El contador Gustavo Símaro explicó por qué no es conveniente invertir hoy en plazos fijos
El contador tandilense Gustavo Símaro informó que la tasa de interés del plazo fijo es inferior a la de inflación, de modo que todo aquel que elige esa inversión termina descapitalizándose a lo largo del año. Además, explicó que la nueva Ley Impositiva es "más impuesto para el sector privado para sostener los gastos del Estado".
El contador Gustavo Símaro dialogó con el ciclo televisivo Tandil Despierta, que se emite por 104.1 Tandil FM y Eco TV, y advirtió que para invertir el dinero en plazo fijo debe analizarse también la tasa de inflación. Además, aseguró que está en pleno estudio de la nueva Ley Impositiva.
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Al bajar el interés de los plazos fijos y al dispararse el precio del dólar, son muchos los pequeños ahorristas que se preguntan cuál es la mejor alternativa para invertir. En ese aspecto, Símaro advirtió: “A veces uno se engaña con el valor nominal de la tasa de interés de plazo fijo, pero en realidad hay que compararla con la tasa de inflación, porque capaz nos pagan un 50 por ciento pero la inflación es del 51 ó 52, entonces estás perdiendo uno o dos puntos; te estás descapitalizando a lo largo del año”.
Entonces, indicó que el pequeño ahorrista debe diferenciar si prefiere una pequeña renta por una inversión o ser más conservador y buscar una alternativa donde refugiarse, justamente para no descapitalizarse. El gran problema al que debe hacer frente es que no tiene tantas opciones como para “arriesgar” en diferentes proyectos, que es una de las recomendaciones que realizan los contadores. “A medida que uno tiene un capital, lo mejor es diversificarlo. Lo que vulgarmente se conoce como ‘poner un huevo en cada canasta’”, dijo.
No obstante, explicó Símaro que hay una serie de variables que se deben tener en cuenta y que deben ser analizadas de manera conjunta.
“Al momento de la elección, se deben que tener en cuenta algunos factores: la ganancia -si se busca un refugio o una renta-, si se va a vivir de esa renta -si la necesita mensualmente o la va a dejar y la va a capitalizar en la inversión-, durante cuánto tiempo va a ser la colocación, en qué moneda -si la inversión que elige es en pesos y está en dólares, cuánto le costará salir del dólar para ir a pesos o a la inversa-, qué seguridad le da -a mayores ventas tenemos menos seguridad-, el costo de entrar y salir en esa inversión -si cobran o no comisiones cada vez que entro y salgo-, y qué tiempo tardo en realizar la inversión”, planteó.
De cualquier manera, siempre hay personas que apuestan por inversiones de riesgo, utilizando medios indirectos, como por ejemplo, la bolsa, y hacen una diferencia en moneda extranjera. Pero advirtió el contador que muchas veces una medida gubernamental o alguna realidad internacional hace que queden “descolocados”.
Bajo su óptica, el dólar paralelo está barato y “no tiene ninguna lógica”, debido a que se encuentra por debajo del dólar oficial más el impuesto. La única razón que encuentra para ello es que se necesiten fondos para las empresas. “Si no, no tiene lógica. Porque si uno piensa cuánto podría valer, a lo mejor debería estar en 82 u 83 pesos, un cinco por ciento más de lo que vale hoy”, evaluó.
Inversiones en la economía real
Como hoy no conviene invertir en plazo fijo ya que la tasa de interés está por debajo de la de inflación, y tampoco es viable hacerlo mediante acciones o créditos hipotecarios, muchas personas se están volcando a las inversiones en la economía real o economía productiva.
“Muchos participan indirectamente en pooles de siembra, en fideicomisos o en páginas en donde se invierte en la economía real ingresando con montos mínimos, y así se hacen partícipes de un proyecto. Por supuesto que para esto es fundamental la confianza, porque se está invirtiendo en una plataforma con gente a la que no se le conoce la cara”, declaró.
Para ingresar en esos fondos se puede hacer desde los mil dólares. No obstante, participar en esta economía productiva significa un tiempo de inmovilización del dinero, ya que debe permanecer por uno o dos años, según el caso. No obstante, en caso de que se necesite nuevamente el capital, se puede ceder la participación a otra persona. “Pero como toda inversión de riesgo, hay variables que pueden jugar para un lado o para el otro”, aclaró Símaro.
Nueva Ley Impositiva
En la reunión que mantuvo el jueves pasado el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, con los intendentes de Juntos por el Cambio, de la cual participó Miguel Lunghi, se explicó el criterio de los aumentos en los impuestos a inmuebles rurales y urbanos que plantea la propuesta –que llegan al 75 por ciento-, y se informó que volverán a presentar el proyecto “con algunas modificaciones menores”.
En relación a ello, Símaro contó que todos los contadores “estamos en pleno estudio de esta nueva ley” que, si bien tiene una fuerte carga tributaria, presenta un párrafo positivo: la desaparición del impuesto a la renta financiera. “A partir de enero de este año desaparece, con lo cual esa renta que estaba castigada, vuelve a ser neutra”, señaló el contador.
En cuanto a los diferentes calificativos que se han utilizado para esta medida, como “impuestazo” o “solidaridad”, Símaro fue claro: “Esto es más impuesto para el sector privado para sostener los gastos del Estado. Después cada uno le pone el nombre que quiera, pero es transferencia del sector privado al público”.
Argumentó que los gastos públicos pueden sustentarse de tres maneras: con impuestos, emitiendo o pidiendo préstamos. La idea es no emitir para evitar una hiperinflación y préstamos “no estamos en condiciones de pedir”, por lo que sólo quedaban dos opciones: achicar el Estado o cobrar más impuestos.
“De alguna manera se achicaron los gastos porque al reducir la fórmula de ajuste de las jubilaciones se van a pagar menos, después se puede discutir si era el lugar donde había que ajustar o no, y se decidió cobrar más impuestos”, concluyó.