SISP
El SISP presentó un protocolo unificado para el tratamiento de la hipertensión
El Sistema Integrado de Salud Pública implementó el nuevo protocolo unificado para el seguimiento de las personas que padecen hipertensión. El doctor Tomás Baliña, director de Salud Comunitaria, señaló: “La idea es intensificar los tratamientos, hacer un seguimiento mucho más activo por lo tanto esto no involucra solamente a los médicos”.
Uno de los grandes temas a tratar por el mundo de la salud es la cuestión de la hipertensión. Cada vez más personas presentan inconvenientes en su bienestar a causa de este diagnóstico. Según cifras oficiales, la hipertensión afecta a uno de cada tres personas adultas lo que la convierte en un factor de riesgo determinante para las principales causas de muerte en el mundo, como puede ser un desenlace coronario o un accidente cerebrovascular.
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Para realizar un mejor tratamiento sobre la cuestión, el Sistema integrado de Salud Pública (SISP) elaboró un nuevo protocolo que se dio a conocer en los últimos días. De la confección del mismo participó el equipo de Salud Comunitaria, tanto médicos como enfermeros, y del Hospital Ramón Santamarina, del servicio de cardiología, farmacia y cómputos, además de la junta directiva del nosocomio local.
“Estamos muy contentos de haberlo presentado”, explicó Tomás Baliña, director de Salud Comunitaria, en una entrevista brindada a “Momento D” (104.1 Tandil FM, El Eco Streaming y Eco Tv). El doctor comunicó que la idea de elaborar un protocolo unificado es generar acuerdos para los diagnósticos y los tratamientos de la hipertensión. “Tener algo consensuado para que todos vayamos en la misma sintonía de cómo abordar este problema y cómo ir haciendo ajustes”, aseguró.
El protocolo en cuestión es una adaptación de una iniciativa de la Organización Panamericana de la Salud que se llama Iniciativa Hearts. La misma establece cuáles son los tratamientos de primera línea, con los que se debe iniciar los tratamientos, además instaura con que medicamentos se debe realizar estos mismos y también fomenta la realización de lo que se llama “Cálculo del riesgo cardiovascular global”.
El protocolo
Una de las cuestiones que se propone este método es pensar a la persona en su conjunto, que puede tener un riesgo cardiovascular aumentado por distintos factores: ya sea por el tabaquismo, el colesterol, el sobrepeso, el sedentarismo, la hipertensión o la diabetes.
Para explicar esta cuestión, Baliña afirmó: “No es lo mismo el tratamiento de una persona hipertensa, que tiene solo hipertensión, a una persona que tiene hipertensión y además tiene tabaquismo, sedentarismo, el antecedente de una enfermedad coronaria, etc”.
En ese sentido, el protocolo establece que lo primero a realizar es el “Cálculo de riesgo cardiovascular” en todos los pacientes para definir cómo van a ser los sucesivos escalones que hay que transitar en el debido tratamiento. Luego se monitorea de cerca a la persona para lograr la meta inicial que es colocar la presión por debajo del valor de 140/90.
“No alcanza solo con la pastilla, insistimos en la medicación sin sal, de la actividad física, de la reducción de peso”, aseguró el doctor que luego continuó contando los pasos del protocolo: “Si dentro de un mes no logramos tener la presión por debajo de ese valor hay que aumentar el tratamiento al segundo escalón, que en nuestro caso es con otra droga que tiene otro mecanismo de acción que complementa y potencia la acción antihipertensiva”.
De esta manera se conforma un trabajo en distintos escalones para ir avanzando en el tratamiento hasta lograr las metas en el tratamiento de la enfermedad. “Según datos recientes, por cada 1% de mejora en el control de la hipertensión en la población, se reduce un 3% las muertes por ACV y un 2,5% las producidas por infartos. Esta relación directa entre el control de la presión arterial y la disminución de la mortalidad subraya la necesidad de intervenciones efectivas y sostenibles”, afirmó Baliña.
Un diagnóstico traicionero
En muchas ocasiones las personas que padecen hipertensión no tiene síntomas evidentes, esto hace que sea un problema el tratamiento porque los pacientes se sienten bien y no tienen ganas de tomar medicación. “El problema es que la presión va generando un daño en las arterias y las venas que se manifiesta en el largo plazo en problemas como el infarto, como el acv o los problemas renales. Por eso es importante mantenerla por debajo de los 140/90”, explicó.
A su vez, el director de Salud Comunitaria comentó que “se considera que una de cada cuatro personas hipertensas no conoce su diagnóstico, hay otra que sabe que es hipertensa pero nunca hizo tratamiento, otra hace un tratamiento pero por ahí no está alcanzando y solo una de cada cuatro personas está logrando un tratamiento adecuado para su presión. Solamente esa persona está teniendo una reducción de las chances de desarrollar estos eventos, el resto no está logrando generar una protección”.
Por esa razón, el protocolo en cuestión propone intensificar los tratamientos y hacer un seguimiento mucho más activo. “Nos entusiasma, estamos hablando de un problema muy prevalente pero la buena noticia es que hay intervenciones efectivas, que podemos controlar bien la presión, que tenemos los recursos necesarios y los equipos entrenados para hacerlo” aseguró Baliña.
Por último se informó que a la hora de llevar a cabo los tratamientos, el SISP se encarga de proveer de medicamentos a los pacientes con cobertura pública exclusiva y que para las personas con Obra social, en el caso de que se atiendan en el sistema público se le realizará una receta para que gestionen mediante su obra las provisiones.
El SISP hoy provee la medicación para los pacientes con cobertura pública exclusiva y las personas con obras social, en el caso de que se atienda en el sistema público le hacemos la receta para que vaya a su obra a gestionar.
“Tenemos expectativa de lograr un buen impacto, como todo proceso de cambio va a llevar tiempo su implementación, va a llevar ajustes, mejoras continuas pero se empezó y estamos entusiasmados”, cerró Baliña.