El pastor José García señaló que las iglesias aguzan el ingenio frente al aumento de la demanda social
“La cosa está un poco más dura y tratamos de suplir lo que se puede”, explicó el pastor de La Roca. Marcó que en las dos iglesias de Villa Aguirre se evidencia que la situación “está complicada en serio”. Contó que además de la asistencia, ayudan a la gente a que aprenda a manejar la economía doméstica y a no endeudarse.
El pastor José García, referente de la iglesia La Roca, brindó su visión sobre el deterioro de la situación social, desde el trabajo que el Consejo Pastoral lleva adelante en la ciudad. Señaló que en los barrios, como Villa Aguirre, “la cosa está complicada en serio” y evaluó que exige “aguzar el ingenio” para sostener las acciones en plena crisis.
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La semana pasada, los referentes del Consejo Pastoral y de Cáritas mantuvieron una reunión con el intendente Miguel Lunghi, donde plantearon el panorama que observan en la ciudad y recibieron la confirmación del incremento de la ayuda del Estado municipal para robustecer la ayuda a las familias en situación de vulnerabilidad.
“Siempre estamos atentos, más allá de la circunstancia. Ahora la cosa está un poco más dura y tratamos de suplir lo que se puede”, reconoció García, en una entrevista con El Eco Multimedios.
“Como todos sabemos, las cosas están un poquito más difíciles. Nosotros, desde el Consejo Pastoral, hemos estado trabajando siempre muy sobre la gente y es parte de nuestro trabajo, entonces también nos vamos acomodando a la situación y cuando se generan situaciones emergentes, como esta que estamos teniendo, ya estamos un poco preparados para poder solucionar los problemas de una manera más segura, más firme, más sólida”, describió.
Al mismo tiempo, reconoció que la situación social “se ha complicado”, aunque aclaró que “la gente de nuestras iglesias está contenida, por el hecho de estar en contacto continuo con ellos”.
En los barrios
Sin embargo, sostuvo que la crisis “nos lleva también a comprometernos con la gente de los barrios en donde está cada una de las iglesias. Entonces se han generado algunas situaciones de contención y de hecho, la Pastoral ha estado reunida últimamente para abordar este tema, en donde de acuerdo a las necesidades y a las provisiones que cada iglesia tenga, se está dando mucha ropa”.
Como ejemplo, citó que una de las iglesias implementó un servicio de cocina, donde produce una cantidad de comida por día y entrega una vianda a las familias que asisten a buscarla. Para sostener el proyecto, piden que vuelvan con la bandeja limpia, para mantener las porciones que realmente pueden entregar. “Hacen cierta cantidad de porciones, que es lo que pueden sostener”, dijo el pastor.
Como contrapartida, explicó que “en el caso nuestro, aquí en La Roca central (ubicada en Colón entre Las Heras y Montevideo), más que nada hacemos el acopio para dar después a otros barrios, porque este no es un barrio que tenga tantas dificultades en ese sentido. Si las hubiese, se hace, y muchas iglesias también hacen lo mismo por el barrio en donde están y otras están en barrios mucho más complejos”.
Informó que La Roca tiene dos iglesias en Villa Aguirre, que “están trabajando con la gente porque ahí la cosa está complicada en serio, así que no solamente estamos trabajando con gente mayor, dándoles ropa y en algunos casos comida, sino que también estamos trabajando con los pibes, se está armando un equipo de fútbol, en donde se entrena a los chicos pero después se les da una merienda reforzada”.
García contó que tratan de llegar a los padres de esos niños para ver qué necesidades hay. “A veces el pibe es como cualquier otro en la cancha, y vamos a la casa y nos encontramos con un cuadro que realmente asombra. Entonces, eso genera otra demanda”, manifestó.
Para hacerle frente a esos casos de extrema vulnerabilidad, por ejemplo, consiguieron un monte y lo talaron para generar leña. “Tratamos, desde los recursos que tenemos que salen del bolsillo de la gente, de generar nuevas ideas para tratar de sostener esta situación difícil”, puntualizó.
Herramientas para sobrevivir
Al evaluar el impacto de la economía en la población, José García afirmó que creció el número de familias que demanda cubrir sus necesidades, pero además las que ya asistían aumentaron sus requerimientos de ayuda. “Hay gente que se venía sosteniendo y que de pronto se quedó sin trabajo; hay gente que siempre la pasó mal, porque está sola, porque es una madre con cuatro o cinco hijos y está sola, a ellos tratamos siempre se asistirlos en lo que se puede”, precisó.
Por otra parte, confió que “las iglesias enseñan a la gente a tratar de salir de circunstancias menesterosas; a cómo hacer un presupuesto, cómo manejar el dinero que tienen, poco o mucho; cómo no endeudarse; cómo manejarse con una tarjeta si la tuviesen, porque eso a veces va engrosando su situación de miseria”.
En ese sentido, detalló que “enseñarle a la gente a vivir con lo poco o lo mucho que tiene hace que también le ayudemos en su economía. Hay un par de iglesias que también han intentado trabajar con una especie de cooperativismo con algunos resultados interesantes, entonces me parece que no solamente es darle cosas a la gente sino también enseñarles a cómo hacer lo suyo”.
Sobre el final, reconoció que “cuando no hay trabajo, no hay posibilidades, hay que aguzar mucho el ingenio, la creatividad, para generar situaciones para sostener, por lo menos, el mal momento. También hay cosas que dependen exclusivamente de los gobiernos de turno, de las situaciones económicas, más allá de lo que se pueda hacer, también estamos limitados. La iglesia tiene gastos, situaciones que también las tenemos que seguir manteniendo hasta por una cuestión de ejemplo y de buen testimonio”.
En ese aspecto, resaltó la solidaridad de los tandilenses que se acercan a dejar donaciones y agregó que “a veces, las iglesias son factores de comunicación ante las necesidades de las personas”.