El padre Andrés ponderó “los gestos” y “la cercanía” que definieron al Papa argentino
El sacerdote vivió desde Roma, donde estudiaba, el nombramiento de Francisco. Poco después, compartió largas charlas y una cena en Santa Marta, a partir de su interés por la pastoral carcelaria. “Este mundo necesita muchos Franciscos, en la política, en el deporte, en las sociedades, que nos animemos a sentarnos a dialogar, aún en las diferencias”, reflexionó tras contar varias anécdotas.
El padre Andrés Pérez, hoy a cargo de la Capilla del Rosario ubicada en Walcalde y Pierrone, recordó al papa Francisco, a quien conoció de cerca poco después del cónclave que lo ungió en la Capilla Sixtina, en Roma. En principio, expresó que “nos duele” la despedida y compartió que “nos toca como pueblo argentino y a su vez como cristianos, como católicos, la partida de nuestro papa Francisco, así que estamos todos conmovidos, emocionados”.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu emailEl padre valoró que “hemos celebrado una Pascua hermosísima y lo hemos visto al Papa el domingo dando la bendición urbi et orbi. Creo que esa ha sido su despedida al mundo, dejándonos un legado de fraternidad, de humildad, de cercanía, de paz, una Iglesia en salida, que va al encuentro”.
Desde su óptica, manifestó que “ahora nos toca ese compromiso y esa misión a todos, seguir ese camino que nos ha dejado, que ha sembrado, que ha propuesto Francisco en este mundo de hoy, llamando siempre a la paz, buscando el diálogo entre las religiones, los pueblos”.
Largas charlas
El padre Andrés relató que estuvo con el papa Francisco entre 2012 y 2013. “Cuando él fue elegido Papa yo estaba en Roma. Tuvimos varios encuentros y uno fue cuando fue nombrado, nos llamó a todos los sacerdotes argentinos, se acercó a nosotros”, recordó.
En ese sentido, señaló que “destaco mucho el tema de los gestos de Francisco, la cercanía. Era él el que se acercaba a nosotros, él era el que venía y nos saludaba, el que nos invitaba, siempre daba ese primer paso. Siempre hablaba de ‘primerear’, en el lenguaje argentino”.
El sacerdote tandilense tuvo un contacto más estrecho cuando asistió a una de las misas en Santa Marta. “Justo salió el tema, lo saludé y le dije que era de Argentina, de Tandil, y que trabajaba en la cárcel, mi misión era ser capellán de cárcel, y él enseguida se tomó un tiempo, me contó de sus viajes, dónde había estado”, compartió.
Aún en Roma, “luego de esa charla, tuve la famosa invitación de él a cenar. Siempre cuento que pensé que iba a ser una cena con cardenales, obispos, sacerdotes, y de golpe éramos dos sacerdotes más y él. Estuvimos hablando un montón de su misión de ser Papa, de cómo se sentía, y también un poco de su preocupación siempre por los inmigrantes, por la familia, los enfermos. En este caso siempre lo conmovía y lo movilizaba el tema de la pastoral carcelaria. Ese fue el motivo por el cual estuve una hora cenando con él y hablando un montón de estas realidades sociales del mundo”.
Desde su experiencia, definió al Papa argentino como una persona “muy sensible y a su vez siempre, lo que parecía muy pequeño o insignificante él lo hacía grande y le daba un valor especial”.
Testigo directo
En otro pasaje de la entrevista con “La mañana” (104.1 Tandil FM y El Eco Streaming), el padre Andrés rememoró que se encontraba en Roma durante la transición entre el último período del papa Benedicto y el cónclave que ungió a Francisco, mientras estudiaba en la Universidad de los Jesuitas.
Contó que el hecho histórico del nombramiento de un Papa argentino, el primer latinoamericano y también pionero por no ser europeo, “fue muy conmovedor”, al tiempo que citó cuando Francisco “salió al balcón y dijo ‘han ido a buscar al Papa al confín del mundo’, que es un poco nuestra realidad social de Latinoamérica, Sudamérica, estamos un poco siempre ahí, y sin embargo, él nos puso como destacando lo que iba a ser su pontificado, siempre ir a las periferias”.
El padre Andrés mencionó que “yo justo estaba ahí, muy cerquita, porque estudiaba en la Facultad de la Gregoriana, así que esa tarde fui a la fumata. Había ido a la mañana y fui a la tarde”.
En tanto, compartió que luego le preguntó al Papa los motivos de que se postergara el anuncio, teniendo en cuenta que la votación estaba prevista para las 5 y se confirmó a las 7 de la tarde. “Él me contó que en una de las votaciones había dos votos que estaban pegados, así que se tuvo que volver a votar”, confió y describió que “fue impresionante porque ya se sentía, se percibía, que algo estaba aconteciendo, esas cosas de Dios que suceden”.
Además, dijo que estar en la Plaza San Pedro, “representando a mi país, a mi ciudad, a mi Tandil, estar frente a la chimenea y ver el humo blanco, y todos gritaban, hablaban del futuro, decían los nombres, los cardenales que podían ser papables”, al tiempo que señaló que “se hablaba de italianos, franceses, alemanes y algunos de otros países”.
En tanto, señaló que Argentina tenía un solo cardenal, pero además Jorge Bergoglio le había presentado la renuncia al papa Benedicto, quien no se la aceptó. En tanto, al momento del anuncio, “me costaba creer que podía ser él y cuando lo vi salir al balcón, se presentó y saludó, todo el mundo lo buscaba -era el momento de las tablets- para ver quién era porque nadie lo conocía. Esa sorpresa en el mundo, así fue Bergoglio, esa experiencia nueva de Iglesia que la Iglesia estaba necesitando un poco volver a la fuente”.
Zarandeó a la Iglesia
El padre Andrés definió que “este Papa se caracterizó por gestos de cercanía, empatía con las periferias como siempre insistía él, en una Iglesia en misión, que se cuestione, salir de la sacristía, de revisar un poco la vida de las iglesias, la estructura caduca. Un poco un zarandeo para volver a la fuente de una Iglesia que necesitaba ponerse en camino”.
Por ese motivo, consideró que el mundo está conmovido, en shock, en un clima de oración y silencio, recordando lo que Francisco “sembró en nosotros”.
En cuanto al futuro, explicó que el gobierno de la Iglesia quedó a cargo del secretario de Estado que deberá organizar y convocar a los cónclaves. “Son 135 cardenales que se van a reunir en Roma y ahí comenzarán todas las sesiones y las presentaciones. Cada cardenal tiene un tiempo para presentarse, contar su experiencia de Dios, su proyecto de Iglesia. Después se hacen distintas votaciones”, explicó.
Sin embargo, señaló que “en lo inmediato, es el tránsito para lo que va a ser la misa de exequias, el responso, el traslado, porque Francisco había pedido que quería descansar en la Basílica de Santa María la Mayor, ahí quería ser enterrado, que su cuerpo descansara en ese lugar”.
Volviendo a la sucesión, señaló que al cónclave que anunciará el secretario de Estado asistirán todos los cardenales papables, que están en edad de poder votar para designar al nuevo obispo de Roma que será el Papa.
Siempre cerca
Consultado sobre el regreso trunco de Bergoglio a su país, el padre Andrés consideró que algunas razones nunca se conocerán, pero estimó que “habrá habido situaciones políticas, él habrá pensado que el país no estaba en condiciones de recibirlo, la situación social. Si bien es cierto que la mayoría, que el pueblo argentino, que los católicos lo necesitábamos, pedíamos y nos hubiera gustado su visita, nos hubiera hecho bien, las cosas no se dieron, quizás socialmente no estábamos en condiciones de su visita” y evaluó que más allá de que “puede ser cuestionable”, sin dudas “él sabrá por qué no vino a Argentina”.
Más allá de que el viaje no se dio, enfatizó que el Papa “siempre tuvo su mirada puesta en Argentina, trataba políticamente de ayudar, de colaborar, de generar puentes; un Papa que permanentemente estaba mirando a Argentina, que tenía a sus obispos que él iba nombrando, de un perfil más social, más cercano a la gente, con compromisos políticos. Creo que el papa Francisco fue un poco la novedad de que la Iglesia se comprometiera, los laicos se comprometieran políticamente, socialmente, que salieran de la estructura de la Iglesia y que socialmente los cristianos, los católicos, inclusive los obispos tuvieran un compromiso social no solamente pastoral”.
En paralelo, subrayó su rol de embajador de la cultura y el deporte argentinos, pero además su convocatoria al diálogo. “Nos deja un legado que es el tema del encuentro con la persona, más allá de lo religioso, de la cuestión social, de cuestiones personales; fue un Papa que se animó al encuentro, al diálogo, a la escucha. Este mundo necesita muchos Franciscos, en la política, en el deporte, en las sociedades, que nos animemos a sentarnos a dialogar, aún en las diferencias. Fue un Papa que luchó contra las gritas”, definió y alentó: “Es el desafío que nos deja, salir del enfrentamiento”.
Un pastor
Para el padre Andrés, “hoy Argentina va a empezar a ver al Papa que yo conocí, que se manifestaba cuando recién fue nombrado en Roma”. Lamentó que tras volver al país, en 2013, acá se lo cuestionaba mientras que “en Europa se lo veía como un pastor, alguien cercano, la simpleza, la humildad de vivir en Santa Marta. Renunció a vivir en un palacio episcopal y se fue a vivir a un hotel, rodeado de sacerdotes, del personal que trabaja y vive en el Estado de Vaticano”.
En tanto, lo describió como “un sacerdote, un pastor, un párroco, como estamos acostumbrados nosotros aquí, en nuestro pueblo, en Argentina. La humildad, la cercanía. Me quedo con una de las visitas que hice a Santa Marta, su abrazo, muy genuino, muy sentido, muy de padre e hijo. Me quedo con ese gesto, de su cercanía y su amor.
Y remarcó que para los padres que “somos más de salir del esquema de Iglesia, de la misión, de involucrarnos a veces en ambientes que no son sólo de Iglesia, también para nosotros fue una oportunidad de sentirnos acompañados” y ante los cuestionamientos por sus roles, “el papa Francisco nos mostró con su vida que es por ahí, o que se pueden transitar distintos caminos de misiones dentro de la Iglesia. Para muchos sacerdotes, como me pasó a mí, los que trabajamos en las cárceles, en las villas o en contextos de fragilidad o de alta vulnerabilidad, nos sentimos muy reconfortados y acompañados por su pastoral, por su misión, su manera de vivir la fe y de ser Iglesia”.
Por último, llamó a todos a “unirse en la oración para que sea nuestro mayor legado caminar juntos como pueblo”.