El director de Bromatología y Zoonosis brindó detalles sobre la presencia del jabalí en la zona de Tandil
El gobierno de la Provincia autorizó la "caza plaguicida" de la especie ante su nocivo crecimiento en el territorio.

El jabalí europeo se ha convertido en una preocupación creciente en la provincia de Buenos Aires, al punto que el gobierno, mediante la Disposición Nº 313, publicada en las últimas semanas en el Boletín Oficial, autorizó la denominada “caza plaguicida” de esta especie invasora en todo el territorio bonaerense, con la excepción de áreas protegidas y zonas urbanas específicas.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEn la zona de Tandil, la problemática es recurrente, y está siendo atendida a partir de estudios y diversas estrategias de control. En diálogo con El Eco Multimedios, el director de Bromatología, Ignacio Diribarne, brindó algunos detalles sobre este animal, que ha pasado a considerarse de manera oficial como una plaga en la región.
“El chancho jabalí es una especie exótica e invasora que, al llegar a la región, encontró un medio donde su reproducción se hizo muy favorable", señaló el veterinario.
Sumado a esto, no existe en la zona un depredador natural que regule naturalmente el crecimiento de su población, por lo que están dadas las condiciones para que la misma crezca exponencialmente sin límite alguno.
Esta creciente superpoblación "empieza a causar problemas en la producción agrícola, accidentes automovilísticos y una serie de inconvenientes que hacen que, de la evaluación, se pase a hablar de control", explicó Diribarne. En cuanto a la producción, los daños incluyen el ataque a las cosechas y las roturas de silo bolsas. También afectan las plantaciones de maíz, donde el daño puede ser difícil de detectar tempranamente, ya que “hasta que no entra la cosechadora, prácticamente no podés ver el daño que se hizo”.
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Sobre su modo de vida, explicó que se desplazan en grupos; “se manejan con piaras, un conjunto de cerdos”, que en lugares menos favorables suelen ser pequeños, pero en Tandil y la zona, por la favorabilidad del ambiente, “hablamos de grupos por encima de los 30 especímenes”. El origen de su presencia en Tandil es incierto, con versiones que sugieren que “se trajo para un coto de caza y después se escaparon”, pero lo cierto es que “llegaron para quedarse y comienzan a expandirse”.
La interacción humana con los jabalíes puede incluir confrontaciones. “Existe la agresión, obviamente desde que comienza como una novedad la presencia de un animal silvestre que puede ser nocivo para los sembradíos, comienza también a pensarse la forma de cazarlos”. Hay quienes tienen perros adiestrados para dicho propósito y quienes poseen fusiles o carabinas apropiados para dar de baja animales de gran porte.
Lo cierto es que su carácter es confrontativo, y puede llegar a atacar de forma directa al humano, por lo que se recomienda discreción. A su vez, su naturaleza nocturna dificulta su visión y trae complicaciones para aquellos que no tienen experiencia en el control y caza de la especie.
Sobre el autor
Lic. en Comunicación Social y periodista digital.