ECONOMÍA Y TURISMO
El Mercado Artesanal, un oasis en medio de la realidad
Los artesanos coincidieron en que el turismo sigue eligiendo ese lugar para comprar algún recuerdo de la ciudad para llevarse.
El Eco Multimedios hizo una recorrida por los puestos del Mercado Artesanal para conocer el impacto de la situación económica actual en las ventas, y las estrategias que tienen que aplicar para que la inflación no les afecte de lleno.
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Los artesanos consultados coincidieron en que los turistas que se acercan y consultan mucho, pero también compran.
María Inés Castro hace 21 años que tiene su puesto de libretas, encuadernación, muñecos, pintura en madera.
"No veo mucha diferencia entre el año pasado y este. Han vuelto personas que venían otros años. Por ahí hay días que vienen menos, pero se ve movimiento", contó.
En esta línea, Castro ratificó que "capaz viene mucha gente y compran menos, pero en general las ventas van bastante bien".
Melisa Suárez hace bijouterie de alpaca, plata y piedras; y mates y bombillas de alpaca. Hace 17 años que está en el lugar, donde este verano arrancaron con un poco de "miedo" porque iba poca gente y "pensamos que así iba a ser el verano", pero con el tiempo empezaron a ver más movimientos.
"La gente se cuida de gastar pero siempre algún recuerdo se llevan, así que diría que va bien. Si bien compran dentro de lo más barato, siguen comprando y es importante", contó.
En cuanto al impacto de la situación económica, cuando aumenta el dólar sube mucho más el precio de la alpaca, pero "tenemos un margen para ganar menos y no aumentar tanto, porque siempre está el temor de aumentar mucho y que la gente después no lo compre", aseguró.
En este sentido, añadió que "la gente valora la artesanía, pero es algo que no es ciento por ciento necesario porque puede vivir sin un anillo o un mate. Por eso es importante tener precios para que puedan llevarse algo de recuerdo".
Desde hace cinco años, Patricia Galuzo tiene su puesto de tejido artesanal a dos agujas, crochet y telar en el Mercado.
En su caso, desde el año pasado nota que vienen bajando las ventas, pero advirtió que “no es de ahora. Yo tengo mis clientes pero la mayoría está muy restringida en los gastos y las ventas bajaron a la mitad. Vienen y miran, y piden en cuotas, pero se les va mucho. Entonces se retraen o buscan la manera de comprarlo de otra manera”.
“Yo tengo clientela de hace muchos años, pero cuesta agarrar uno nuevo. Inclusive algunos que vienen siempre, este año me saludan y visitan, pero no compran”, contó.
En cuanto al impacto de la inflación en su negocio, Galuzo compra en Buenos Aires al por mayor, donde “aumentaron mucho los precios y yo no los pude actualizar en la misma proporción. El cashmilon, por ejemplo, tuvo una suba del cien por cien en diciembre”.
Marcela Soria es ceramista y trabaja con utilitarios.- Hace un año que está en la feria. A comparación de 2023 notó que las ventas disminuyeron, pero pese a esto “igualmente se vende porque acá estamos muchos días, de miércoles a domingos. También hay rachas: hay días que no anda nadie, y otros anda mucha gente”, aseguró.
En cuanto a la inflación, contó que la materia prima fue subiendo desde septiembre. “Algunas veces amorticé yo esa suba, y aumenté un poquito los precios, pero en general la feria tiene cosas accesibles para el turista. A pesar de la crisis nos va bien”, cerró.
Guillermo Botta tienen un negocio de marroquinería de diseño con telas de cuerina y gamuza, que estampa junto con su mujer.
Hace dos años y medio que participa de la feria de manera intermitente, y ante el panorama actual asegura que tienen una clientela "que consume el producto y vuelve". Sin embargo, al público nuevo le "cuesta más engancharlo", por lo cual "uno se tiene que esforzar más y ofrecer un precio competitivo" porque hoy la compra es "más pensada".
Botta destacó que en comparación tiene menor cantidad de ventas, y "cuando vienen los turistas dan una vuelta y seleccionan lo que van a comprar".
Su negocio tuvo un impacto inflacionario importante, ya que el rubro textil es uno de los que más aumentó. "Uno no quiere resignar calidad, por eso hay que generar nuevos productos buscándole la vuelta: en vez de tres mosquetones le ponemos uno, pero la calidad sigue siendo la misma; u ofrecer ofertas y promociones".
Elizabeth Villegas trabaja con bijouterie en alpaca y plata 925, y está como visitante hace un año.
"La gente responde muy bien a la artesanía porque son cosas que no vas a ver en otro lado", aseguró la artesana oriunda de Junín que actualmente vive en Tandil.
Y añadió: "Quienes vienen algo compran porque valoran lo que es la cultura y la artesanía. Siempre nos dicen cosas lindas".
En cuanto al impacto de la situación económica, dijo que intentan anticiparse. "Es bastante difícil porque nos aumenta todo, todo el tiempo. La materia prima la cotizan en dólares, así que cada vez que se dispara nos afecta. Pero como somos fabricantes y producimos todo lo que hacemos, podemos abastecernos de esa materia prima con tiempo y tener otro margen de precios", subrayó.