El lunes reabren los maternales municipales, de forma gradual y con grupos de 10 chicos por sala
El 1 de febrero retornarán a la presencialidad los niños que asisten a maternales, con un sistema de incorporación que será gradual. Los protocolos fueron aprobados por el SISP, e insisten en la buena ventilación natural de los espacios. Guillermina Cadona señaló que estas instituciones siempre tuvieron un manejo estricto de la higiene y los cuidados.
Desde el Municipio confirmaron que los jardines maternales comunales comenzarán a funcionar desde el 1 de febrero, será de manera paulatina y con grupos reducidos.
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Guillermina Cadona, directora de Educación, contó que en diciembre enviaron al comité epidemiológico del Sistema Integrado de Salud Pública (SISP) posibles protocolos para un regreso progresivo en los maternales. A principio de este mes, luego de varias reuniones, enviaron esas propuestas aprobadas para un retorno seguro y escalonado, siempre teniendo en cuenta la situación sanitaria de la ciudad.
De esta manera, se ratificó que el mes que viene empiezan a funcionar nuevamente las cinco instituciones del Municipio, Cocomiel, CAI Mater, María Teresa Díaz, Pérez Esquivel y Rincón de los Niños.
Por otro lado, si bien se esperan novedades de la Provincia que confirmen las fechas, el presidente del Consejo Escolar, Fabián Riva, puntualizó que por calendario el retorno a la presencialidad en los jardines de infantes, primaria y especiales debería ser el 1 de marzo; el 8 de ese mes para secundarias, técnicas y agrarias; y el 15 para la educación superior.
Gradual y en burbujas
Con respecto a los maternales, de acuerdo al detalle de Cadona, el lunes próximo será el turno de las salas de 2 años, la siguiente semana se suman deambuladores y a partir del 17 de febrero estarían los tres niveles en actividad, con todos los chicos en las instituciones. La intención de que sea de manera paulatina es para una mejor adaptación de los chicos y para que los responsables puedan ir analizando la dinámica.
Las salas funcionarán con especies de “burbujas”, y según indicó la directora de Educación en el protocolo, más allá de las cuestiones de higiene,
Siempre se utilizaron guantes descartables para realizar los cambios de los niños; se contó con alcohol en gel y mucha conciencia con respecto al lavado de manos, de hecho enfatizó que es una de las rutinas que sostienen con los niños.
“Sin estar la palabra ‘protocolo’, las cuestiones de higiene en los maternales siempre fueron muy cuidadas, aunque sería muy ingenuo pensar que no vamos a tener ningún caso y que en algún momento se tenga que suspender una sala”, sostuvo.
Con respecto a las aulas, explicó que se trabajará con grupos que no superen los 10 niños por cada una de las aulas. Además, recordó que en febrero siempre se lleva a cabo el período de adaptación, así que se plantearon un mes en el que cada grupo pueda participar alrededor de dos horas por día.
Asimismo, desde el SISP solicitaron enfáticamente que se cuente con ventilación natural en todas las salas y si se trata de un día feo, cada dos horas se realice abertura de ventanas para renovar el aire.
“En marzo veremos si podemos seguir con los grupos reducidos, pero con alguna modificación en la dinámica con respecto a los horarios”, anticipó.
Todos quieren volver
La directora señaló que los docentes están muy contentos, tienen ganas de volver a la actividad. Agregó que saben que si la situación sanitaria se complica habrá que dar marcha atrás y retornar a la virtualidad como se tuvo que hacer el año pasado.
A la vez, reflexionó que sería complicado iniciar en lo virtual sin conocer a los niños. “Hay que pensar que los chicos que para nosotros son egresados, que están en sala de dos, el año pasado hicieron solamente febrero”, exclamó.
Ante esto, manifestó que el regreso será como un período de adaptación diferente, lo que ya cambiará la dinámica habitual.
Siguiendo con los docentes y completando las referencias al protocolo, explicó que cada uno deberá planificar sus actividades y saber los elementos que va a utilizar, que al terminar se encargarán de desinfectarlos para que puedan utilizarlos otros grupos.
“Los niños al jardín siempre van con su toalla, su vaso y sus cosas”, sostuvo, y si bien en otro momento utilizaban cunas para el caso de algún chiquito que necesite descansar o dormir, ahora el pedido de las autoridades sanitarias fue que se destinen colchonetas a ese fin, porque son más fáciles de desinfectar.
“Vamos a contar con una planilla, que a la de asistencia de siempre se le agrega el casillero de temperatura que se medirá cada día al ingreso de toda persona que entre a la institución”, aseguró y además indicó que siempre se piden certificados de salud, consecuentemente con esta línea de cuidado que siempre mantuvieron desde los maternales.