Desmantelan la planta de Metalúrgica Tandil y trasladan la chatarra hacia Mar del Plata
El desguace de la colosal fábrica está en marcha. Está a cargo de una firma marplatense que comercializará la chatarra. Estiman que los trabajados se extenderán hasta fin de año, de acuerdo a los plazos que contempla el plan de remediación y desmonte. Una vez que la planta quede liberada, el OPDS evaluará los análisis sobre el suelo, agua y aire.
El emblema de la fundición y la industria metalmecánica tandilense se desarma como un mecano. Hierros, estructuras y chapas se cortan, se acopian y salen en camiones, con destino a Mar del Plata. La barriada observa la aturdidora escena, en la que comienzan a sucumbir los vestigios de un gigante de la producción local. El ir y venir de vehículos y obreros es incesante, pero esta vez se trata de la señal inequívoca y fáctica del anunciado final.
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Los responsables de Metalúrgica Tandil, que pertenece a la firma Renault, presentaron ante el Municipio un plan de remediación y desmonte de la planta, que ya está en marcha. El objetivo es que para 2020 sólo queden las naves, con muros y techos, para iniciar los trámites del cierre definitivo de la industria autopartista.
Las tareas de desguace comenzaron hace una semana, en la fábrica ubicada sobre Figueroa al 500. Están a cargo de la empresa marplatense Depósito Juncal, dedicada a la compra y venta de chatarra. Además, esa firma subcontrató a Integración Logística SRL, de Olavarría, y a la local Edgardo Vázquez, para procedimientos puntuales que requieran de grúas.
En el interior de la fábrica trabajan unos 15 operarios, entre el grupo olavarriense y el de la chatarrera. Con recaudos extremos, desarman las estructuras por sectores, muelen los hierros con soplete o a máquina y bajan las piezas con un celo quirúrgico. La principal premisa es no tocar el techo de chapas fibrocemento, que están cubiertas por amianto, un material sumamente contaminante para el medioambiente y cancerígeno para las personas.
Desarmar el interior de ese coloso demandará unos cinco meses. Apostado en Tandil, el grupo de Olavarría trabaja de lunes a viernes, en jornadas de 10 horas. El responsable recibió indicaciones precisas sobre las estructuras que van a desguace y las que deben preservar porque se vendieron o aún podrían conservar algún valor.
En esta etapa, el objetivo es dejar las naves absolutamente libres para que, en una segunda etapa, otra empresa se encargue de desarmar los galpones, talleres, oficinas, dependencias, es decir, los sectores construidos de la icónica planta.
Ahora, la labor es absolutamente artesanal. Cortan los fierros y los bajan hasta el piso para luego cargarlos en camiones. En este momento, avanzan en el sector de noyería y en las líneas de hornos, aunque lo que resta por hacer es inconmensurable.
La grúa
Ayer por la mañana, desde las 8.30 y hasta el mediodía, una grúa Grove de la firma Edgardo Vázquez trabajó en Figueroa entre Pizzorno y Dinamarca. Le encomendaron retirar la enorme estructura de una noria. La cuadra permaneció cortada al tránsito para facilitar el operativo.
El brazo ingresó por el frente de la fábrica. Desde el interior, personal de Integración Logística SRL enganchó los enormes fierros que, lentamente, sortearon el muro recortado de la fachada y descendieron hasta la vereda.
Luego, con autógenas, los operarios redujeron la enorme pieza que se utilizaba para transportar la arena en el sector de la noyería, donde se producían los moldes para la fundición de piezas.
Subasta y chatarra
En marzo, se realizó una importante subasta, a través del sitio de internet Global Remates, donde salió a la venta herramental de la fábrica tandilense. En esa ocasión se vendieron hornos del sector fusión, aparejos, balanzas, noyeras, cintas transportadoras, puentes grúas, plumas, grupos electrógenos, tolvas, máquinas de prensado, molinos, zarandas, cabinas de pintado, sistema de transporte de cajas vacías, cuñas hidráulicas, una mesa giratoria y tambor de piezas, granalladoras, sierras, discos, moldeadoras, sistemas de aspiración, entre otra maquinaria de los sectores de fusión, noyería, prerebabado y rebabado.
El desmonte de estas grandes máquinas corría por cuenta del comprador, “respetando las directivas y normas de seguridad establecidas por la empresa vendedora”, de acuerdo a la aclaración del rematador.
En esa instancia también salieron a la venta herramientas de menor porte, elementos del laboratorio y el equipamiento del comedor, además de palas, retroexcavodoras y clarks.
A partir de esa primera acción, se desocupó el herramental más valioso para dar lugar al desmantelamiento de estructuras de hierro de gran porte que se transformarán en chatarra.
El cierre definitivo
Una vez que libere las instalaciones, Renault deberá tramitar el cierre definitivo ante el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS), con sede central en La Plata.
Cuando inicie el trámite administrativo, la empresa de capitales franceses deberá presentar los resultados de los análisis de suelo, agua y aire. En tanto, el OPDS estudiará los resultados y realizará un relevamiento con miras a que no queden elementos contaminantes en la antigua fábrica.
Desde la sede regional del OPDS, con asiento en Tandil, a fines de mayo concretaron la última inspección en la fábrica. En estas visitas, los ingenieros detectan sustancias tóxicas, como químicos, toman vista, las rotulan e indican la deposición final. Luego, los responsables de la fábrica deben presentar la documentación que acredita que completaron el procedimiento indicado para la eliminación del material contaminante.