El Sindicato de los Municipales transita el “semáforo” entre la crisis en Salud y la incertidumbre salarial
El secretario general Roberto Martínez Lastra analizó la situación de la ciudad que atraviesa sus peores días desde el alerta por la pandemia. Planteó preocupación por los trabajadores del Sistema de Salud que están “agotados”. Si bien dijo que entiende las razones del Intendente para implementar el semáforo epidemiológico, teme que las “represalias” de la Provincia pongan en riesgo los salarios de los trabajadores. “Va a estar bravo”, vaticinó sobre las próximas semanas.
El secretario general del Sindicato de Trabajadores Municipales de Tandil, Roberto Martínez Lastra, evaluó las medidas que implementó el Intendente para monitorear la situación epidemiológica. En plena luz roja del semáforo, el experimentado dirigente trazó algunas hipótesis sobre el impacto que la decisión política de Miguel Lunghi podría tener en la ciudad y expresó su temor por las “represalias” que pueda tomar la Provincia. Por caso, advirtió que un recorte en la coparticipación pondría en peligro los recursos para pagar los salarios, sumado al incremento previsto para octubre.
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Cauto, reflexivo y un tanto fastidiado por la escasa tolerancia a las opiniones que detecta en las redes sociales, dialogó con El Eco de Tandil y se mostró preocupado por lo que pueda venir en los próximos meses, tanto en relación al virus como a la situación financiera del Municipio. También reconoció la crítica realidad que transitan los “compañeros” del área de Salud y mencionó la enorme tarea de los que llevan meses en los puestos de control sanitario, apostados en las rutas.
-¿Cómo tomaron la decisión del Intendente de implementar este nuevo sistema del semáforo?
-No hemos sido consultados, como no fuimos consultados nunca en este tiempo de pandemia. Se ha creado un comité de crisis, que nosotros desde el vamos dijimos que queríamos participar por lo que podíamos aportar. Por más que trabajemos en el sector salud, la mayoría de nosotros no somos profesionales de la salud con títulos, sino que trabajamos en salud y podemos aportar la experiencia de cómo se puede trabajar en equipo, en grupo, en el caso de pandemia. El convenio colectivo lo dice, que el sindicato en este caso tendría que aportar lo necesario a través de los compañeros que pueden sumar mucho al tema. Por más que lo hemos hablado en paritarias, que queríamos ingresar, nunca fuimos invitados a participar.
De estos estadios no nos informaron nada. Puedo llegar a entender lo que quiere hacer el Intendente, porque la gente quiere trabajar, lo estamos viendo. Hay gente que no puede trabajar en este momento y quiere hacerlo. Al llegar tantos casos a Tandil, ha dicho vamos a manejarnos sin lo que nos impone Provincia. Pero nosotros estamos viendo que si no nos manejamos con una conducta que tengan Nación, Provincia y la Municipalidad, parece que vamos medio mal. Es más, puede llegar a tener consecuencias nefastas a nivel económico para Tandil, porque vamos a depender de una coparticipación que capaz que no sea la misma. Después se toman las represalias, se ve que políticamente lo sabemos nosotros que nos sentamos a la mesa (de negociación paritaria).
-Es decir que no comparten esta decisión del Intendente de salir de las fases e ir a un sistema propio…
-No, no lo compartimos. Hoy, si lo analizamos, en provincia estamos en Fase 4. Los bancos están abiertos porque dependen del Banco Central, como otras situaciones. Y quizás un albañil que le falta terminar un pedazo de techo para que la gente habite una vivienda, no lo puede hacer, y tal vez le faltaban tres días para terminar y no lo puede hacer porque lo multan. Eso me parece un poco incoherente. Si es rojo, cómo llegamos y después, por ahí se mejora un poco y seguimos en rojo pero se deshabilitan otras actividades. No me queda nada claro.
Si lo analizo, me guste o no me guste el sistema de fases, tenemos que acatar lo que se hace mundialmente, lo que se hace a nivel nacional y provincial. Tenemos que acatar.
-En cuanto a los trabajadores municipales, ¿siguen con su régimen normal en este Estadio Rojo?
-Muchos trabajadores de la Administración Central están en parte de servicio, algunos trabajan 15 días y 15 días no; a otros les acomodan los horarios para que puedan tener menor carga horaria.
Los que están más perjudicados en este momento, porque están en pleno foco de la pandemia, son los trabajadores del Sistema Integrado de Salud. Nosotros le decíamos (al Ejecutivo) en su momento, cuando no había casos, que rotemos al personal, que dejemos si hay cuatro en una sala que se tomen unos días porque esto va a venir en grande… Ahora encontraron al personal cansado, agotado.
Puertas abiertas
-Imagino que tuvieron contacto desde el Sindicato con el personal de Salud, ¿cuál es la situación?
-Permanente. El sindicato siempre estuvo abierto, nunca cerró. En pandemia, por su puesto, divididos en grupos por día para que no nos toque a todos juntos en el gremio si llega a pasar algo y poder seguir atendiendo. Eso es lógico y si lo hacemos nosotros, lo tendrían que haber hecho en el Hospital.
-¿Tienen temor a los contagios? ¿Qué dicen enfermeros y mucamas que son de los que más se exponen?
-Hay cosas que se dicen que uno puede llegar a ver… No se dice todo lo que hay y hay que empezar a decir. El virus empezó a circular por toda la ciudad y hay que tratar con el virus. Lo que hay que hacer es cuidarse más de lo que nos estábamos cuidando y empezar a convivir con el virus, que algún día se va a terminar.
Lo que pasa es que ahora se están contagiando o no; o se contagia un compañero de la Salud y capaz que son diez que tienen que ir todos a aislamiento, y ahí empieza la deficiencia. Si analizamos, la mayoría de las personas que son positivas está pasando la enfermedad en la casa. No es tanto por los internados, pero la semana pasada se empezó a ver gente internada y ahí vamos a ver la deficiencia de los trabajadores de la salud. Empezaron a enfermarse algunos compañeros y los otros tienen que hacer el aislamiento, y se empieza a perjudicar. Más con la precaución de lo que puede llegar a venir, porque hay cientos de casos que todavía no se sabe los resultados y esto lo estamos viendo 12 ó 14 días para atrás. El miedo es ese.
Lo debe tener más preciso el Intendente, que hace estos cambios para tratar de modular que la enfermedad no choque tanto. Yo pienso que hay muchos casos más de los que se dice en los reportes.
-¿Los trabajadores están haciendo más horas para cubrir a esos compañeros aislados?
-Primero y principal, el DNU que se hizo a través de Nación no se concretó acá en Tandil, no se tuvo en cuenta tampoco, se desoyó. Hay compañeros de 60 años que son personal de riesgo y están trabajando. Tuvimos que mandar a Provincia y a todos los organismos para que se cumpla ese decreto, para que se vea que acá se está vulnerando. Había compañeras embarazadas que tuvimos que exigir que no vayan a trabajar, o compañeras que tienen bebés, son sostén de familia y si se llegan a contagiar es un problema para la casa. Todo eso lo tuvimos que exigir y no sale en los medios, pero continuamente hay notas y justo se paró todo diez días, que no pudimos juntarnos porque estuvo todo el Ejecutivo aislado.
-¿Se pudo solucionar en esos casos o sigue todo igual?
-Son casos particulares. En general, podrían decir en esta sala entran dos y rotan dos, la semana siguiente vienen otros dos. Ese acuerdo no se ha hecho. Si cae un caso individual, vamos por el caso individual porque el compañero viene, o nos informan que hay un problema en tal lado y vamos. No se ha hecho a nivel general.
Se está emparchando. Lamentablemente, porque nadie quiere que esto vaya mal, pero se está emparchando. Y como van los partes, un día se va a terminar la solución de emparchar y no sé qué vamos a hacer.
-El personal de salud ya estaba justo, por ejemplo en enfermería, no sobraba gente para cubrir a los que se puedan enfermar de Covid-19, ¿cómo se organiza?
-No, y hay enfermeros que tienen ciertas patologías que no pueden ir y son muy pocos los de terapia también. Por ahí un enfermero de sala puede llegar a solucionar, cubrir una parte del problema, pero gracias a Dios que en terapia intensiva no hay mucha gente, no han caído muchos enfermos, por eso se puede decir que la enfermedad se está sobrellevando en la casa o en lugares de aislamiento, y pasan los días y se recuperan las personas.
-¿Qué pasa con los elementos de cuidado personal? ¿Los tienen?
-Nosotros ya lo denunciamos a esto, que les daban tapabocas y muchas cosas más, y recibíamos cantidad de barbaridades en las redes sociales. Nosotros decíamos que hubo gente de la sociedad que aportó el dinero y la Provincia aportó para que los compañeros tuvieran suficientes elementos para afrontar esta pandemia. Tuvimos que mostrar lo que les daban y no nos creyeron. La mayoría decía que estábamos haciendo política, quiénes son estos gremialistas que vienen a hablar ahora. Entonces mejor, para no tirar más leña al fuego, ni nos metíamos. Hoy los que están en terapia tienen los elementos, pero no los tienen todos, no están cubiertos todos los elementos. Ya veremos cuando caiga más fuerte, que espero que no y que tengan los compañeros los elementos necesarios.
-Es decir que de marzo hasta ahora no se compraron los elementos de seguridad, ¿de las salas Covid tampoco?
-Si se han comprado, no lo hemos visto. La parte médica ha exigido los elementos y pienso que se los han comprado. Nosotros no tenemos mucho diálogo con los médicos. De la parte de enfermería se quejan en muchos lugares de que no tienen los elementos necesarios y han salido enfermeros a hablar.
Diálogo en stand by
-¿Van a retomar el diálogo con el Ejecutivo? ¿Hay alguna reunión prevista?
-Tenemos que solucionar los problemas del sector obrero que veníamos reuniéndonos y cayó con Covid positivo el jefe de Gobierno y nunca más nos encontramos. La gente está esperando una respuesta, me llama. Ya vamos dos semanas sin un diálogo, sin juntarnos y vamos a esperar estos siete días que termine la medida (del Estadio Rojo), pero un día la gente no va a esperar más.
Miren lo que pasó con la policía. Ya saltaron los médicos también en Buenos Aires. Acá hubo un grupo de enfermeros autoconvocados que empezó a plantear su problema. Está bravo, porque nosotros podemos opinar que estamos de acuerdo con el reclamo de la policía que está cobrando poco, pero no con el método de ir armados. ¿Pero le van a decir que no a un tipo que está cobrando 34 mil pesos y le pegan un balazo por cualquier cosa?
“Va a estar bravo”
Sobre el final de la entrevista, Roberto Martínez Lastra reflexionó que ante el complejo panorama de la pandemia “hay que andar tranquilo”, aunque aseguró que el foco debe estar en “tratar de resolver los problemas de los trabajadores”.
En cuanto a las semanas que se vienen, consideró que “va a estar bravo, porque nosotros tenemos un pedido salarial para octubre y siempre nos dijeron que si se llega a poner bravo, no saben si van a poder pagar”.
En ese sentido, reparó en “la actitud que tomó el Intendente ahora, de ponerse rebelde con la Provincia y con Nación, no le van a mandar un mago de coparticipación. El Intendente va a decir que no nos va a poder pagar los sueldos con el aumento que tenemos. ¿Cómo va a resolver la gente? ¿Creen que le va a tirar flores? Esto es muy descabellado”.
Sobre la decisión que adoptó el jefe comunal, evaluó que “quizás lo tenía que hacer porque era muy pedido por la gente que está alrededor, la Cámara Empresaria y todo eso, pero no tomó en cuenta a los trabajadores. Los trabajadores se expresan de otra forma, no van por cámaras virtuales. Eso es lo que quiero que entienda la sociedad, que los trabajadores se expresan de otra forma. No están con la camarita por todos lados diciendo qué vamos a hacer hoy. No. Me golpean las puertas del gremio, me llaman y vamos a tal lado. Y así nos expresamos los trabajadores, fue toda la vida así”.