El precio del kilo de pan se anclará en 100 pesos por seis meses, si no suben las tarifas
La Federación Industrial Panaderil de la provincia de Buenos Aires se reunirá con el Gobierno para establecer un precio que resulte accesible. El congelamiento de tarifas e insumos permitiría mantenerlo por seis meses y que sea rentable para el sector.
Durante el primer semestre el precio del kilo de pan en la ciudad no debería superar los 100 pesos. Así lo afirmó Víctor Barsola, referente local de la federación panaderil, quien aseveró que en toda la provincia se ofrecerá un “pan social” que en Tandil quedaría en 100 pesos por kilo. En este momento, depende la panadería y la zona, el precio de este producto esencial de la mesa de los argentinos oscila entre los 80 y los 120 pesos.
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Barsola indicó que están esperando las reuniones con el Gobierno para asegurarse el congelamiento de tarifas e insumos, que les permita mantener el precio y sustentarse.
Por su lado, Emilio Majori, vicepresidente de la Federación Industrial Panaderil de la provincia de Buenos Aires, en diálogo con el ciclo radial “Dulce o amargo” (104.1 Tandil FM), señaló que el fin del plan de IVA 0 provocará que las panaderías vuelvan a pagar 10,5 por ciento del impuesto previsto por la ley. Por un acuerdo, ahora tienen que absorber la mitad -el 5,5 por ciento del IVA- y trasladarlo al precio del producto.
“Por decreto salió que tenemos que absorber el 5,5 por ciento de ese impuesto. Veremos qué es lo que pretenden y que está a nuestro alcance para ayudar a la gente”, detalló.
Pan para todos
El empresario aseguró que el sector está dispuesto a crear un “pan social”, accesible a todos los ciudadanos y que sirva para reactivar el consumo. Este producto no difiere en calidad sino que se trata de un pan voluminoso que tiene otro sistema de cocción, sin alterar la materia prima ni el proceso de preparación. Desde la Federación barajan la posibilidad de ofrecerlo a 90 pesos por kilo, en base a un estudio de costos que están evaluando.
En esta línea, mantendrán una reunión con funcionarios provinciales y la próxima semana con referentes de la cartera comercial de la Nación para fijar condiciones que permitan estabilizar el precio y no acusar recibo de la inflación.
“Tendríamos que ponernos de acuerdo con la Secretaría de Comercio. Primero tendremos que ver que no nos aumenten la materia prima. La harina tiene que estar también en la mesa de discusión. Después, que se congelen las tarifas”, sostuvo.
Formación de precios
Según algunos analistas el eslabón de mayor ganancia es la panadería, sin embargo, es también la que enfrenta mayores costos en su actividad y es, al mismo tiempo, el principal participante en la conformación del precio del pan, explicando el 63 por ciento del mismo. Luego se posiciona el Estado con el 25 por ciento, seguido por el productor agrícola y, finalmente, el molino harinero.
Majori aseguró que el precio sugerido en este momento en la Provincia es de 105 ó 110 pesos el kilo y alertó sobre la competencia desleal que existe en el rubro. “Tenemos una competencia que lo vende mucho más barato, hay muchas panaderías informales. La base de costo se hace de servicio, mano de obra, impuestos y materia prima. Los gravámenes se fueron comiendo la base del costo, la materia prima aumentó un poco nomás”, especificó.
Menor consumo
Para Barsola, a nivel local mermó en un 50 por ciento el consumo de pan y aseveró que “no se vende como se vendía antes. De 100 kilos, ahora se venden 45, 50 kilos por día, en líneas generales”.
De acuerdo a su análisis, esta tendencia se registra en todas las panaderías de Tandil, que también han visto resentido el consumo de otros panificados, como las facturas, por el encarecimiento. “La docena de facturas ahora es un lujo”, deslizó.
“La bolsa de harina bajó de 1500 pesos a 1250 y se quedó quieta, estamos respirando un poquito. Al no haber consumo, tuvieron que bajarla”, expuso.
También refirió que al sector lo “tienen en jaque”, pero no obstante expresó que tiene buenas expectativas en torno a las medidas adoptadas por las nuevas gestiones de gobierno. “Cuando haya un poquito de movimiento, empezamos a trabajar todos, la clases media y baja son los que mueven todo el mercado; si ellos no tienen trabajo, no pueden comprar”, observó.