El dueño del boliche clausurado pidió poder funcionar y adelantó que trabajan en un protocolo
El titular del boliche clausurado en Santamarina al 600 salió a defenderse luego de las inspecciones municipales que derivaron en la medida, pidió poder trabajar y adelantó que trabajan en un protocolo para poder habilitar el espacio con el cumplimiento de las medidas sanitarias que demanda el contexto actual.
Recibí las noticias en tu email
“Los bolicheros no somos bandidos, queremos trabajar”, expresó el titular del lugar, Facundo Agullo, que apostó por su emprendimiento que genera fuentes de trabajo y paga los impuestos, a la vez que denunció que en Tandil se organizan fiestas y encuentros clandestinos que no respetan las medidas sanitarias. “Van contra lo privado, que hacemos lo que podemos para subsistir y esperar que pase todo esto”, se quejó.
Pidió mirar la “realidad de la ciudad” y ratificó la decisión de poder funcionar. “Buscamos apoyo”, remarcó e insistió en que avanzan con el desarrollo de un protocolo que regule la actividad.
Las infracciones
El director de Inspección y Habilitaciones del Municipio, Javier Camgros, confirmó la infracción a un bar situado en Santamarina al 600 por incumplimiento de los protocolos vigentes.
El viernes, cuando los inspectores entraron, “había gente bailando”, mientras que el sábado “se dio un hecho bastante particular porque se recibió una denuncia” y, al llegar al lugar, “estaban las puertas cerradas y, luego de unos minutos, pudieron acceder. Se presume que estarían bailando adentro”.
Al respecto, el funcionario detalló que “no había distanciamiento entre las personas, los que estaban en el baño o deambulando estaban sin barbijo, no había distanciamiento porque estaban sentados pero no se podía determinar la burbuja de 10 personas sino que estaban todos juntos, así que se infraccionó”.
“Vamos a ver qué pasa”, alertó el funcionario, que describió que el boliche acumula cuatro actas por incumplimiento del protocolo Covid-19.