Reclamo barrial
El Tropezón, otro de los barrios que sufre la falta de integración urbana
Las calles se inundan cada vez que llueve, imposibilitando el paso de los autos y llegando a inundar algunas de las casas. El año pasado se instaló defectuosamente un cordón cuneta en la calle Piccirilli, que lejos de solucionar el problema, trajo mayores complicaciones.
En las últimas semanas se informó la dificil situación a la que se enfrentan los vecinos del barrio La Movediza en materia de infraestructura, por la cual una simple lluvia es capaz de inundar varios hogares. A pesar de los múltiples reclamos, no se han realizado acciones significativas por parte de las autoridades, apenas medidas paliativas que no cortan el problema de raíz.
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En este contexto, El Tropezón se sumó a la lista de barrios que requieren una intervención urgente, con obras que mejoren los caminos y esquinas del lugar, ya que cada vez que llueve es un martirio para los vecinos, que no pueden circular con sus autos porque el agua se extiende por toda la calle, llegando a afectar a algunos hogares que sufrieron inundaciones.
El año pasado, se construyó un cordón cuneta en la calle Piccirilli, desde Lunghi hasta varias calles hacia adentro del barrio, pero lejos de solucionar la problemática, la empeoró, ya que en las intersecciones se forman espejos de agua por la inclinación del camino, que crecen en cada lluvia inundando todo. La barriada asegura que lo que se pidió realmente era que se pavimente o se regularice el empedrado, ya que el cordón cuneta por sí solo no evitaría que el agua se acumule.
Piccirilli no es la única calle afectada, Riato también tiene irregularidades en toda su extensión, y por si fuera poco, en la intersección de esta calle con Navarro, dejaron un enorme montículo de tierra durante las obras, que con el correr del tiempo se transformó en un pastizal, el cual se empantana impidiendo la circulación.
Mary Muñoz, vecina del barrio, en comunicación con El Eco de Tandil, describió la situación que viene ocurriendo desde hace un año, y contó que se han organizado para elevar distintos reclamos, pero aún no han obtenido respuesta por parte del Municipio.
“Hace un poco más de un año hicieron el cordón cuneta en Piccirilli, pero hay un bajada en esa calle y Riato, que es un desastre como lo dejaron, se hace un barrial cuando llueve que han tenido que sacar los autos los mismos vecinos o los camiones que están ahí. Nadie puede pasar, y todo Riato es lo mismo, hay días en lo que es un rio directamente”, aseguró Muñoz.
Por otro lado, afirmó que la obra defectuosa no era lo que habían pedido los vecinos, ya que lo que se precisaba era pavimentar o regular el terreno, y agregó que se les viene prometiendo otros proyectos de urbanización, que por el momento no se están realizando.
“Riato nos habían dicho que la iban a asfaltar, todavía estamos esperando, pero que asfalten, no queremos cordón cuneta como en Piccirilli que es un desastre, lo hicieron mal, está alto, se hace como una laguna, y toda ese agua va para todos lados. Los vecinos habían pedido que se asfalte, no que hagan eso, y encima lo hicieron mal” contó.
Respecto del montículo de tierra, explicó que lo tiraron justo en la puerta de la casa de su hermana, la cual pidió que lo levanten con la pala y se lo lleven, pero tampoco logró que la escuchen.
Muñoz sostiene que estas injusticias ocurren porque El Tropezón no es un barrio céntrico ni turístico, por lo que las autoridades no les prestan atención. “Nadie hace nada, no nos escucha ni el Intendente ni los funcionarios, nadie, hacen obras para el centro y no para los barrios de alrededor, y El Tropezón es una zona olvidada” sentenció.
En los próximos días, los vecinos unirán sus reclamos y se presentaran ante la Municipalidad para hacer visible la problemática. “Todos trabajamos entonces es difícil organizarnos, pero lo vamos a hacer porque no podemos seguir así”.
Por último, insistió en que el pedido no es para nada complejo y que se puede llegar al fin de esto con un mínimo de voluntad. “Necesitamos una solución ya, que venga y pase la maquina o pongan empedrado, no es tan difícil, hay días en que el agua va de vereda a vereda, o de cordón a cordón, porque no tenemos veredas nosotros”, finalizó.