142° Aniversario
“Ellos tienen todo el empuje y yo no me resisto al cambio”, dijo Rogelio Rotonda en el 142° aniversario del diario
En una charla distendida junto a sus hijos Rodrigo y Gonzalo -en la que no faltaron las anécdotas familiares y las lágrimas-, los tres responsables de El Eco realizaron un balance de la historia del diario. También se refirieron a la situación que atraviesa la industria en general, a la incorporación de nuevas plataformas y al papel que juega la inteligencia artificial en la producción de noticias.
Ayer, en el 142° aniversario del diario El Eco de Tandil, su dueño y director Rogelio Rotonda destacó la importancia de salir de “la zona de confort” para continuar creciendo como Multimedios, valoró el aporte de sus hijos Rodrigo y Gonzalo y deseó, emocionado, que “nunca se cierre El Eco”.
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En una charla distendida junto a dos de sus hijos en el programa especial por el aniversario del matutino nacido en 1882 -en la que no faltaron las anécdotas familiares y las lágrimas-, los tres responsables de El Eco realizaron un balance de la historia del diario que es testigo y registro de la historia de Tandil, se refirieron a la situación que atraviesa la industria en general, a la incorporación de nuevas plataformas y al papel que juega la inteligencia artificial en la producción de noticias.
Rogelio fue el primero en hablar y lo hizo reconociendo el cambio de época en torno a los distintos formatos periodísticos. “Por supuesto que el diario ya no es lo que era, sería de necio negarlo”, aseguró.
“En una charla que di en Adepa en Buenos Aires, dije que ‘antes decíamos: no hay nada más viejo que un diario de ayer. Y hoy, lamentablemente, podemos decir que no hay nada más viejo que un diario de hoy”, señaló Rotonda, y agregó: “porque si uno se limita a la noticia, ve impreso ‘ganó Argentina’ cuando ya vio el partido, escuchó los comentarios y lo vio en nuestra propia web”.
“Pero el papel tiene algo que añade al resto, queda para siempre y significa un placer para quien toma un diario; uno lo disfruta, vuelve, tiene otros tiempos”, dijo valorando todo lo que conlleva contar con el objeto diario.
De todas maneras, destacó la importancia de salir de “la zona de confort” para crecer como Multimedios. “El único que no se resiste al cambio es un bebé hecho caca”, indicó el mayor de los Rotonda.
“Todos nos resistimos al cambio porque nuestra zona de confort es ésta”, remarcó.
Y explicó: “supongamos que nuestra zona de confort fue el diario”. “Fuimos incorporando radio, televisión, web, redes sociales. Yo solo no lo hubiera hecho; vinieron ellos dos y para mí fue la gloria, lo mejor que me pudo haber pasado”, dijo sobre la llegada al Multimedios de sus hijos Rodrigo, hoy subdirector, y Gonzalo, actual responsable de Contenidos.
“Los hitos para mí fueron la llegada del offset, el cambio al color pero la llegada de esos dos fue lo más importante”, reiteró.
“Porque yo estoy acostumbrado a otra cosa. Muchas veces Rodri, que es bastante crudo, me dice: ‘si vos no me vas a seguir el ritmo, apartate’. Y a mí me da una bronca terrible, por supuesto, porque yo sé que lo hice, pero sé que no puedo o quizá puedo y tal vez no tengo las ganas: ellos tienen todo el empuje, entonces apoyo y no me resisto al cambio”.
Durante la charla que se desarrolló desde las 13 en los estudios de El Eco Multimedios se leyeron diversos mensajes de saludos del público y familiares y se proyectó el corto institucional “El valor de la palabra” realizado por la productora Cinco Cuerdas para esta ocasión.
“El ADN de siempre innovar”
Como parte de una nueva generación de empresarios, Rodrigo Rotonda se refirió a la importancia de no temerle a los cambios y la transformación y al valor agregado de planificar para contar con un margen de adaptación en caso de que el resultado no sea el esperado.
“Hoy uno agarra un papel y sigue teniendo eso: lo ve, lo huele y lo siente como tal”, reconoció el hijo mayor de Rogelio Rotonda y agregó que “en unos años, muy probablemente, muchas de las cuestiones que nosotros hoy decimos que son físicas, terminen siendo virtualmente físicas”.
“Nosotros, como industria, tenemos que empezar a evaluar qué rumbo puede llegar a tomar esto porque a uno lo ayuda a estar mejor parado cuando suceda, y que no sea tarde”, comentó y ejemplificó con lo que sucede con la herramienta tecnológica de la inteligencia artificial.
“La inteligencia artificial puede hacer más que lo que nosotros pensamos que puede llegar a hacer”, dijo Rodrigo y añadió que “la gran limitante que tiene toda esta tecnología es que no siente”.
“Pero cada vez son más los avances que llevan a que sí empiece a sentir, a que vos estés interactuando con una inteligencia artificial y no te des cuenta de eso”, señaló.
Por otra parte, resaltó el potencial de contar con un plan de trabajo bien definido.
“Hay gente que dice ‘yo no planifico porque no sé qué va a pasar con el futuro’ y a mí me encanta refutar eso y decir: ‘planificar hay que planificar igual, porque de última tenés un plan y podés ir ajustándolo ante los cambios que van a suceder’”, sostuvo el subdirector de El Eco.
Y manifestó que “creo que eso está en el ADN que me inculcó papá: no tener miedo al cambio y a hacer”.
“No hacer es una decisión, pero tiene que ser una decisión pensada el hecho de no avanzar, así sea un paso”, señaló.
“Creo que hoy lo que define a El Eco –al margen de las personas, que en cualquier empresa de servicios son lo más importante- es el ADN de siempre innovar y siempre intentar estar un paso adelante sabiendo que contamos con una ciudad sumamente pujante”, destacó.
Y fue incluso más allá, al valorar el contexto socio-cultural y la ubicación geográfica de este municipio: “Muy probablemente El Eco de Tandil no sería lo que es hoy si no estuviese en una ciudad que no fuese Tandil”, señaló.
“No hay que tenerle miedo al cambio”
“A la inteligencia artificial no hay que tenerle miedo y hay que verla como una aliada”, aportó por su lado Gonzalo, el menor de la familia Rotonda, y resaltó la magnitud de “no tenerle miedo al cambio”.
Gonzalo se ha convertido en un pilar periodístico fundamental para la versión digital de El Eco de Tandil.
“Creo que no hay que tenerle miedo al cambio, pero siempre está la resistencia”, dijo el ahora responsable de Contenidos de El Eco.
“Creo que hay que ir aggiornándose, sin tener miedo”, reiteró y contó que al periodismo “lo elegí, seguramente por haberlo mamado desde tan chico”.
Además, comentó que si bien en un principio se interesó por Deportes, hoy agradece el hecho de que esa sección del matutino ya se encontrara cubierta porque, de esa manera, pudo descubrir otras áreas todavía no exploradas.
Ahora –confesó- disfruta incluso de abocarse a temas o secciones que “cuando estudiaba no me gustaban y que trataba de evitar”, aseguró.
“Lo queremos seguir sosteniendo”
Para terminar, y consultado sobre cómo vislumbra el futuro de este diario –el cuarto más antiguo de la Argentina-, Rogelio Rotonda sostuvo que “cambian las costumbres” porque “ha cambiado el mundo”.
“Hasta cuándo seguirá, sólo Dios lo sabrá. Hoy es pérdida y lo sostenemos y lo queremos seguir sosteniendo”, dijo el propietario y director del Multimedios.
En ese marco recordó una frase que identifica a un período de tiempo. “Nosotros nos cuidábamos del camión y nos agarró el acoplado: nos cuidábamos de Internet y nos agarró la pandemia”, manifestó, y especificó que “la gente, con Internet, se empezó de a poco a alejar del diario en papel y nuestra preocupación era Internet”.
Pero después “viene la pandemia. A alguno de esos que siempre existen se le ocurrió decir ‘ojo que el papel transmite el Covid’; ése fue el acoplado”, consideró.
Pese a todo esto –apuntó Rogelio- “seguimos. Son cada vez menos los diarios diarios, porque se han transformado en periódicos, en semanarios; alguno se ha hecho cooperativa”, como Radio Tandil, ejemplificó.
Y expresó que “yo extraño mucho la competencia de Nueva Era. A mí me dio mucha, pero mucha pena que cerrara”.
“Yo no quiero que se cierre El Eco, nunca”, dijo visiblemente emocionado, en referencia al diario de papel.
Y comparó que “hoy mucha gente no puede comer carne por la situación. El país va a mejorar y van a poder comer carne”. Pero –sostuvo- “la gente que deja de comprar el diario, nunca más lo va a comprar porque cambian las costumbres y ha cambiado el mundo”.
“Hasta cuándo seguirá, sólo Dios lo sabrá. Hoy es pérdida y lo sostenemos y lo queremos seguir sosteniendo”, aseguró.
Y finalizó, entre lágrimas: “Ojalá que yo siga llorando muchos años más delante de cámara por El Eco”.