Semana Santa
El Calvario fue el centro de la fe y convocó a miles de personas en el Viernes Santo
El tradicional espacio ratificó que su esencia sigue intacta y se convirtió en el paseo más convocante de la jornada. Peregrinos y turistas coincidieron en un clima de alegría y respeto para conmemorar la Pasión de Cristo.
Como cada año, el Monte Calvario volvió a ser el epicentro de la ciudad durante el Viernes Santo. Ayer, miles de personas visitaron el tradicional espacio de fe que en enero celebró su 80mo. aniversario y se mantiene más vigente que nunca.
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El sitio fue recientemente limpiado y reacondicionado, en medio de algunas controversias con la comuna y de los reiterados actos de vandalismo de los que es objeto, y que esperan resolver de cara al futuro con estrategias a largo plazo.
No obstante, el fenómeno del Calvario radica en que las personas se acercan de manera espontánea y, tanto los creyentes como los que no profesan ninguna fe, coinciden allí con respeto y alegría.
De este modo, tanto los feligreses como los turistas se acercaron este Viernes Santo al lugar y hubo un flujo incesante de público desde las 8 hasta entrada la noche, porque a las 20 se realizó el Vía Crucis del Peregrino. En dicho marco natural y con un clima favorable para las actividades al aire libre, cerca del mediodía se podían apreciar numerosas filas de público que ascendían las escalinatas directo hasta la imponente cruz de 22 metros o que elegían realizar la procesión por las estaciones de la Pasión de Cristo, un recorrido que se llevó a cabo cada una hora para la ocasión.
Los alrededores del Calvario también evidenciaron un gran movimiento de público en los locales gastronómicos y en la feria que se montó en la plaza San Martín, como una muestra más de esta exitosa edición local de Semana Santa.
El arte de vivir con fe
El icónico paseo se vio inundado no sólo por quienes arribaron a Tandil por los cuatro días, sino por aquellos que llegaron brevemente para visitar al menos el Calvario y turistas de ciudades cercanas que acostumbran a viajar para pasar el día en la localidad. Los visitantes provenían de lugares tan disímiles como Córdoba, Catamarca, Entre Ríos y de ciudades vecinas como Azul, Rauch, Olavarría, Ayacucho, entre otras. La capacidad de la ciudad se vio colmada; el flujo de gente se hizo tangible en la calle y en todos los espacios públicos.
Así, los pies del Cristo de piedra crucificado se llenaron de promesas y plegarias: estampitas, rosarios, pañuelos, cartas, medallitas, tarjetas, decenas de símbolos de esperanza para pedir o agradecer. En la cruz, el clima era de emoción y esperanza. Para varios era la primera vez allí y esta circunstancia le imprimía una cuota extra de sensibilidad.
Además, a lo largo de la jornada varios artesanos aprovecharon también la ocasión para flanquear las escalinatas con sus mantas y mesas. Asimismo, el entorno de bosque, las estaciones del Vía Crucis talladas exquisitamente en piedra y la Capilla de Santa Gema, completaron la mística del lugar bajo un clima otoñal muy amable.
La comunión de las almas
El padre Andrés Pérez, párroco de la Iglesia del Carmen, vecina del Calvario, y sacerdotes de otras comunidades religiosas, recibían a los fieles en la entrada con una bendición.
En contacto con el Eco de Tandil, el religioso señaló que “el tiempo nos viene acompañando, el miércoles fue impresionante el acompañamiento de la familia de Tandil en el Vía Crucis de las antorchas y hoy (por ayer) desde temprano comenzó a llegar gente, turistas y peregrinos, en este templo a cielo abierto de recogimiento en el que se vive un clima espiritual de familia y de alegría”.
Por su parte, destacó que se registró una enorme presencia de gente y sostuvo que los visitantes expresaron su contento porque Tandil “los ha recibido muy bien”.
Desde su rol, también reflexionó que “este lugar es visitado por católicos y cristianos, pero mucha gente que no es religiosa se acerca, se da la posibilidad de venir a este lugar, de conocerlo, y hace su camino piadosamente, en el respeto, y eso es un lindo signo que nos encuentra caminando juntos y compartiendo la vida. Hasta el domingo de Pascua sigue llegando el peregrino al Calvario y en las comunidades se celebra de un modo especial, con gran gozo porque nuestra fe es que Cristo ha resucitado”.
Por último, el párroco envió un saludo a la ciudad de Tandil y su bendición para que toda la comunidad “tenga unas hermosas Pascuas”.