El proyecto “Derecho al espacio público” plantea recuperar terrenos adyacentes a las vías
A partir de las demandas relevadas por la Asociación Civil Redes Tandilenses, acerca de las dificultades que presenta el lugar a la hora de ser transitado, un equipo de trabajo de la Unicen generó un proyecto para obtener información del lugar y canalizar las necesidades de los vecinos. Buscan articular soluciones consensuadas entre todos los actores implicados.
Villa Italia es un barrio con identidad propia vinculado de manera indisoluble a la industria metalúrgica y al trazado ferroviario. Pero tras caer en desgracia el tren como medio de transporte y carga, el espacio aledaño a las vías se transformó en tierra de nadie, volviéndose foco de ciertas problemáticas que marcan el pulso del ejido urbano.
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En este marco, el proyecto de voluntariado de la Facultad de Ciencias Humanas (FCH) de la Unicen “Derecho al espacio público: Vías de Integración” – seleccionado por la Secretaría de Políticas Universitarias en el marco de la convocatoria 2018 a proyectos de Compromiso Social Universitario-, tomó la posta de relevar y canalizar las inquietudes de los vecinos que residen en las adyacencias de las vías.
La iniciativa busca relevar información sobre los ejes de seguridad, medio ambiente, integración, patrimonio y género, para trabajar en la recuperación de esa zona y ponerla al servicio del conjunto de la población de Villa Italia, especialmente.
La voz de los vecinos
La idea parte de una demanda comunitaria, detectada hace algunos años y visibilizada por la Asociación Civil Redes Tandilenses, acerca de las dificultades que presenta el lugar a la hora de ser transitado por los vecinos de la zona.
Yesica Amaya, licenciada en historia, forma parte del equipo de trabajo junto a la directora del mismo, Miriam Iglesias; la licenciada en Trabajo Social, Eugenia Selso; el profesor de geografía, Fernando Cintas; el licenciado en Gestión Ambiental, Diego Crededio; y estudiantes de la FCH.
En conversación con El Eco de Tandil detalló que “en Basilico y Ugarte hay un espacio al lado de la vía que lo utilizan como canchita y la Asociación Redes colabora en la recuperación del lugar, se establece un día de encuentro donde acude un profesor de educación física y se da clases. A partir de eso se empezaron a conocer las inquietudes de los vecinos porque es un lugar inseguro, no se corta el pasto, los chicos circulan pero no es seguro. No hay claridad acerca de la frecuencia con la que el tren pasa. Faltan luminarias y pasos peatonales formales en todo el trayecto de la vía, que comienza en Basilico pero que abraza y recorre todo el barrio”.
El espacio como actor social
Luego de que se detectaran los inconvenientes, se inició un trabajo de campo para recorrer el terreno, conocerlo e identificar las problemáticas a través de indicadores. Se evaluaron los ejes de abordaje a partir de estos parámetros y el caudal de datos se plasmó en un mapeo hecho a través del Sistema de Información Geográfica
“Se confirmó que era un lugar inseguro para la circulación de las personas, que no son pasos formales, la gente transita de a pie, en bicicleta, en motos. Además, Villa Italia es un barrio con muchos adultos mayores que tienen dificultades para circular. La vía, en vez de ser un espacio de integración, genera una ruptura”, expuso Amaya.
En esta línea, trataron de generar una propuesta que contuviera la voz de los vecinos para ampliar el espectro de acción y ofrecer respuestas a la multiplicidad de actores y demandas.
La especialista reseñó que se realizaron encuestas para relevar la información de toda la gente que vive allí, con el objeto de profundizar en las problemáticas que detectan en el espacio y cómo les gustaría verlo, anclados en qué tipo de transformación creen que es posible lograr.
“Hay una cuestión de responsabilidades, la del vecino, la del Municipio y la de Ferro Sur, la empresa que debería ocuparse del cuidado del predio, pero muchas veces son los vecinos quienes toman la iniciativa de cuidar ese espacio”, señaló.
Cambios consensuados
Las tareas desarrolladas no abarcan solamente a los residentes sino que incluyen a todo el universo que conforma el ámbito y se extiende a las fábricas aledañas y las escuelas. En el caso de las instituciones educativas, se abordó la cuestión de género con los alumnos para conocer sus demandas y percepciones.
Este trabajo se coronó con una jornada en la Escuela Secundaria 2 y la Escuela Primaria 21, donde a partir de imágenes, fotografías y juegos, se consideró la construcción social del espacio con perspectiva de género.
Al respecto, Amaya expresó: “Los adolescentes tienen otra mirada porque los niños circulan acompañados, no pueden ir solos, los jóvenes no cruzan de noche, se acompañan entre ellos, o los esperan los familiares. Se transforma en un espacio peligroso”.
Desde Redes y el equipo de trabajo de la Unicen esperan que la información relevada y la voluntad de los vecinos puedan trasladarse a los ámbitos pertinentes para conseguir que se traduzca en políticas públicas concretas. En este sentido, están los canales institucionales habilitados para avanzar en la incorporación de la temática a la agenda del eje patrimonial del Acuerdo del Bicentenario. También se baraja la posibilidad de solicitar la Banca XXI del Concejo Deliberante, con el fin de hacer llegar una propuesta definida que produzca cambios consensuados en torno al uso y conservación del espacio público en beneficio de todos los ciudadanos.
Trabajo articulado
Recientemente, en la sede del Colegio de Arquitectos de la delegación Tandil, integrantes del proyecto “Derecho al espacio público” expusieron sus avances con el propósito de comenzar un trabajo de intercambio con la institución.
En dicha reunión el delegado de la entidad presentó el trabajo realizado durante el año 2018 por el Instituto de Estudios Urbanos, además de compartir la agenda prevista para el abordaje de la temática tratada. La propuesta de intervención, denominada Sutura de dos Espacios Urbanos, Encuentro de dos Tramas, Acuerdo de dos Miradas, hace referencia al “crecimiento autónomo de sectores urbanos al norte y noreste de la ciudad; aislados por importantes barreras urbanísticas y el desequilibrio en el mantenimiento, intervención y uso de los espacios verdes con un amplio desarrollo en el sector sur, hace que se considere como prioridad la intervención en el sector norte de la ciudad ocupada por el Ferrocarril, el predio de Obras Sanitarias Municipal y Parque Norte”.
Claramente, ambas propuestas trabajan sobre la zona norte de la ciudad de Tandil y desde sus respectivos lugares coinciden en la necesidad de intervenir el espacio buscando la integración con el resto de la ciudad.
