Coronavirus
El 60 por ciento de los pacientes internados no está vacunado o no completó el esquema
Preocupa la posibilidad de que las casi 20 mil personas que todavía no se vacunaron en la ciudad, se infecten en un breve periodo de tiempo y desarrollen complicaciones que saturen el sistema sanitario.
Con un récord de casos activos pero bajo niveles de internación, el sistema de salud local transita esta etapa de la pandemia con el foco puesto en la cantidad de personas sin vacunar y sus eventuales consecuencias.
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En tal sentido, el titular del Sistema Integrado de Salud Pública, Matías Tringler, en contacto telefónico con el programa de radio “Cosas que pasan” (104.1 Tandil FM), repasó que hace un año, con 1200 personas contagiadas, la ocupación de camas de terapia era plena. Ahora, con casi tres mil infectados, solamente hay siete pacientes en cuidados críticos y 17 en sala general (en base al reporte del lunes, para establecer un corte).
De los 24 pacientes hospitalizados, el 60 por ciento no cuenta con ninguna dosis o tiene sólo una. En terapia la estadística es peor. De seis personas alojadas en cuidados críticos (Tringler descartó a uno de los pacientes informados en el reporte por tratarse de otro cuadro y no ser un sujeto pasible de vacunación por su corta edad), cuatro no presentan la vacunación completa. Es decir, el 66,6 por ciento del total.
Al respecto, remarcó que, aunque la inoculación no prevenga totalmente la infección de Covid-19, sí redujo drásticamente las posibilidades de desarrollar cuadros severos y bajó los niveles de letalidad en todo el país.
De este modo, la preocupación de las autoridades sanitarias se posa sobre esta porción de la población, que constituye un segmento significativo en términos cuantitativos, y que podrían presentar cuadros problemáticos de eventualmente contagiarse en un lapso corto de tiempo. Este escenario estresaría a los servicios de salud, al contrario de lo que sucede en la actualidad.
"Según los cálculos, hay entre 15 y 20 mil personas que no están vacunadas todavía, por distintos motivos, y es un número importante porque si se infectan al mismo tiempo puede haber complicaciones con la internación y la letalidad”, estimó el médico.
Aislamiento personal de salud
Por otra parte, el funcionario aludió a los criterios de aislamiento para el personal de salud, entendiendo que es un sector muy afectado en estos momentos por las bajas de esta naturaleza.
La provincia de Buenos Aires modificó este lunes el protocolo de aislamiento para el personal sanitario bonaerense. A partir de ahora, quienes hayan tenido contacto estrecho con un caso de coronavirus y no muestren síntomas de Covid-10 no deberán confinarse.
En tanto, Tringler afirmó que desde hace un tiempo implementan la misma lógica a nivel local, con igual criterio para los contactos estrechos ocasionales. En esta línea, aseguró que en el caso de los trabajadores de salud que sean contacto estrecho de un conviviente contagiado, sí se aplican los cinco dáis de aislamiento y aclaró que “cuando se trata de un contacto estrecho ocasional sin síntomas, trabajan con normalidad”.
Además, refirió que las bajas de personal por estos motivos son un “problema” y detalló que hay 20 personas contagiadas actualmente, entre médicos, enfermeras, administrativos y demás agentes, y algunos más confinados por nexo epidemiológico.
¿El fin de los hisopados?
Por último, expuso que se continuará con la dinámica de hisopados y que hay recursos materiales para cubrir la demanda. No obstante, indicó que es probable que dentro de un tiempo las autoridades nacionales descarten los testeos y solamente se hisope a las personas que requieran internación.
“Estamos expectantes de ver qué pasa con esto. Con menos del 1 por ciento de los casos activos internados y si la tendencia no sube, quizás se tomen otras medidas. Por ahora entiendo que es prematuro pensar en no hisopar más pero es algo que con el tiempo se va a discutir”, evaluó el presidente del SISP.
Asimismo, señaló que todavía se extraen datos importantes a partir de los testeos, que permiten monitorear la situación epidemiológica pero que en algún momento esto cambiará, como ha sucedido con en otras epidemias a lo largo de la historia.