CIBERLUDOPATÍA
El 29% de los jóvenes tandilenses ha participado en sitios de apuestas
Los datos se desprenden de una encuesta nacional impulsada por la Cámara de Diputados para echar luz sobre la ciberludopatía.
El diputado nacional, Rogelio Iparraguirre, presentó los resultados de la encuesta nacional Apostar no es un juego, que revela los hábitos de apuestas en línea entre adolescentes y jóvenes de Tandil, en el marco del estudio realizado en todo el país entre mayo y julio de 2024. La encuesta abarcó a 7.810 personas de entre 15 y 29 años en toda la Argentina, mientras que en Tandil fueron 1.509 jóvenes. “Como lo venimos viendo en los diferentes espacios de diálogo que se han generado en este tiempo, la problemática de la ciberludopatía es solo una punta del ovillo: hay que indagar sobre la relación que construimos con la tecnología y cómo eso afecta nuestra salud mental”, manifestó Iparraguirre.
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Apostar no es un juego es una encuesta nacional que se realizó durante mayo y julio de este año y tuvo como objetivo describir la penetración del hábito de apuestas online entre adolescentes y jóvenes de 15 a 29 años. El muestreo se nutre de las 24 provincias que componen la Argentina y de 360 localidades diferentes del país entre las que se encuentra Tandil. El cuestionario, y la idea de llevar a cabo esta encuesta, fueron desarrollados por el Lic. Martín Romeo y el Lic. Fernando Cabani junto con otras personas impulsoras como la diputada nacional Constanza Alonso y el Lic. Juan Ignacio Pitelli, y sin ningún tipo de financiamiento.
“Esta encuesta fue realizada en el marco del trabajo que se viene realizando en la Cámara de Diputados para regular el universo de plataformas de apuestas en línea, y a partir de que se detectó la ausencia de datos oficiales y estudios que abordaran este problema de manera rigurosa y sistemática”, expresó el diputado nacional, Rogelio Iparraguirre. Y agregó: “Esto mismo fue lo que buscamos con la encuesta que realizamos, junto a la Jefatura Distrital, en Tandil. El cruce de datos nos arroja una pintura de la situación que nos sirve para dimensionar esta problemática a nivel local y nacional”.
Sobre los datos arrojados en Apostar no es un juego, se evidencia que el 94,2% de los encuestados en Tandil tiene conocimiento sobre las apuestas en línea, lo que refleja un alto grado de familiaridad con esta actividad. El 29% afirmó haber participado en apuestas en algún momento. Y, respecto al tiempo dedicado a las mismas, la mayoría de los jóvenes que apuestan lo hacen durante menos de una hora al día, mientras que la proporción de aquellos que lo hacen más de 4 horas diarias es baja.
En este sentido, el informe ejecutivo presentado por los autores de la encuesta a nivel nacional expone que mientras los adultos parecían estar ajenos al problema, los jóvenes ya estaban inmersos en él. Asimismo, expresa que “En este proceso, recibimos llamadas y mensajes de padres y madres que, al conocer el proyecto, tuvieron por primera vez esa incómoda conversación sobre apuestas con sus hijos o hijas. Las respuestas de los jóvenes eran directas y, a menudo, sorprendentes: ‘Sí, mis amigos juegan y yo también lo hago de vez en cuando’".
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En consonancia, Iparraguirre manifestó que algo similar ha sucedido en el devenir de los encuentros en escuelas e instituciones educativas y deportivas en Tandil: “Las apuestas no eran una novedad para nadie, principalmente para los jóvenes y docentes. Pero sí nos fue pasando que a medida que el tema empezó a cobrar agenda pública, los padres empezaron a dimensionar la problemática. Por eso, insisto, es tan importante estar hablando de este tema”.
En cuanto a los riesgos asociados, el 77% de los encuestados en Tandil cree que las apuestas en línea pueden convertirse en una adicción. Mientras que el 14% ha experimentado ansiedad o estrés por no poder realizar alguna apuesta.
El 24% de los jóvenes considera que ha perdido una cantidad considerable de dinero en apuestas. Sobre las causas de las ganancias en apuestas, el 65% de los jóvenes tandilenses cree que ganar se debe al azar o la suerte, mientras que la percepción de que las victorias están vinculadas al conocimiento sobre deportes o eventos es muy reducida, lo que podría sugerir una mayor participación en apuestas de casino. “Acá se evidencia algo que venimos charlando mucho, y es cómo aparece esta idea del dinero fácil en esta época de crisis económica y social que atraviesa la Argentina. Esta idea del tiempo útil, del tiempo productivo que nos ha hecho perder la importancia que tiene el tiempo de ocio; el tiempo de estar con otros es parte de este problema que, como lo venimos diciendo, es mucho más complejo que solo las ciberapuestas”, expresó Iparraguirre.
En cuanto a las relaciones sociales, el 75% de los encuestados afirmó conocer a amigos o conocidos que participan en apuestas en línea. Sin embargo, solo el 56% considera que esta actividad tiene efectos negativos sobre los adolescentes y jóvenes. “¿Qué es lo que hace posible que todas estas nuevas expresiones de la tecnología, del capital, de la construcción de las subjetividades, del uso del tiempo, de la dimensión del tiempo y del espacio cobren relevancia y penetren en la sociedad? La condición de posibilidad es la soledad. Todo esto funciona en la medida en la que estamos solos y solas; no hay manera de que esto funcione exitosamente si estamos en comunidad, con otros, participando de actividades”, expresó Iparraguirre.
El 58% de los encuestados considera que las apuestas en línea son una problemática para la juventud, aunque un 23% opina que no representan un problema. Respecto a las medidas preventivas, los jóvenes de Tandil sugieren principalmente la implementación de controles más estrictos en el acceso a sitios de apuestas (31%), la realización de talleres informativos en escuelas y clubes (28%) y la restricción de la publicidad de apuestas dirigida a jóvenes (35%). Finalmente 52% de los jóvenes tandilenses se mostró dispuesto a apoyar una campaña preventiva sobre las apuestas en línea, lo que refleja una postura moderada frente a la necesidad de mayores acciones de concientización.
“Los datos arrojados por esta encuesta ponen de manifiesto algo que venimos trabajando junto a la Mesa de Trabajo de Ludopatía y Ciberapuestas de Tandil, y es que el problema de la ciberludopatía se inserta en una trama mucho más compleja sin la cual no podríamos comprender por qué su expresión actual como problema adquiere la dimensión desbordante a la que estamos asistiendo”, expresó Iparraguirre. Y agregó: “Sin abordar esa complejidad no vamos a poder entender de manera cabal el problema puntual y con seguridad vamos a errar en las posibles respuestas por más bien intencionadas que sean. Tenemos que ampliar el foco hacia una mirada más panorámica que nos lleva a indagarnos sobre la relación que construimos con la tecnología, la individualidad, la identidad, el consumo, la dimensión del tiempo y el espacio y sobre la abulia y la soledad en la sociedad actual”.