corrieron nueve, y éramos cincuenta haciendo hinchada. Desde esa primera carrera, varios quisieron seguir inscribiéndose y de esa forma se empezó a participar en eventos de grupo. Luego de tantas participaciones, en agosto de este año, participamos del Desafío de las Tres Cruces en Ayacucho y fuimos el equipo con más participantes, 23.
-¿Qué experiencia personal rescatás de esto?
-Pasarla bien y disfrutar, porque hay un montón de gente que sólo va a ganar.
Todo aquel que desee sumarse, se puede comunicar a través de Instagram a @9deorobike o ponerse en contacto con alguna de las personas del grupo que conozcan.
(*) Esta nota forma parte de la serie de entrevistas realizadas bajo la tutela de la profesora Carolina Cordi por diferentes alumnos de práctica profesional 1 en la carrera de Comunicación Social Para El Desarrollo Local del ISFD y T 10, cada uno de los cuales eligió un entrevistado.