Irregularidades dominiales
Estafadas y sin casas, cien familias de Palermo Norte reclaman al Municipio la subdivisión de lotes
La segunda etapa del barrio Palermo Norte quedó inconclusa y 104 familias nunca recibieron la casa que pagaron. Los vecinos consideran que no hubo controles municipales y que la empresa constructora comercializó las viviendas aunque existía una interdicción de venta. Realizaron un pedido de informes a la comuna y solicitan que el Ejecutivo allane el camino para poder subdividir las parcelas. Necesitan una cuadra de asfalto y cordón cuneta para avanzar con el registro dominial, además de negociar una millonaria deuda que la firma contrajo con ARBA.
Lo que empezó siendo el sueño de la casa propia para más de un centenar de familias, derivó finalmente en una estafa y promesas incumplidas, cuyos ecos persisten hasta la actualidad.
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Se trata de los propietarios de la segunda etapa del desarrollo Palermo Norte, barrio que consta de dos manzanas de 104 casas en dúplex comprendidas entre la Avenida Actis, Casacuberta, Cuba y Muñiz.
Del conjunto total de 208 viviendas, a cargo la empresa Z y A S.A., restan entregar la mitad, cuando pasaron 10 años desde el inicio de las obras.
De este modo, el conflicto tiene dos aristas bien definidas que preocupan sobremanera a los vecinos. Por un lado, las restricciones impuestas oportunamente por el Municipio a la firma, que impiden avanzar con la subdivisión de los 208 terrenos. Por otra parte, repararon en las irregularidades que cometió la constructora al comercializar dichas viviendas si existía una interdicción de venta.
Además, se suma la estafa en torno al destino del dinero pagado por los adquirentes para sus casas. Si bien 104 familias recibieron la vivienda y pudieron ocuparla, la otra mitad de las edificaciones quedaron inconclusas y la eventual finalización de las obras correrá por cuenta de cada propietario.
Pedido de información
En este marco, más de 100 familias decidieron agruparse y elevar un pedido de informes al Ejecutivo municipal, para conocer detalles respecto del trámite de inicio de obra del emprendimiento en cuestión, que la compañía constructora presentó oportunamente ante dependencias oficiales de la comuna.
En tal sentido, el 4 de noviembre ingresaron una nota pidieron respuestas acerca de la tramitación del expediente y, en particular, sobre la falta de contralor y fiscalización que desencadenó en la situación referida.
Jorge Marino, uno de los propietarios perjudicados, conversó con El Eco de Tandil y detalló el derrotero que transita desde 2015. “Compré una unidad funcional en la manzana que da a Actis en 2015 y la terminé de pagar en enero de 2017; me la deberían haber entregado en agosto de 2017 y no tiene ni el techo puesto”, describió.
En tanto, aseveró que sólo hubo dilaciones por parte de la empresa y que no registraron el menor ánimo de cumplir con lo pactado hace más de cinco años. El hombre pagó por su casa un total de 1.300.000 pesos, monto que canceló definitivamente en enero de 2017, pero solamente obtuvo problemas a cambio.
El principal obstáculo es que Z y A S.A. tiene un pedido de quiebra y se declaró insolvente. La firma pertenecía en su momento a Gustavo “Turi” Zangari y su director era Daniel Pastor. Zangari falleció en 2020, aunque antes se había desvinculado de la razón social, que quedó al mando de Pastor.
Al respecto, Marino ratificó que “Pastor nos dijo que no tiene fondos para culminar las obras”. Asimismo, los terrenos registran una millonaria deuda en ARBA que también frena el avance de los trámites de regularización dominial.
Requisitos
En diciembre de 2013, el agrimensor Ramiro Zabaleta dividió la manzana que da a la calle Cuba en 4 parcelas y el Municipio impuso una restricción a la manzana orientada sobre Actis, obligando a la empresa cumplir con ciertos requisitos de infraestructura.
A saber, la realización del cordón cuneta y del asfalto de Newton entre Casacuberta y Muñiz, y cesión de un espacio verde que estaba previsto en 4.000 metros cuadrados de la manzana que da a la mencionada avenida. Como la firma no cumplió ni lo hará, el grupo de dueños le pidió a la comuna que se encargue de ello para destrabar el conflicto.
En contacto con este Diario, Marino reiteró que “la empresa no podía comercializar ni siquiera un terreno y menos edificar, y pese a eso vendió todo y empezó a construir. Es llamativo que el Municipio no observó eso. Ahora se generó un terrible perjuicio”.
Reclamos
Frente a este panorama, los vecinos autoconvocados esperan un gesto de voluntad política del Gobierno local para desatar el nudo gordiano en el que se encuentran.
Hasta el momento, las reuniones que los interesados mantuvieron con el intendente Miguel Lunghi, con el titular de Planeamiento y Obras Públicas, Luciano Lafosse, y con el presidente del Concejo Deliberante, Juan Pablo Frolik, no resultaron fructíferas. En esta línea, el vecino consideró que la postura del Ejecutivo es “inflexible” y que desoye los reclamos de las numerosas familias damnificadas.
“La Municipalidad mantiene que la empresa es la que tiene que cumplir con lo previsto para poder subdividir, pero sabemos que es insolvente. Entones necesitamos un gesto para que los dueños podamos avanzar con los trámites, obtener las partidas individuales y después las escrituras”, explicó.
También están gestionado un encuentro con el delegado de ARBA para sanear la situación impositiva y cancelar la abultada deuda, en pos de tener una salida definitiva. “Somos rehenes de la empresa”, se lamentó.
“Queremos tener la escritura y hacer todo como corresponde, somos compradores de buena fe y nos autoconvocamos 110 familias para pedir respuestas. Todavía, encima, nos falta identificar a varios propietarios, porque la empresa no nos da la información de los compradores”, explicitó.
En el medio, hay muchas personas que destinaron todos sus ahorros a pagar una vivienda en el desarrollo urbanístico y aún siguen pagando un alquiler, además de no poder recuperarse financieramente, lo que vuelve la situación aún más angustiante.
“Nos sentimos defraudados porque se vendió algo que no estaba apto, por eso precisamos que el Municipio nos allane el camino para subdividir. Esperamos que tengan la voluntad de respondernos, lo antes posible, cada uno de los puntos requeridos y las dudas que tenemos, para resolver las cuestiones que impiden avanzar en la resolución de este conflicto que lleva ya casi diez años y que tiene a 208 familias en vilo por no contar con la titularidad de nuestros hogares, ante una empresa totalmente insolvente y al borde de la quiebra”, finalizó Marino.
La empresa y el Municipio
La estrecha relación entre la firma Z y A S.A. y el Ejecutivo local quedó en la mira de las familias estafadas. En principio destacaron que, pese a la evidente demora en la finalización de las viviendas, el Estado municipal continuó adjudicando obras públicas a la empresa. En este punto, recordaron que “la obra de las piletas climatizadas del CEF 42 y la obra del Espacio Nido de La Movediza estuvieron a cargo de dicha constructora, con una inversión de 10 y 6 millones de pesos cada una”.
En ambos casos, meses después de iniciadas las obras, el Municipio rescindió los contratos por incumplimientos. En paralelo, la misma firma se encargó de levantar los consultorios externos del Hospital Santamarina, las instalaciones del jardín maternal Adolfo Pérez Esquivel y el centro cívico del barrio Palermo, que posteriormente presentaron fallas edilicias.
El 2 de enero de 2015, el intendente Lunghi y el entonces secretario de Obras Públicas y actual concejal Mario Civalleri, inauguraron la segunda etapa de Palermo Norte, visto como un enclave fundamental para propiciar el crecimiento urbano hacia esa zona.
Las declaraciones públicas de la empresa en ese momento indicaban que “hubo una expansión de todos los servicios, hasta la red de 13.200 volts, donde se bajan las líneas de electricidad, que las trajimos nosotros, y además de las obras de gas, con mucha ayuda del Municipio”.
Por su lado, el jefe comunal aprovechó la ocasión para elogiar el emprendimiento y la inversión, y vaticinó que “en cinco años más, esta zona ni se va a conocer".
En simultáneo, el privado esgrimió que las casas se entregaban totalmente terminadas, con muebles de cocina (mesada, grifería, etc), todas las instalaciones eléctricas y conectadas a las redes.
“Casi todas ya tienen dueño, nos queda un remanente pero debemos llevar 190 vendidas y financiadas a 10 años. Tuvimos una satisfacción muy grande porque la gente en general está muy contenta y sorprendida de tener su primera casa. Las entregas se van realizando cada seis meses, así que calculamos que para fines de 2016 va a estar todo diferente”, habían expuesto los empresarios en el referido acto.