El director de Medioambiente apuntó a la recolección diferenciada de residuos
Héctor Creparula evaluó que las iniciativas de separación en origen naufragan en el tiempo y son difíciles de implementar. Apuntó a un abordaje mixto, que contemple a los diversos tipos de generadores de desechos y una recolección diferenciada para recuperar materiales.
El tratamiento de residuos es uno de los flancos débiles de la gestión lunghista y suele ser carne de cañón para las críticas opositoras, pero también para quienes promueven desde espacios de la sociedad civil un abordaje de la problemática con una cabal conciencia ambiental, acorde a los tiempos que corren, orientado a la separación en origen, la reducción de desechos y el reciclado.
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El director de Medioambiente municipal, Héctor Creparula, ofreció una entrevista telefónica al ciclo televisivo y radial “Tandil despierta” (Eco TV y 104.1 Tandil FM) para exponer su punto de vista sobre la problemática, anclado en la imposibilidad de que ciertas iniciativas prosperen en el territorio.
“Tenemos una visión diferente. Dentro del desarrollo de estudios que hicimos, no hemos visto un éxito en cuanto a una recolección diferenciada de separación de residuos en origen. Lo que más funciona es el modelo de llevar materiales a cualquier lugar cotidiano, por eso vamos a retomar un proyecto del año pasado de instalar Puntos Limpios en las escuelas y en los clubes”, se explayó.
“La gente se entusiasma con la idea de empezar a separar, que es el camino más difícil. Una cosa es decirlo y otra hacerlo. Es una forma de cambio de hábito”, sostuvo.
Separar donde se genera la basura
El funcionario no posee demasiada fe en que una política de separación en origen resulte exitosa en una ciudad como Tandil y alegó que no ha encontrado una iniciativa exitosa en ese sentido en ninguna localidad con características similares.
En la vecina ciudad de Rauch, de 15 mil habitantes, hace más de veinte años se comenzó con un sistema de separación en los hogares, tratamiento y reciclado, que fue bastante novedoso para la época y es el modelo que más años lleva en la zona tratando de implementar el sistema en su totalidad.
“El problema es querer y poder hacerlo, hay un interés que no es constante en el tiempo, una confusión en cuanto a qué día se saca cada cosa. El modelo de separar en orgánico e inorgánico obliga a que al final del recorrido haya un sistema de separación que termina haciendo todo el trabajo y entonces esto no suma demasiado”, analizó.
Recolección diferenciada
Sin embargo, sí se mostró optimista con respecto al sistema de recolección diferenciada para poder recuperar materiales. Para los municipios intermedios con más de cien mil habitantes se plantea como favorable un sistema mixto que contemple las diversas variables juntas, y esa es la línea que la dirección ha trabajado junto a la Universidad para abordar la temática.
“Estudiamos el hogar y los grandes generadores, la cantidad de materiales recuperables que son hogareños o comerciales, industriales y turísticos. El 50 por ciento de los residuos son producidos en 50 mil hogares, y la otra mitad son 6 mil grandes generadores. Hay que estudiar dónde se ancla el esfuerzo del Estado”, consideró.
El diagrama de las 3R recuerda que la jerarquía de residuos: evitar la generación de residuos, reducir la cantidad generada, reutilizar y reciclar. El aprovechamiento energético y la disposición final segura, donde más tecnología puede haber, son las últimas opciones según este paradigma.
Si la primera etapa del circuito de los residuos urbanos es la generación, lo que se debería buscar es condicionar las primeras acciones de los generadores, con el objetivo de optimizar los resultados obtenidos en las fases posteriores, de transporte, tratamiento y reciclaje o valorización.
El relleno sanitario
El fundamento de reducir los desechos es que al final del recorrido lo que se deposite en un relleno sea la menor cantidad posible, porque hay un porcentaje de residuos que no tiene posibilidades de recuperación. La disposición final es un paso ineludible de cualquier sistema de gestión y en este caso, esos descartes van a parar al relleno sanitario. Pero también muchos materiales recuperables.
“Hay porcentajes que son imposibles de tratar, entonces hay que tratar de que llegue lo menos posible al relleno, ese es el trabajo de la dirección”, esgrimió Creparula.
Según la información recogida por la Mesa Girsu (Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos), Tandil cuenta con un Relleno Sanitario desde 1998 y en 20 años, se duplicó la cantidad diaria de toneladas que se entierran allí y la tendencia continúa. El mismo acumula casi 700 mil toneladas de residuos y le quedan pocos años de vida útil.
Asimismo, el funcionario refirió que el 60 por ciento de la basura es orgánica y que es posible pensar en reciclar y transformar estos desechos, pero observó que es preciso contar con espacios y maquinarias aptas.
“Se reciben propuestas de múltiples acciones que no están desarrolladas en lugares donde uno pueda estudiar para medir el impacto. Todo está en evaluación constante, no hay una metodología exacta, por ahora apuntamos a la cuestión mixta”, finalizó.