El dueño de un boliche acusó a los funcionarios de ser “los tarjeteros de las fiestas clandestinas”
Pablo Fernández se mostró indignado por la actitud del Municipio ante las fiestas ilegales que se desarrollan en predios privados y en las sierras. “¿Les van a hacer pegar la cintita roja de los escalones a los frentes de cantera?”, preguntó con ironía. Además, apuntó que con las medidas restrictivas vigentes están provocando que los jóvenes busquen lugares alternativos para divertirse donde afrontan riesgos.
Las fiestas clandestinas se colocaron en el centro del debate durante el fin de semana extra largo, luego de que el director de Inspección General y Habilitaciones señalara que el Municipio nada puede hacer para evitarlas. De inmediato, el propietario de Sol Disco, Pablo Fernández, salió a acusar a los integrantes del Ejecutivo de haber convertido en “tarjeteros de las fiestas clandestinas”, en referencia a los promotores o RRPP que buscan acarrear público a los establecimientos que representan.
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“Nosotros no tenemos cómo infraccionar a esas personas porque es en un espacio público. Sólo podemos intervenir en alguna fiesta o evento en un espacio cerrado”, expuso el director Javier Camgros, en diálogo con este Diario.
Indignado, Fernández contó que ayer por la mañana leyó las declaraciones de varios “actores políticos hablando de fiestas clandestinas” y expresó que “la primera reflexión me lleva a una frase del filósofo contemporáneo Aníbal Fernández: ‘No me tome por bol…’”.
El propietario del bailable ubicado sobre Murature y Lisandro de la Torre señaló que “hace meses que en Tandil se llevan a cabo fiestas clandestinas, muchos hemos visto videos y otros hemos sentido hablar de ellas” y aseguró que “no van a generar ninguna ‘ola de aumento de casos’, los casos siguen bajando, no se ha contagiado nadie ya que hubo grandes fiestas hace más de 14 días”.
Por tanto, expuso que “así es como llego a la segunda reflexión: ‘No asusten a la gente, los casos bajan a pesar de la realización de las fiestas clandestinas’”.
“Sí pueden”
En ese punto, Fernández resaltó que “un funcionario local dice: ‘Nosotros no podemos hacer nada…’. Yo le respondo que sí pueden. Ustedes son los promotores y creadores de esas fiestas, hecho logrado gracias a la prohibición de las fiestas legales”.
Comparó la situación con la Ley Seca en Estados Unidos, entre 1920 y 1933, cuando se generó el contrabando. “Al igual que los políticos norteamericanos, hace mucho, decidieron prohibir el alcohol y crearon a Al Capone. Ustedes crean las fiestas clandestinas no permitiendo las fiestas legales”, consideró.
Por otro lado, sostuvo que “si soy un político que de nocturnidad nada sé, tengo dos caminos: apelar a mis recuerdos de muchos años atrás cuando era joven o bien, consultar a los actores actuales de la noche, que con gusto podríamos compartir ideas para solucionar el pequeño problema que están generando sin saber”.
En ese sentido, el dueño del espacio reconvertido en bar explicó que “mientras inspectores municipales ingresan a Sol Disco, con su faja de clausura bajo el brazo, advirtiendo: ‘Si veo una persona que no esté sentada… Si veo a alguien que levante una mano agitando la letra de una canción… Si alguno se para de la silla y/o se mueve al ritmo de la música’, remata la frase diciendo, ‘los vamos a clausurar’. Pues, en ese mismo momento, los teléfonos de los concurrentes comienzan a preguntarse: ‘¿Dónde vamos? ¿Cuál es la fiesta clandestina de hoy? Vamos a tal calle o mejor vamos a la fiesta en la sierra. Nooo, mejor nos subimos todos al auto de Pepe y a todo lo que da por la ruta vamos al campo de fulanito…’. Repito: ¿Cómo que no tienen nada que ver?”.
Malas decisiones
Fernández les reclamó a los funcionarios que “terminen de resolver el problema de una buena vez. En Necochea se baila, en Mar del Plata se puede concurrir a cualquier bar hasta las 5 AM. No cierren un boliche bailable a las 0 porque seguro ‘van a ir a seguirla’ en un lugar donde corren drogas, que se llega en autos por rutas sobrepasados de cantidad de pasajeros, sitios peligrosos como viejas canteras abandonadas, de noche, sin iluminar ¿o les van a hacer pegar la cintita roja de los escalones a los frentes de cantera?”.
Reiteró la frase de Camgros y siguió: “’No tenemos nada que ver’. Yo les digo nada menos que ser los tarjeteros de las fiestas clandestinas. Obviamente, los inspectores están para controlar las órdenes impartidas de políticos que toman estas malas decisiones. Pero habiliten un patio de boliche para que bailen unas cuantas personas, dejen que si alguien en una mesa quiere cantar una canción lo pueda hacer, revisen lo de la 1.30 AM que es como querer apagar un fuego con un vaso de agua. Logren que haya fiestas legales, con controles, con protocolos, pero que la concurrencia sienta que sí fue a un boliche, ya salió de noche y se pudo divertir, de ser así, los chicos van a volver a su casa a dormir”.
Por último, firmó como Pablo Fernández y aclaró: “Desde 1996 al frente de fiestas legales en la noche de Tandil”.
El disparador
Durante el fin de semana, el director de Inspección General y Habilitaciones del Municipio Javier Camgros informó que se realizaron dos fiestas de quince años con los nuevos protocolos y horarios, adelantó que tiene otros siete eventos seguros con pedido de autorización y habló de las fiestas clandestinas que se desarrollan a pesar de las prohibiciones.
En el último “rubro”, este fin de semana las redes sociales viralizaron videos y fotos de jóvenes –la mayoría entre 18 y 26 años- bailando, tomando y divirtiéndose como lo hacían antes del 20 de marzo, fecha en que se decretó el aislamiento social, preventivo y obligatorio en la Argentina. Las imágenes revelaron que no respetaban el distanciamiento social ni usaban tapabocas.
Al respecto, Camgros reveló que a él también le compartieron ese contenido multimedia, pero reconoció que no pudo establecer si era de este fin de semana o del anterior. De cualquier forma, explicó que esas fiestas se hicieron en las sierras, en un espacio público, por lo tanto es la Policía la que debe intervenir en esas situaciones y no la dirección que tiene a su cargo.
“Nosotros no tenemos cómo infraccionar a esas personas porque es en un espacio público. Sólo podemos intervenir en alguna fiesta o evento en un espacio cerrado”, aclaró.