Otro efecto del fenómeno climatológico
El impacto de la sequía en la salud y el riesgo de enfermedades en la piel
Otro año sin lluvias que se suma al desabastecimiento de agua y la salud. La resequedad de la piel y el pelo de las personas son una consecuencia directa del cambio climático
Tras un tercer año de sequía que afecta al país con efectos directos sobre distintos sectores de la economía, también atraviesa consecuencias sobre la salud de las personas.
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Agravadas por las altas temperaturas del verano, el sol y las distintas actividades que afectan y perjudican la hidratación de los tejidos dérmicos expuestos al cambio climático.
En un contexto alarmante, la dermatóloga Amalia Gamallo, conversó con El Eco de Tandil para pautar distintos cuidados a tener en cuenta para mantener una piel sana.
En primer lugar, aclaró la diferencia entre dos grupos de personas, “aquellos con piel normal y los que tienen piel con patología de base”. Ya que no es el mismo tratamiento para ambos pero si es muy importante el cuidado ante los factores extrinsecos que pueden perjudicarlos.
“Desde ya, no es lo mismo una piel sana o una con características tipo psoriasis, dermatitis atópicas, diabetes que, desde un inicio, son factores de riesgo que de por sí el cutis este deshidratado”
No obstante, Gamallo destacó sobre los cuidados básicos que deberían tener las personas ante los agravantes que genera la sequía sobre la piel que resaltan “en el verano, con el uso de la malla y sin zapatillas, entonces tenes menos factores de protección si a eso le sumas los factores como el polvo, la tierra, el cloro de la pileta por eso lo sentimos mas ahora en el verano”
En ésta línea, agregó un dato importante que implica a aquellos efectos que presenta el contacto del agua con la piel. “si es agua sola, en una piel de dermatitis atópica, pedimos baños cortos con agua tibia, no con agua caliente. Esta última la deshidrata más que la fría pero a la temperatura que sea, el agua de por si la reseca pasados los diez minutos en contacto con el cuerpo. Por ejemplo, una ducha o baño de inmersión que dure más que ese tiempo, ya te seca la piel.”
Además de que aquella que contiene cloro es mucho más “agresiva y deshidrata la tez a mayor velocidad”, y la época que se presta a “usar menos ropa, con mayor contacto con la tierra, el aire seco y el Sol también colaboran con el proceso de resequedad”
En los momentos del año donde se usan zapatos cerrados y abrigos, la piel sufre menos el contacto con el exterior porque “son aislantes de los esos factores ambientales que la deshidratan”
Sin embargo, el tomar agua es un hábito importante, “no quiere decir que al ingerirla va directamente a la piel, entonces éstos casos necesitan de una hidratación extra como la aplicación de crema emoliente o protector solar.”
La profesional de la salud dérmica apuntó al buen uso de los protectores solares, y dijo “yo siempre indico de factor 50 para arriba, porque con el 30 a una hora que no es buena, suponte que se te pase las 11 y estás al sol, con ese factor no estás cubierta. Entonces, el uso de protector hay que renovarlo cada dos horas y de ésta manera la hidratas y además proteges”.
De ésta manera las indicaciones ideales que sugirió la especialista para la protección solar, es que cada persona debería aplicarlo sobre una piel limpia, luego de lavarse las partes del cuerpo que estuvieron en contacto con el agua salada (en la playa) o con agua con cloro (de la pileta).