El tandilense Ramiro Porro se instaló en Perú, donde triunfa como actor y modelo

El tandilense Ramiro Porro, de 29 años, triunfa en Perú como modelo y actor. Llegó a ese país en 2015 y enseguida comenzó a trabajar en publicidades. Hoy ya realizó unas treita campañas -entre fotos y spots televisivos- y filmó una novela que está próxima a salir al aire.

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Ramiro, “Rama” como le dicen sus familiares y amigos, nació y se crió en Tandil y fue al colegio San José. Luego estudió derecho y se recibió en Buenos Aires, donde también trabajaba y jugaba al rugby. Además de actuar y modelar, canta y toca la guitarra.

Por estos días se encuentra de vacaciones en Tandil y visitó los estudios de Eco TV, donde lo entrevistó Cecilia Corán, en el programa “La ciudad”, y contó su historia. También, adelantó que está próximo a partir a Oceanía, antes de volver a Perú. “Siempre me gustó viajar”, dijo.

Su primer trabajo

“Rama” contó que se fue a Perú por seis meses y pensaba llegar hasta Centroamérica, pero finalmente se instaló allí. “Me recibo de abogado y hablo con Matías Passucci, un amigo de toda la vida que estaba ya viviendo en Perú. Como soy el típico cararrota que siempre tuve la vocación de actor, me insistía para que vaya”, relató en la entrevista.

En cuanto a su vocación de actor, señaló que “es innata” y si bien había hecho algún curso, no había comenzado a estudiar por falta de tiempo, ya que en Buenos Aires trabajaba en Galeno y en estudios jurídicos, jugaba al rugby, vivía solo y estudiaba. “No me daban las 24 horas del día para hacer más cosas”, confió.

“Con el bloqueo del dólar en 2015, tenía muchas ganas de viajar, había terminado la carrera y para no seguir sumando obligaciones y postergar el disfrute o la aventura, me dije ‘si no hago el viaje ahora, no lo voy a poder hacer nunca más’”, expresó “Rama”.

“Me arriesgué. Dejé el trabajo, yo estaba en Galeno ART, y me fui”, resumió y narró que “llegué el 1 de octubre a Perú, a la de Dios, con un bolsito y buscando aventura. Ya había hecho contacto con varios amigos, y ya había recorrido gran parte de Sudamérica como mochilero y con una banda de música”.

Allí lo recibió su amigo Matías Passucci, quien ya trabajaba como actor y modelo. “El 2 de octubre me pasa a buscar por la residencia donde estaba quedándome, y me dice que lo acompañe a un casting de Cusqueña, que es como la cerveza Quilmes de Perú. Mientras charlábamos, llegamos a la castinera y viene la productora, le toma los datos a Matías, llena la planilla. Entra Matías al casting, y sale la productora y me dice ‘¿Ramiro eras vos? ¿No te interesaría hacer el casting porque estamos buscando un chico con tu perfil?”, recordó.

Entonces, le comentó a su amigo e hizo la prueba, pero dejó el teléfono de Matías porque aún no contaba con un móvil. Al lunes siguiente, lo llamaron a Passucci y le avisaron que había quedado Ramiro.

“Después de eso empezaron a venir varias marcas, empecé a hacer modelaje, publicidad, y después devine en una novela”, contó en la entrevista con Cecilia Corán.

La novela

En Perú, se hicieron amigos de los chicos que hacían Rebelde Way y uno de ellos, Francisco Bass, se convirtió para “Rama” en un padrino en la actuación, colaboró en su formación y lo ayudó a perfeccionarse. Entonces, comenzó con las obras de teatro y a participar en castings.

Así le llegó la posibilidad de transformarse en el galán de una tira de televisión. “Justo en esta novela tan particular buscan a un argentino, que era un productor de comerciales. El personaje encajaba, tuve varios castings, seis pruebas. Es un personaje muy controvertido porque es bisexual, sobre todo en una sociedad tan cerrada y conservadora como Perú. Se estaban rompiendo muchos esquemas. Todavía no salió la novela”, explicó el tandilense.

Además, informó que la tira se va a emitir en el prime time del principal canal de Perú, por lo que hay expectativas, pero además se verá en Bolivia y Ecuador, sociedades que también son conservadoras.

Una anécdota

Ramiro Porro afirmó que es muy profesional en su trabajo, porque “es una forma de ganarse la vida”. Por ese motivo, cuida su imagen y se toma en serio el gimnasio, donde hace unos 2500 abdominales diarios y con peso.

“Me encontré con un mundo que era totalmente distinto al de la oficina que venía manejando”, dijo sobre la posibilidad laboral que se le abrió en Perú, un país en donde hay menos competencia en los medios.

En relación a su profesión, relató una anécdota: en una oportunidad, junto a su amigo Matías les tocó hacer fotos para DirecTV destinadas a flyers y firmaron un contrato. Regresó de visita a Argentina y encontró su imagen en carteles por la Panamericana, entonces fue a hacer el reclamo a la productora y ofició como su propio abogado.