Hay combustible
El “fantasma” de un nuevo desabastecimiento generó largas filas para cargar nafta
Circuló como reguero de pólvora en las redes sociales la amenaza de un nuevo desabastecimiento de combustible y generó una insólita demanda en las estaciones de servicio en la ciudad. Rápidamente desde las estaciones de servicio aclararon que se trabaja con normalidad.
Durante el fin de semana, y en el transcurso de este lunes, se difundieron a través de las redes sociales y cadenas de mensaje en WhatsApp, rumores que “informaban” sobre la próxima falta de suministro de combustibles en las estaciones de servicio. La viralización de la versión infundada se propagó, con la cercanía del faltante que sufrió la ciudad y buena parte del país a fines de octubre y principio de noviembre.
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Los playeros de las distintas firmas se vieron sorprendidos por las renovadas filas de vehículos en pugna de un combustible que claramente no escaseaba, debiendo que aclarar a cada uno de los preocupados automovilistas que no había problemas de abastecimiento.
Vale reseñar que luego de esta crisis, que afectó a casi todo el país, y llevó al ministro de Economía Sergio Massa a anunciar la postergación de aumentos de impuestos que afectan el precio de los combustibles para evitar una posible recaída del abastecimiento, los rumores sobre nuevos faltantes en Tandil nunca terminaron de disiparse.
Este lunes, entonces, se registraron extensas colas en algunas estaciones de servicio que volvieron a generar alerta. En este contexto, El Eco de Tandil dialogó con Agustín Nieto, responsable de Petrotandil, quien afirmó estar al tanto de los rumores y la aglomeración de vehículos en las estaciones, pero aseguró que al menos desde la empresa, el abastecimiento de combustible es completamente normal.
En tiempos políticos, económicos y sociales exacerbados, en las puertas de una decisión electoral como el balotaje, las versiones y viralizaciones de asuntos sin mayor sustento que la mera especulación, generaron una preocupación infundada en buena parte de la población que, con el correr de las horas, se espera, tienda a disiparse por el contraste racional de la realidad.