El servicio de recolección incorporará personal para aumentar la operatividad
Desde el área de recolección domiciliaria de residuos aseguraron que se trabaja con un ajustado esquema de empleados y camiones para cubrir los recorridos urbanos. Durante el último tiempo debieron adaptarse a las bajas por coronavirus, rotura de unidades y vacaciones del personal, entre otras cuestiones que comprometen la ejecución del esquema. Si bien no se adquirirán nuevos vehículos, la Dirección de Servicios contratará cuatro trabajadores para aumentar la operatividad.
El director de Servicios Urbanos de la comuna, Claudio Fuentes, confirmó que próximamente se incorporarán al servicio de recolección domiciliaria de residuos cuatro empleados más que contribuirán a optimizar el sistema, comprometido a menudo por la escasez de personal y la rotura de los camiones.
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En contacto telefónico con el programa “Cosas que pasan” (104.1 Tandil FM), el funcionario explicó que el año que pasó fue “muy malo” y que debieron hacer frente a numerosos conflictos que complejizaron aún más la coyuntura pandémica.
“Pusimos mucha voluntad después del conflicto por el tema de los bonificaciones adicionales, tuvimos que aplicar protocolos Covid, también tuvimos problemas con los camiones y hasta debimos hacer servicios desdoblados”, repasó.
El área es un foco de tensión permanente por los diversos problemas que suelen suscitarse tanto a nivel de los trabajadores como de los recursos disponibles para completar los recorridos tanto diurnos como nocturnos. De hecho, en el último mes, se registraron algunos inconvenientes en los trayectos debido a baja de personal por aislamiento, vacaciones o por falta de unidades recolectoras.
Al respecto, Fuentes detalló que “se repararon los camiones más viejos, ahora hay dos vehículos que precisan service porque pagamos las consecuencias de haberlos usado mucho. Hemos tenido hasta cuatro en reparación”.
Las falencias del esquema
En torno al periodo vacacional, refirió que debieron solicitar al sector de recursos humanos el desdoblamiento de las vacaciones a siete días, cuando por ley son catorce que, en general, se toman de corrido, para poder mantener cierto dinamismo operativo.
Producto de estas cuestiones, en algunas zonas de planta urbana el camión pasa día por medio ante la imposibilidad de organizar el cronograma para que se cubran todos los recorridos a diario.
En este momento, se ejecutan trece recorridos con doce camiones y aseveró que quedan “muy pocos lugares sin recolectar” y que pese a estas salvedades, no se registra acumulación de basura en ninguno de los puntos.
“En algunas zonas se hace día por medio, es temporal hasta salir de esta situación. Somos los primeros que queremos brindar mejor servicio. Se va sectorizando teniendo en cuenta las áreas que no generan la mayor cantidad de residuos y que tienen una densidad poblacional más baja”, justificó.
Y añadió que es difícil armar un cronograma aún considerando las bajas porque puede haber inasistencias en el día a día que obliguen a reformular todo el esquema.
“Tenemos que jugar con la asistencia de la gente porque si falta alguien de un recorrido tenemos que sacar de otro”, indicó. Para subsanar estos baches, ya está presupuestada la contratación de cuatro nuevos trabajadores, un tema que se debatió el año pasado en el marco del conflicto con el personal y la “caída” de recorridos.
Otro de los reclamos siempre vigentes es la adquisición de más camiones al servicio que permitan un recambio más aceitado de unidades cuando alguna entra en reparación.
“Tendríamos que tener alguna posibilidad de un camión más pero este año no se va a poder comprar. Se cerró con déficit y hay prioridades que atender como la salud. La recolección de residuos tiene que ver con la salud y la higiene, pero no con el Covid-19 estrictamente y las necesidades presupuestarias son otras”, reconoció.
Acumulación de bolsas en esquinas
Además, Fuentes aludió a una modalidad de trabajo que provoca la molestia de los vecinos y que no está permitida por el área.
Se trata, concretamente, de la costumbre de algunos recolectores de juntar un poco antes las bolsas de los cestos y “amontonarlas” en una esquina, para que el camión se ahorre una parte del recorrido y no tenga que pasar por algunas cuadras.
En más de una ocasión, en esos minutos que las bolsas de desechos quedan en la calle, los perros aprovechan para hacerse un festín y generan un desparramo de residuos que después los vecinos deben juntar.
En este sentido, el director de Servicios recalcó que “eso no está permitido y estamos detrás de esas situaciones. Los delegados están en contra de eso y si en algún momento el coordinador llegara a detectar esta situación cabe una sanción”.