El Centro de Estudiantes del Polivalente reivindicó la Semana de las Artes y sostuvo que “aún hay deudas con la educación pública”
La tradicional actividad de celebración encontró este año a los estudiantes, los docentes y los directivos de la institución unidos a través del arte en la virtualidad. Los adolescentes se las ingeniaron para sostener le ciclo lectivo y canalizar sus demandas por una educación en igualdad de condiciones para todos, pese a las adversidades del contexto.
El tradicional evento que mutó al formato virtual comenzó el lunes y se desarrollará hasta el 2 de octubre inclusive. Además de las instituciones artísticas locales, en esta ocasión lograron una unión con otras de Ayacucho, Rauch y Balcarce y se realizarán proyecciones, muestras y conversatorios en vivo, a través de distintas plataformas digitales.
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Uno de los establecimientos más fuertemente imbricados en esta iniciativa es la Escuela Polivalente de Arte, un gran bastión de la educación artística en la ciudad. El Eco de Tandil conversó con Fiona Lagomarsino, presidente del Centro de Estudiantes de la institución, quien se refirió al enorme esfuerzo que hacen los alumnos, los docentes y el equipo directivo para mantener a flote el ciclo lectivo, aún en medio de las dificultades y las sobreadaptaciones que el contexto impone. Porque de la íntima convicción surge la premisa de que siempre es hermoso hacer puentes para conectarse, hoy más que nunca.
-¿Qué desafío presentó organizar una semana de las artes desde la virtualidad y desde qué lugar pensaron las actividades?
-Fue un desafío enorme atravesar esta etapa de manera virtual, porque todas las iniciativas tienen que tener una segunda cara que se adapte a esta modalidad. Esta vez se pensó de manera conjunta con otras instituciones. Queremos que la Semana de las Artes que no se pierda; la cultura es importante y no debemos perder este lazo esto que nos une. No hay distinción de escuelas, somos alumnos de escuelas artísticas que nos unimos para este proyecto que se llama Artes y Puentes.
-¿Pudieron resignificar el valor del hecho artístico y colectivo?
– La esencia del hecho artístico y colectivo nunca se modificó, está en cada uno, por eso podemos compartirlo y llevar este proyecto adelante. “Artes y puentes” está abierto a todos, estamos todos invitados a disfrutar del arte que nos une. Esta semana siempre es un momento de encuentro y en Polivalente hay música en todas partes, guitarreadas, escenarios con gente tocando, pinturas por doquiera, chicos dibujando en los pasillos. Es una semana que reivindica la razón por la que estamos ahí y podemos mostrar lo que trabajamos en el año.
Ahora se hace de forma virtual y no por eso será menos sentido, pero nos encantaría estar en la escuela, es un orgullo. El arte es más que un concepto, una palabra o una idea, se siente o no se siente, es calor, es encuentro.
-¿Cómo están sosteniendo este ciclo lectivo y garantizando el acceso a las herramientas a los estudiantes?
-La llegada a los estudiantes se volvió compleja con el pasar de las semanas y tuvimos que replantear el rol representativo y aumentar la eficiencia en torno a las demandas que comenzaron a surgir. Vimos que se pedían más bolsones de comida de los que llegaban para repartir. Y ¿cómo le das la espalda a un compañero que necesita apoyo alimenticio, que necesita conectividad, que precisa volver a la escuela?
No se va a presionar para que entreguen las tareas, vamos a presionar a las autoridades educativas para que nos brinden respuestas. Por supuesto tenemos una conexión hermosa con el equipo directivo, pero no es responsabilidad nuestra ni de ellos hacer colectas para juntar alimentos y llevarlos a la escuela, es de las autoridades educativas hacer uso de las herramientas disponibles para gestionar y ejecutar. Que el Consejo Escolar le diga a la Provincia que dejen de ningunear el cupo de módulos , la falta de conectividad, la vuelta a clases y los edificios que no están en condiciones
La verdad es que al ciclo lectivo los sostenemos entre todos: profesores, directivos y estudiantes. Es un año distinto, nuevo, con diferentes situaciones que nos llevan a repensar nuestro rol como personas y miembros de la comunidad educativa
Molesta ver que el classroom está lleno de entregas pendientes y no somos buenos compañeros si sabemos que algo le pasa al otro y no le damos una ayuda. Hay que tener una mano en el corazón y darse cuenta de que el otro nos necesita, el otro tiene que estar bien.
-¿La militancia estudiantil también se ha visto reconfigurada en este contexto? ¿Con qué espacios y motivaciones se encuentran ahora?
-Sí, totalmente. Tengo la suerte de ir a una escuela donde la comunicación es fluida entre todas las partes y estamos todos muy activos. Cuando nos dimos cuenta de que nuestros directivos cumplían roles que no les correspondían y de que pedíamos donaciones para rellenar los huecos, vimos que algo estaba mal. Nos comunicamos con Florencia Mena (jefa distrital de Educación) para comentarle la situación porque no sabíamos qué hacer y nos pautó una reunión. Fuimos los centros de estudiantes de varias escuelas y estuvimos con ella y una trabajadora social.
Ahí nos informaron que del tema de los módulos alimentarios se ocupa el Consejo Escolar, que no se había presentado a las reuniones y no daba respuestas sobre a dónde iban los recursos o qué tenía que hacer el Municipio frente a una demanda a la Provincia por la ampliación de cupos. Supimos que teníamos que arrancar una movida con los centros de estudiantes, juntamos 300 firmas en un día y fuimos a Desarrollo Humano del Municipio. Le presentamos esa carta a Alejandra Marcieri, la secretaria del área, y no nos contestaron. Pero silenciosamente hubo cambios. Veíamos que en los medios salían a decir que llegaban los bolsones y se ampliaban los módulos, pero esos números no existían en ese momento.
Tuvimos una charla con Jefatura de nuevo y presentamos otra vez la demanda estudiantil. Con el pasar de los meses sí se logró la ampliación de cupos para el servicio, pero nunca hubo comunicación con el Consejo o la Municipalidad.
-¿Qué otras demandas notaron que existen en los cuerpos de estudiantes y en las comunidades educativas?
-Es mentira que nos aseguran una educación en casa o que está garantizado el regreso a las aulas. Hay un gran porcentaje de los chicos que no tienen las condiciones ni herramientas mínimas, no todas las escuelas tienen aplicaciones libres de datos, o equipos directivos y docentes que escuchen a sus alumnos. Cómo vamos a terminar el año necesitamos saberlo pronto, de qué manera se va a promocionar.
Por otro lado, nos da mucha impotencia que después de 30 años no tenemos un edificio digno: se cae a pedazos, se caen las placas de cielorraso, los marcos de las ventanas están débiles, hay goteras y filtraciones. Todavía nos deben un edificio digno. Están en deuda con la educación pública y artística
-¿Cómo se organizaron para poder canalizar las demandas?
-Lo que pedimos es una educación digna y en condiciones igualitarias. Somos 13 centros de estudiantes de escuelas privadas y públicas: Escuela Normal, Técnica 2, Técnica 5, Escuela Secundaria 18, Escuela secundaria 1, Escuela Secundaria 2, Escuela Ernesto Sábato, Sagrada Familia, San José, Estrella de Belén, Nuestra Tierra y Ayres del Cerro, además de Polivalente.
En marzo y abril hicimos una convocatoria para unirnos como centros de estudiantes y tenemos un grupo de whatsapp que nos permite estar conectados todo el tiempo. Logramos reunirnos con la jefa distrital y también que nos convoquen a las reuniones de la UEGD (Unidad Educativa de Gestión Distrital). En muchos distritos eso no sucede.
Pero no nos vamos a quedar callados. Merecemos una educación publica y privada en condiciones, que tenga en cuenta las necesidades de los estudiantes. En el “Poli” tenemos una historia de lucha muy difícil, con mucho corazón y eso es algo que te une para siempre. También les pasa a los del IPAT y el Conservatorio Isaías Orbe.
Somos fuertes y vamos a continuar, porque queremos que esto perdure en el tiempo y que haya una federación de centros de estudiantes. No tenemos la formalidad de los papeles, pero estamos juntos y comunicado, y salimos a buscar respuestas