Después de 95 años cierra la tienda La Capital, un emblema comercial del centro de la ciudad
Los dueños decidieron ponerle punto final a la actividad comercial y adjudicaron su decisión al contexto económico. Las puertas de la tradicional tienda cerrarán a fin de mes, dejando a siete empleados sin su fuente de trabajo.
Una leyenda escrita sobre el blanco del vidrio anuncia: “liquidación final por cierre”. Eso es lo que puede leerse en la neurálgica esquina de San Martín y 9 de julio, sitio donde se encuentra la tradicional tienda La Capital, que durante 95 años formó parte de la vida comercial y cotidiana de los tandilenses.
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El Eco de Tandil se acercó a conversar con uno de los socios de la firma propietaria del negocio que formaba parte de una empresa familiar, Matías Castresana, quien confirmó que el 31 de marzo el local cerrará sus puertas definitivamente. “Era una decisión que veníamos manejando hacía tiempo, fue difícil pero todos saben cómo está la situación económica actual”, explicó.
La caída del consumo sumada a la presión impositiva hizo inviable el sostenimiento de la actividad, y ayer los siete empleados de la firma fueron notificados de la determinación. Por otra parte, están quienes adjudican el cierre al simple desinterés de los herederos de los fallecidos dueños para continuar con el negocio, más allá de la coyuntura económica.
“El consumo bajó mucho, los canales de venta y distribución cambiaron, se vende por internet, cambió la manera del consumidor de comprar, eso influye, también, las devaluaciones, los cambios de precios, es una realidad que afectó a todos los comercios, han cerrado una cantidad enorme de locales”, analizó Castresana.
“Liquidamos al 50 por ciento toda la mercadería, con todos los medios de pago, como un agradecimiento a la ciudad por tantos años de fidelidad”, informó Castresana. Y agregó un agradecimiento especial a Alfredo Maidana, que estuvo 40 años al frente del negocio, “él fue responsable de que nos mantengamos tanto tiempo”, dijo.
Durante la jornada, se pudo apreciar el incesante flujo de gente que hacía largas colas -inclusive en la vereda- para adquirir los productos a la mitad de precio.
El fin de una era
Consultado acerca de la posibilidad de que haya un cambio de firma, fue categórico al afirmar que eso no sucederá y que el espacio será puesto en alquiler, por decisión de los titulares del inmueble, que quizás obtendrían mayor rédito económico de otro modo.
“El local pertenece a un familiar, son dueños que también toman decisiones y evalúan negocios y posibilidades. La verdad, si hubiéramos tenido que pagar el valor de alquiler del mercado tendríamos que haber cerrado hace 10 años, se puede ir manteniendo pero llega un momento que no da para más”, justificó.
El empresario, que es socio del negocio junto a un primo, expuso que la estructura de costos que implica solventar un comercio complicó el escenario. “Tenemos a los trabajadores registrados como corresponde, pagamos las cargas y gravámenes, pero no es justo y no es igualitario para todos”, sentenció el hombre.
Asimismo, recalcó los años de bonanza que la tienda tuvo en el pasado y refirió que “nosotros no nos podíamos quejar, teníamos buenas ventas, pero en los últimos años se volvió insostenible. Llegamos a tener quince empleados, ahora tenemos siete, eso te da la pauta de cómo mermó la venta”.
El dueño, que reside en la Ciudad de Buenos Aires, se sorprendió por la repercusión que el cierre del local generó en Tandil, debido a que La Capital es una de las tiendas que está inserta en el imaginario colectivo de la sociedad.
“Sé lo que significaba para la ciudad, también la nostalgia, la angustia y la tristeza que representa esto”, aseveró.