Día de la Industria
El presidente de Apymet destacó que, pese al contexto, “hay trabajo en todos los sectores”
Omar Farah, titular de la entidad, realizó un balance de la actividad local y sostuvo que “en general hay movimiento”. Optimista, resaltó “el mérito de los industriales por permanecer en la actividad pese a los distintos momentos que hemos vivido en la Argentina”. La brecha cambiaria y la alta inflación, protagonistas de la última década.
Desde 1941, cada 2 de septiembre se celebra en Argentina el Día de la Industria. La fecha recuerda el 2 de septiembre de 1587, momento en que zarpó del puerto de Buenos Aires la primera exportación de productos nacionales hacia el exterior.
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Para conmemorar este Día, El Eco de Tandil entrevistó a Omar Farah, presidente de la Asociación de la Pequeña y Mediana Empresa de Tandil (Apymet), entidad gremial que desde 1970 se aglutina a las firmas que componen la industria local.
En tiempos de alta inflación e incertidumbre política y económica, el referente de la Asociación destacó que “Tandil está con mucha actividad” y que “hay trabajo en todos los sectores”, especialmente en los vinculados a “la construcción, la metalmecánica y los alimentos”.
Así y todo, consideró que “de persistir estos valores inflacionarios, se va a poner muy difícil”.
“En general hay movimiento, hay un gran esfuerzo por parte de todos los sectores y por eso la actividad se sostiene”, sintetizó Farah.
Y aprovechó la ocasión para enviar un saludo a todos los socios de Apymet –actualmente 360, provenientes de los distintos rubros- y remarcar “el mérito que tienen por permanecer en la actividad pese a los distintos momentos que hemos vivido en la Argentina”.
“El día a día en la industria es para gente muy optimista”, celebró.
-¿Cómo está la industria del partido?
-Tandil está con mucha actividad. Pasa lo que pasa en cada casa cuando se necesita, por ejemplo, un gasista o un electricista, que te dice que no puede ir hasta dentro de 15 días. Eso mismo está sucediendo en la industria en Tandil: hay trabajo en todos los sectores y en todo tipo de industria, sobre todo las que están vinculadas a la construcción, la metalmecánica y la alimenticia. La última devaluación benefició a algunas en el comercio exterior; para otras, el traslado a los precios fue casi instantáneo, así que la ecuación fue neutra. No es un momento de falta de trabajo, es un momento donde el dinero no suma, o suma muy rápidamente, pero la evolución de las cosas va permitiendo hacer frente a las obligaciones y seguir funcionando. Es la característica de los períodos de inflación: te parece que vendés mucho más pero, cuando haces los balances, te das cuenta de que lo único que has hecho es mantener el mismo nivel de venta.
-Es decir que la devaluación que vemos trasladada a los precios de todos los productos no repercute en pérdida de puestos de trabajo…
-No todavía. De persistir estos valores inflacionarios, sí se va a poner muy difícil. Algo así ya pasamos en el ‘89. En esa época hacíamos las facturas a máquina porque todavía no había computadora; entonces escribíamos el texto a la mañana y le poníamos el precio a la tarde, por la variación de precios que había. Si bien no hemos llegado a eso todavía, estos niveles de inflación -del 120% anual- en el mundo tal como está desde hace 10 ó 15 años son prácticamente niveles hiperinflacionarios. Y es algo que distorsiona absolutamente todos los precios relativos aunque, por ahora, la actividad se sostiene. En general hay movimiento, hay un gran esfuerzo por parte de todos los sectores y por eso la actividad se sostiene.
-¿Cree que Tandil es una isla si se la compara con el resto del país?
-No, no es una isla pero debido a la diversidad de actividades que tiene, tarda más en sentir el impacto cuando hay distorsiones económicas que tienden a la baja. Eso se observa en cualquier lugar en el que hay diversidad de actividades como Córdoba, Mendoza o Río Negro, por poner algunos ejemplos. Pero no somos una isla en cuanto a lo que pasa a nivel nacional.
-¿Qué período de la historia reciente considera que fue muy bueno para la industria argentina?
-Antes del ‘75 seguro, por el crecimiento que han tenido las empresas. Y después, entre 2003 y 2008 ó 2009; es decir, desde la salida de la convertibilidad hasta la Resolución 125. La inflación empezó en 2010. Hasta ese momento, la actividad industrial fue muy buena. Y luego hubo un período muy muy corto, entre 2012 y 2013 -con inflación alta-, y ya después, con la devaluación de enero de 2014, el surgimiento de la brecha cambiaria y el cepo, se empezaron a dificultar las cosas. Ahora estamos viviendo una época de inestabilidad política muy grande, porque si bien el ‘89 fue difícil económicamente, al menos había un gran horizonte político: la gente tenía mucha confianza y esperanza en la política porque recién estábamos entrando en la democracia. Esta época, por el contrario, se caracteriza por una desesperanza política, y eso se expresó en el voto en las últimas elecciones.
Soft, metalmecánica y construcción
La industria local se ha caracterizado tradicionalmente por un gran desarrollo de la actividad metalmecánica y la producción de chacinados y embutidos.
Hoy, pasado casi un cuarto del siglo XXI, Tandil puede jactarse de ser un Municipio con diversidad de empresas, un polo productivo en permanente crecimiento y una factoría en constante innovación.
-¿Cuáles son hoy las industrias más destacadas de la ciudad?
-Hoy lo más destacado es lo que pasa por el talento, que tiene que ver con el soft, un tipo de industria que tiene una velocidad de crecimiento y una onda expansiva de desarrollo muy grande. También la actividad industrial vinculada al sector alimenticio está avanzando a pasos agigantados y la metalmecánica, una actividad que siempre fue de las más preocupantes, está resurgiendo en muchos aspectos. Yo destaco además todo lo relacionado a la industria de la construcción, que se ha desarrollado mucho en el último tiempo en la ciudad con la fabricación de aberturas, puertas, uso de contenedores como viviendas y paneles de construcción de bloques de armado. Esto es muy nuevo para nuestra ciudad, vinculada tradicionalmente a la metalmecánica y los chacinados.
-En materia de exportaciones, ¿qué sectores están a la cabecera?
-El soft y la metalmecánica. Tandil exporta a 19 ó 20 países y exporta distintos tipos de productos: maquinaria agrícola, repuestos de trenes, piezas de acero y mecanizadas, quesos a Estados Unidos… es muy variada la actividad del comercio exterior. Repito que Tandil ha tenido un crecimiento fenomenal: han caído las industrias tradicionales, se sostienen las que más tecnologías han incorporado y han surgido industrias nuevas. Y además está todo lo artesanal: el desarrollo de la cerveza, el crecimiento del clúster porcino, de los quesos, los salames… creo que hemos tenido un crecimiento mayor a cualquier otro lugar de Argentina.
Apymet
Con sede central en calle Yrigoyen 850, Apymet brinda además a sus asociados capacitaciones para niveles técnicos, jerárquicos y directivos, así como también soluciones personalizadas y acompañamiento en todas las etapas de gestión de una pyme.
Las vías de comunicación con la entidad son el mail info@apymet.org.ar y el teléfono (0249) 442 2924.