Día de la Industria Hotelera: Tandil y su enfoque colaborativo

El compromiso por fortalecer la marca y el destino Tandil ha sido prioridad para los diferentes actores del sector turístico. En el marco del Día de la Industria Hotelera, es oportuno reconocer el esfuerzo y la colaboración que han fortalecido a la ciudad como polo turístico. 

En una reciente entrevista con este Diario, Nicolás Funaro, presidente de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Bares, Confiterías y Afines de Tandil, compartió su perspectiva sobre el papel fundamental que desempeña el trabajo conjunto en la consolidación de la identidad turística de la región.

Según Funaro, la colaboración intersectorial ha sido la base del éxito, con productores regionales, gastronómicos, hoteleros, guías de turismo y la Cámara Empresaria trabajando de manera conjunta en pos de la marca Tandil. Este enfoque unificado ha brindado a la ciudad una identidad sólida y ha fortalecido el atractivo de su destino. Al respecto, se reconoció que el compromiso del sector privado fue crucial para identificar las debilidades y transformarlas en fortalezas, lo que ha posicionado a la ciudad como un modelo a seguir en la forma en que se promueve el fortalecimiento de la misma. 

Con respecto al sector hotelero puntualmente, el presidente dijo que Tandil presenta varias ventajas competitivas en lo que respecta al turismo, lo que hace que se muevan las reservas de pernocte.

“Nosotros en Tandil tenemos varias ventajas competitivas, entre ellas una es que es un destino de escapadas cortas, estamos hablando de un destino de tres días, con aproximadamente cuatro horas de viaje y después, Tandil tiene muchas ventajas porque es un destino que ofrece mucha naturaleza, ofrece la mayoría de las opciones al aire libre y la gente que viene tiende a buscar tranquilidad, descanso”, dijo.

En cuanto al balance del año, el representante expresó la satisfacción del sector por el trabajo realizado, aunque destacó el desafío que representa la variabilidad en la fijación de tarifas. Aclarando que el negocio de la hotelería tiene una particularidad y una dinámica muy distinta a un comercio cualquiera, ya que no pueden “stockearse” de habitaciones y lo que no se vende en determinado momento no puede venderse después.

“Nosotros necesitamos vender y a veces eso nos perjudica con los vaivenes económicos, o con los momentos como ahora, que tenemos una inflación alta para establecer tarifas, porque no podemos guardar habitaciones en stock”, declaró.

El factor político

A propósito del balance del corriente año, habló del pasado fin de semana largo por el feriado del lunes 20 de noviembre, donde la ocupación hotelera no superó el 25 por ciento debido a las elecciones del balotaje desarrollado en dicha fecha. 

A pesar de que se reconoció la importancia de la participación cívica, resaltó el impacto en el sector turístico y por tanto hotelero, particularmente en un año con tres elecciones a nivel nacional. 

Navidad y Año Nuevo

Al ser consultado por la proximidad de las fiestas y cómo se preparan desde la industria, Funaro realizó una observación respecto al cambio significativo en el comportamiento turístico después de la pandemia, donde Navidad se ha transformado en una fecha predominantemente familiar, mientras que Año Nuevo ha cobrado relevancia como una celebración turística con alto movimiento.

El tema de las reservas para Año Nuevo fue abordado, destacando que si bien ya existen algunas contrataciones y la gente consulta, pero la incertidumbre en relación a la problemática de precios y la alta inflación dificultan la planificación a largo plazo. 

Por otro lado, Funaro destacó que los hoteles experimentan reservas de último momento, a diferencia del sector de cabañas donde se muestra una planificación más temprana. 

Desafíos del sector

Los desafíos futuros incluyen atraer un mayor número de visitantes a la ciudad, ofrecer un diferencial basado en la tranquilidad, una excelente atención y una infraestructura en constante mejora, con el objetivo de lograr una ocupación creciente y estable.