El proyecto del Paseo del Banco pretende priorizar la mano de obra y los insumos locales
En una reunión con las autoridades de la Cámara Empresaria, la firma expresó su voluntad de darle lugar a los proveedores locales en el proyecto, cuya duración está estimada en dos años. La entidad camarista también transmitió sus inquietudes con respecto a los andamios que entorpecen la circulación y los avances de la dilatada obra.
Días pasados, dirigentes de la Cámara Empresaria de Tandil (CET) se reunieron con responsables de la firma Vialmani S.A., a efectos de tomar conocimiento sobre los avances de la obra conocida como Paseo del Banco, emplazada en la icónica esquina de Pinto y Rodríguez, y transmitir las inquietudes que la entidad recibe permanentemente de asociados, por el estado actual de la céntrica ochava.
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De la reunión participaron Marcos Redolatti, presidente de la CET; Agustín Usandizaga, vicepresidente; Bruno Armani, titular de Vialmani, y Mario Chague, responsable de Relaciones Institucionales de la empresa, quienes también plantearon la posibilidad de contemplar en primer lugar a oferentes locales para la compra de materiales e insumos, y la contratación de personal de la ciudad para desarrollar la obra.
Ventajas para los locales
La Cámara Empresaria ha direccionado sus esfuerzos para lograr que las obras de mayor magnitud tengan en cuenta a los proveedores y la mano de obra local. En esa línea mantuvieron conversaciones con los responsables de Globant, empresa de software que lleva adelante la construcción de un edificio inteligente en Pinto al 900.
Chague expresó la voluntad de priorizar la compra de insumos y servicios a comercios tandilenses, así como la contratación de operarios locales. Convencidos de los beneficios que este tipo de compromisos genera al entramado económico local y a los mismo inversores, buscando celeridad y economicidad. Incluso, una vez concluida la obra, se priorizará a los comerciantes locales para que se sumen al paseo de compras.
“Imaginando la recuperación de esta esquina emblemática de la ciudad sumado a la puesta en valor del Teatro Cervantes, nos permitimos soñar con la conclusión del proyecto de centro comercial a cielo abierto sobre la calle Rodríguez”, sostuvieron desde la institución empresaria.
Los avances de la obra
Como se había anunciado en estas páginas, a mediados de febrero se reactivaron los trabajos en el lugar que por motivos de readecuación y de financiamiento se encontraban paralizados. En estas semanas se ha reforzado la estructura de sostén, se colocó señalización en el andamiaje, se tapiaron los accesos y se comenzó con la limpieza del predio. A simple vista, se puede observar que se taparon algunos ingresos para comenzar a trabajar en el interior del inmueble. En el sector que da a la calle Rodríguez, se acondicionó la zona y se colocó un grupo electrógeno. Por otro lado, como existe una servidumbre de paso compartida con la obra en el Teatro Cervantes, deberá definirse correctamente el acceso de las maquinarias para evitar superposiciones y conflictos entre las obras linderas.
En el encuentro, desde la firma comercial se informó que los planos originales fueron modificados para aumentar los metros cubiertos destinados a estacionamiento sin alterar la fachada declarada como patrimonio histórico municipal, y ya con los planos aprobados, se pudo replanificar la obra, estimada en un plazo de 24 meses.
Con respecto al andamiaje de la fachada, que entorpece la circulación peatonal y tiene un impacto visual desfavorable, los responsables de la obra manifestaron a las autoridades camaristas que cumple una función reglamentaria por seguridad y que a pedido del Municipio se hace agregó la cartelería indicatoria y se comprometieron a reforzar los trabajos de limpieza. Asimismo, desde la compañía constructora manifestaron que son conscientes del malestar que esta situación genera en comerciantes y transeúntes, y por tal motivo está previsto avanzar con las obras de la fachada en simultáneo con el resto, para liberar la vereda lo antes posible. Por último, Usandizaga propuso evaluar la posibilidad de cubrir el frente con un velo u otros medios, para atenuar el impacto visual.