El balance turístico del primer mes del año es bueno pero proyectan mejores indicadores para febrero
Los empresarios del sector y la Dirección de Turismo coincidieron en que -sin ser un mes excepcional- la ocupación en enero fue buena, pero auguran un mejor panorama para febrero. Las estadías cortas lideran las preferencias de los visitantes que se acercan buscando un destino diferencial de gastronomía y sierras.
El primer mes del año arrojó un saldo positivo para el turismo local, cuyos prestadores coincidieron en que la media se mantuvo similar a la del mismo periodo del año pasado. Si bien la primera quincena arrancó tibia, la segunda mitad de enero presentó mejores perspectivas en cuanto a cantidad de visitantes. Uno de los hitos se vivió el fin de semana del 11, 12 y 13 de enero, fecha en la que se realizó la carrera OSDE Tandilia, evento deportivo que congregó a miles de visitantes y corredores, circunstancia que se vio reflejada en la alta cobertura de plazas turísticas.
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Según los especialistas, la tendencia que se mantiene desde hace unos años es la de estancias cortas, situación que se registra a lo largo de todo el año. Es habitual que los visitantes que llegan desde diferentes provincias pasen por Tandil camino a la costa atlántica y se detengan en la ciudad para conocerla y descansar unos días disfrutando del paisaje de las sierras, que ofrece posibilidades diferentes a las de los balnearios costeros.
Bueno pero no excepcional
Bruno Cerone, empresario del sector turístico y director ejecutivo del Hotel Libertador, señaló que “enero no es para mí el mes más relevante en cuanto a turismo, es importante porque estamos en vacaciones pero no es determinante como lo es para la costa. Es un mes bueno pero no es una cantidad muy importante de gente que viene. Los primeros 15 días fueron más tranquilos y en la segunda quincena aumentó la cantidad, nos damos cuenta por el Centinela, porque es por donde la gente pasa”.
Cerone destacó la particularidad de que año nuevo fue un fin de semana largo gracias al feriado puente, lo que generó un gran movimiento en la zona porque una gran cantidad de personas decidieron tomarse todos los días y partir hacia diversos destinos entre ellos Tandil- que recibió un buen flujo de público visitante durante esas jornadas.
Sobre la tendencia de las estadías breves, apuntó que en la actualidad se venden paquetes con menos noches porque la gente que va o viene de la costa aprovecha para hacer una parada y conocer el lugar, “algunos vienen sin reserva y se quedan acá”.
“No va a ser un enero excepcional, no nos va a sorprender la cantidad de visitantes pero tampoco nos va a alertar, vamos a estar en la media”, indicó.
Con respecto a la diferencia con los otros lugares de veraneo cercanos que ofrecen el mar como principal atractivo, el empresario remarcó que “acá se puede a disfrutar de la sierras, las piletas, una buena comida en restaurante, un paseo a la tarde”.
Según el análisis de los especialistas del sector turístico, el incremento de precios rondó el 30 por ciento en comparación con los precios de 2018, “no se puede subir mucho más porque quedamos fuera del mercado y no llegamos a cubrir la inflación”.
Desde el ámbito público y privado resaltaron que las expectativas para febrero son aún mejores y esperan recibir mayor número de personas.
“En febrero hay varias actividades, está el Festival de la Sierra, el Stand up comedy que viene mucha gente, también un encuentro de cross fit que va a atraer a varios, el primer fin de semana de marzo están los carnavales”, explicó.
Mark Welford, vicepresidente de la Asociación de Cabañas, le aseveró a este medio que fue un enero “con altibajos”, en el que los fines de semana se contabilizaron más plazas ocupadas que el resto de los días y auguró un mayor flujo de visitantes para el mes que comienza.
El impacto de los alojamientos informales
Welford dirigió la atención a la escasez de datos disponibles en el ámbito para efectuar análisis y planificaciones. “Faltan estadísticas en Tandil, me puedo juntar yo con un grupo de cabañas y ver cómo nos fue a nosotros, pero faltan más datos. Han crecido muchísimo los alojamientos informales, hay gente que alquila propiedades por fuera del circuito formal y eso es imposible de cuantificar”, explicó.
Los alquileres informales ofertados a través de carteles, de las redes sociales o de plataformas digitales como Airbnb reconfiguraron la manera de ofrecer alojamiento e inauguraron una nueva opción en la materia, con grandes ventajas para los oferentes que no deben correr con las habilitaciones y gravámenes impositivos que implica abrir un lugar de esas características, pudiendo así presentar al cliente precios más atractivos al bolsillo.
“Para estar en Airbnb no te piden nada, si alguien quiere alquilar una habitación de su casa la sube a la plataforma y empieza a alquilarla, sin ningún tipo de inscripción, habilitación ni nada. Desde la Asociación estamos pidiendo desde hace un tiempo un marco regulatorio que sea un poco más justo para todos”, ilustró.
Este fenómeno se replica en los principales puntos turísticos del país y el mundo. Welford relató que desde la entidad se contactaron con la Asociación de Cabañas de Bariloche, quienes expresaron que esta metodología ha tenido un gran impacto en el mercado de alquileres temporarios.
“Entiendo que es difícil generar una regulación. Pero por algún lado hay que empezar. Acá ya se siente fuerte el impacto”, consignó.
Welford refirió que el arranque del año fue muy difícil, “la primera quincena fue mala directamente y después repuntó. Febrero se perfila mejor”.
“En una época de crisis que alguien tenga un lugar en su casa y salga a alquilarlo me parece bastante proactivo, lamentablemente no te para en igualdad de condiciones, porque si no se paga ningún impuesto es posible cobrar la mitad del precio, las cargas impositivas son terribles. La inflación fue del 50 por ciento y aumentamos un 30 por ciento, no se puede ir detrás de la inflación, claramente”, valoró el empresario, quien además enfatizó que la asociación que preside participa del Consejo Económico y Social debido a la gran preocupación que suscita una eventual pérdidas de fuentes de empleo por el complicado sostenimiento de las estructuras frente a un escenario que presenta un contexto complejo.
La voz oficial
Alejandro Bonadeo, director de Turismo del Municipio, definió que enero fue un mes bueno, respaldado en la premisa de que el turista pasa por Tandil buscando una puerta de entrada a la costa bonaerense. “Se ve en las oficinas gente de Mendoza, Rosario, Córdoba, La Pampa, Neuquén. Es un clásico la pasada y con un clima no tan amigable para la playa el destino nuestro se favorece”, reseñó.
El comportamiento de los visitantes presenta dos tendencias bien marcadas; por un lado quienes reservan con antelación, y por otro quienes toman arriba del auto la decisión de quedarse unos días en la ciudad.
“Las estadías cortas son una dinámica de todo el año, esos visitantes capaz que vuelven a su lugar de residencia o van a otro destino turístico. Lo que nos posiciona de forma diferencial es que hay alojamientos que han incrementado la cantidad de piletas. Es una fortaleza que ayuda a que el visitante tome la decisión de venir y nos favorece en este momento del año”, expuso el funcionario.
Sobre los alquileres informales que proliferan en la localidad, Bonadeo dijo que a nivel del Ejecutivo “no existe otro alojamiento que no sea el que está habilitado. En la página del municipio se promociona sólo el alojamiento regulado y cuando nos consultan por un lugar no habilitado, lo referenciamos diciendo que no tiene los permisos correspondientes y no lo recomendamos. Reorientamos al visitante para que a través de la página de turismo oficial o del buscador Destino Tandil se logre el objetivo de contratación. El contrato oficial es nuestro trabajo en este sentido”, dijo.
Aseguró que la problemática genera un impacto a nivel mundial y que el Municipio, desde su lugar, busca la manera de accionar frente a esta situación a través campañas, promociones específicas, ofertas, regalos en el alojamiento o incentivos en la toma de decisión del futuro visitante.