Después de años trabajando en la idea, finalmente Eugenio Deoseffe pondrá en marcha su teatro ambulante
El titiritero tandilense presenta “La reveladera, un viaje des-refrigerado”, una obra en miniatura, itinerante y para un solo espectador a la vez. No solamente se plantea como un sueño cumplido, sino como una alternativa accesible y al alcance de todos para que no se reduzca el consumo cultural. Un balance de 2018 gratificante y un nuevo año lleno de proyectos para volver a volar.
Allá por fines de noviembre, el titiritero tandilense Eugenio Deoseffe dio conocer mediante redes sociales que, después de dedicar toda su vida a la escena, finalmente abriría su propio teatro. La noticia generó una catarata de buenos deseos, expresiones de sorpresa, apoyo de distintas partes del mundo y, sobre todo, mucho enigma. Dejando que ese misterio sobrevolara por un tiempo sobre sus seguidores, recién a los diez días descubrió más detalles. Su primer teatro definitivamente tomará forma y será en miniatura, itinerante, para un solo espectador a la vez y se estrenará el sábado 19 de enero en el Bajosuelo, de 19 a 21. “La Reveladera, un viaje des-refrigerado” es una microhistoria que tendrá como protagonista a Nishi, un pequeño cóndor que nace de un huevo que está en la heladera, rodeado por limones, aderezos y etcéteras. A partir de ahí suceden una serie de hechos que merecen ser observados. “Es una heladera con revelaciones”, tentó su creador.
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El formato dentro del cual se enmarca se llama “Lambe lambe”, que es una técnica que surgió como investigación de un grupo en Brasil en 1989 que hacía teatro bajo la capa de las viejas cámaras de fotos. Este tipo de animación se caracteriza por ser con pequeños muñecos y objetos que, están acompañados por un relato y/o música en audio dentro de una caja escénica. En esta ocasión, la muestra no tiene texto sino que es pura imagen, por lo que resulta una propuesta universal y dura aproximadamente seis minutos. Sin embargo, más que caja es una heladera de 1,30 metros por 60 cm por 40, totalmente plegable mediante un sistema de imanes y encastrables.
“Yo descubrí la técnica en un festival de Valparaíso, Chile, donde se convocaron cajas de todo el mundo y yo quedé fascinado de lo íntimo, lo breve y lo potente que es”, describió. En este tipo de escena, la gente hace fila para ver la obra y convoca tanto a chicos como a grandes, ya que a todos les despierta esa curiosidad de ver que pasa ahí dentro. Según Deoseffe, esto tiene una magia extra que siempre lo cautivó, por eso es que se pasó varios años trabajando en la idea que finalmente se pondrá en marcha en estos días.
“La idea es generar este teatro ambulante que lo pueda realizar en cualquier lugar”, contó. Además, debido a la situación que atraviesa el país, consideró que las familias lo primero que hacen es recortar el consumo cultural, entonces esta novedad se plantea como una alternativa para que el teatro siga siendo accesible y esté al alcance de todos.
Origen y destinos de una heladera ambulante
Después de varios meses viajando por ahí, el creador del proyecto volvió a Tandil en 2018 para disfrutar de la familia y los seres queridos. Al poco tiempo, comenzó a dar un curso sobre construcción de títeres de tamaño humano, pero ya rondaba en su cabeza la idea de implementar el “Lambe Lambe” en alguna propuesta y justo se encontró con que el actor, titiritero y docente Facundo Dipaola estaba dando un taller de esta técnica en la ciudad. “Los dos teníamos ganas de hacer lo que estaba enseñando el otro e hicimos como un intercambio”, compartió, destacando que eso le sirvió para organizar y estructurar el trabajo que después continuó solo.
Si bien al principio se imaginó que la historia suceda dentro de una antigua heladera Siam, apuntando a algo más realista, el consejo de una amiga suya que gira por todo el mundo con espectáculos de este tipo lo hizo rever la propuesta y buscar practicidad, sin dejar de lado lo estético.
Para lograrlo, el realizador de la obra y titiritero trabajó con la artista plástica Paz Pereyra Iraola y el ilustrador Andrés Llanezas. Todo está dispuesto de la forma más práctica y liviana posible, para que pueda ser llevado a cualquier lado.
La importancia de la liviandad y practicidad de la caja de “La Reveladera” ya tomó notabilidad el pasado fin de semana, ya que debutó en el Festival Infantil que se realizó en Necochea, al cual también llevó su clásica función de “Lupa, mundos para mirar de cerca”. Además, posiblemente también vaya a trasladarlo hasta el “Teatrazo” que se realiza próximamente en Puerto Madryn. Sin embargo, su comodidad para cargarla se notará principalmente en febrero, ya que el artista partirá por unos cuatro meses a Colombia por haber ganado el “Iberescena” para la coproducción colombo-argentina “El Canto Esencial”.
Ganó el niño interior
“El 2018 en lo laboral estuvo buenísimo”, celebró Eugenio Deoseffe, al contar que su obra “Martino Gomaespuma” resultó ganadora en el Premio Nacional de Títeres que se realiza cada dos años “Javier Villafañe” 2017/2018 como Mejor Unipersonal y Mejor Realización Multimedia. Además, fue distinguida en otros rubros como Actor, Dramaturgia y Musicalización.
Se trató de una puesta llevada adelante junco con Catalina Landivar allá por 2016, que los trascendió. En este sentido, los galardones son asimilados como un reconocimiento al apostar a hacer un teatro infantil distinto, donde consideraron al niño como un ser pensante, despierto, al que las emociones lo atraviesan. “Los chicos vienen cada vez más despiertos y fue hacerse cargo de eso, además de las ganas de generar espectáculos como para nuestros niños internos”, explicó, agregando que se metieron en un terreno un poco desconocido para lo que sería tradicional, pero que fue lo que justamente hizo que la obra sea reconocida.
El titiritero destacó que no ha sido fácil, ya que se consideran las obras de todo el país que han surgido durante esos dos años. “Más allá del mimo del premio, lo importante es poder mostrar y visibilizar lo que hacemos”, remarcó.
Un 2019 desplegando alas por Latinoamérica
Como ya se ha mencionado, el artista local ha sido seleccionado para ser parte de la co-producción colombo-argentina “El canto esencial”, que es básicamente una historia de pájaros que apunta a la latinoamericanidad. A raíz de Iberescena, un ente que selecciona un par de proyecto entre miles de todo el mundo, y los financia para que se puedan realizar, es que esta idea podrá ser llevada a cabo.
Se trata de una puesta que se pondrá en marcha entre cinco grupos, donde dos son de Colombia, dos de Argentina y otro que es combinado por Argentina y Venzuela.
Cada ave representa a distintos lugares del continente, trabajado desde el canto propio más allá de lo cultural o tradicionalista. “Latinoamérica es como un crisol, entonces vendríamos a hacernos cargo de todas las cosas que nos atraviesan”, explicó Deoseffe, quién lo calificó como un “proyecto hermoso”.
La realización de los pájaros se hará en Argentina y tienen alrededor de un mes para completarlos y en febrero partir hacia Colombia. Allí se ensayará, estrenará y harán un circuito por distintos festivales con la idea de traerla en algún momento a nuestro país.
Además en noviembre se irá para El Salvador, ya que participó de otro proyecto presentado para el Iberescena junto con “Tiempos Nuevos Teatro”, un grupo de allí.
Ellos trabajan en un pueblito llamado Chalatenango, desde donde según el titiritero “están revolucionando todo”, ya que a todos los chicos los pasan a buscar con un camión para que vayan a hacer teatro y a partir de ahí van descubriendo el mundo.
“Yo los conocí por un proyecto que hacen en las cárceles y como el Iberescena salió iré para allá”, indicando destino El Salvador, pero que además aprovechará para ir hacia México. “Voy a estar en Tandil también, pero volviendo a volar”, exclamó.