El Concejo reconoció al equipo de la exGranja que llegó al Nacional de la Feria de Ciencias
El Legislativo entregó distinciones a los alumnos Martina Arregui, Agustina Huarte, Gonzalo Boccazzi y María Ignacia Tuculet, y a los docentes Pablo Madsen y Cristian Lecuona, por la investigación “Qué desperdicio”. Participaron de la etapa nacional de la Feria de Ciencias que se realizó en Tecnópolis y presentaron su queso grilone.
El Concejo Deliberante reconoció a los estudiantes y docentes que trabajaron en el resonante proyecto de investigación “Qué desperdicio”, que alcanzó la instancia nacional de la Feria de Ciencias, que se desarrolló en Tecnópolis. En el recinto, Martina Arregui, Agustina Huarte, Gonzalo Boccazzi y María Ignacia Tuculet, y los profesores Pablo Madsen y Cristian Lecuona recibieron las distinciones a partir de un proyecto que presentó la radical Nora Polich y que fue sancionado por unanimidad.
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La iniciativa del Legislativo surgió a partir del proyecto “Qué desperdicio”, que presentaron los alumnos de 6to. año de la Escuela de Educación Secundaria Agraria 1 “Dr. Ramón Santamarina, Ignacia Tuculet, Martina Arregui, Agustina Huarte y Gonzalo Boccazzi, que pasó a la instancia Nacional de Feria de Ciencias, con sede en Tecnópolis.
La investigación transitó las diferentes instancias de Feria de Ciencias, la local, la regional que se realizó en Lobería y la 47ma. Feria Provincial de Educación de Artes, Ciencias y Tecnología realizada en Mar del Plata del 22 al 24 de septiembre, de la cual participaron 26 regiones educativas con 290 trabajos expuestos y 390 docentes acompañando a los estudiantes.
La investigación
En los considerandos del proyecto de resolución, la concejal Polich señaló que “la iniciativa surge en el Taller de Agroalimentos, donde los alumnos detectan que en la fábrica de lácteos del establecimiento se producen 130 kilos de desechos producto del emprolijamiento de las hormas de queso, comenzado así una investigación de la cual concluyeron que fundiendo dichos recortes podrían producir un nuevo producto, en este caso ‘un queso falso parrillero estilo provoleta’”.
Además, resaltó que “la cursada de la materia tiene una carga horaria de 4 horas semanales, por lo que los alumnos solicitaron y consensuaron con sus docentes permisos especiales para dedicarle más tiempo a la investigación sin descuidar su desempeño en las demás asignaturas”.
Desde lo técnico, señaló que “cuando hablamos del emprolijamiento que provoca los desperdicios, consiste en el recorte de los bordes por una cuestión estética, por lo que la investigación se centró en elaborar una oferta más económica, no sólo para su comercialización sino también para evitar la baja en el rinde la leche, y contribuir con el medioambiente al evitar desechos”.
En otro punto de los considerandos, expresó “los alumnos plantean la posibilidad de elaboración del producto para su comercialización e introducirlo en el mercado regional, dotando a la institución educativa de una nueva oferta que generaría ingresos”.
Durante el trabajo, los estudiantes mantuvieron entrevistas con diferentes productores y pequeñas y medianas fábricas de la región, en su trabajo de investigación previo. Además, luego de la instancia provincial, donde se les solicitó reforzar el aspecto de marketing de la propuesta, se vincularon con la Universidad Nacional del Centro, Cámara Empresaria, Círculo de Ingenieros Agrónomos y diferentes instituciones locales.
“De este círculo de entrevistas surgió la posibilidad de agregar un código QR a la etiqueta del producto para que el consumidor pueda interiorizarse más profundamente del proceso de elaboración del queso y la historia del proyecto”, agregó la concejal.
Por último, en el proyecto ponderó que “corresponde valorar la iniciativa y compromiso de los alumnos en este tipo de acciones que abundan en la concientización acerca de la preservación del medioambiente y que asimismo contribuirían en la generación de ingresos para la institución educativa”.