Los gastronómicos se rebelaron contra las restricciones y se reportaron infracciones
Tal cual lo habían anunciado, ayer abrieron las puertas con clientes en el interior y aforo del 30 por ciento. El Municipio labró notificaciones por la mañana. Por la noche, los controles fueron más estrictos y se reportaron infracciones a cuatro comercios. La situación más tensa se vivió en el local de Yrigoyen y San Martín, donde los clientes levantaron sus voces en defensa del trabajo.
Tal como lo habían anunciado, ayer los gastronómicos se rebelaron contra las restricciones vigentes en la Fase 2 y abrieron sus puertas con clientes dentro de los locales, con aforo del 30 por ciento. Si bien habían anunciado que abrirían las puertas hasta las 23, muchos decidieron cerrar antes por temor a que las infracciones fueran más duras, considerando las limitaciones que establece el DNU para circular después de las 20. Empero, al cierre de esta edición, desde la comuna se reportó que se corroboró la actividad en cuatro comercios, los cuales fueron sancionados.
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Según pudo conocer este Diario, unos siete establecimientos decidieron mantener en pie el acuerdo que habían sellado desde el lunes, de mantener abierto hasta las 23. Fue así que pasadas las 20, recibieron la visita de inspectores del Municipio, acompañados por la Policía. En todos los locales había gente cenando en el interior, en una clara señal del respaldo de los clientes al sector.
En ese marco, el momento de mayor tensión se vivió en el local ubicado en Yrigoyen y San Martín, cuando ingresaron dos inspectores y dos policías, con un patrullero que aguardaba sobre la calle. El negocio estaba funcionando al 30 por ciento de su capacidad, como habían consensuado en las charlas coordinadas por la Asociación de Hoteles, Bares, Restaurantes y Afines.
Al observar la situación, los clientes empezaron a aplaudir y a reclamarles a los funcionarios públicos que dejaran trabajar, en clara señal de disconformidad con la actitud asumida por el Municipio y la Provincia. Incluso, las imágenes se replicaron en las redes sociales, ya que uno de los comensales filmó con su teléfono y realizó un posteo en Facebook que se viralizó rápidamente.
Pasado ese momento, los clientes lamentaron que el área de Inspección del Municipio labró el acta de infracción, al igual que ocurrió en otros tres comercios ubicados en la zona del centro.
Hasta anoche, minutos antes de las 23, desde los comercios infraccionados adelantaron que volverán a abrir las puertas hoy, como habían acordado con sus colegas. Además, señalaron la respuesta de los tandilenses que, con apego a los protocolos, ingresaron a los locales, algunos con reserva previa y otros al observar que había mesas ocupadas.
La normativa vigente
Cabe consignar que el mal clima y el contexto no fueron excusas para el público, que acompañó la apertura y se volcó a estos espacios. Así, durante toda la jornada en la zona céntrica pudo observarse que había parroquianos sentados dentro de los bares y cafés disfrutando de un desayuno, de una bebida caliente, o de un almuerzo. La húmeda y gris jornada, además, potenció las intenciones de guarecerse, dejando de lado las mesas ubicadas en el exterior.
Frente a ello, es importante señalar que hasta mañana inclusive rigen los decretos nacionales y provinciales en el marco de la Fase 2, que limitan el horario de funcionamiento general autorizado de comercios y servicios de 6 a 19, incluyendo los del rubro gastronómico, bares y restaurantes en espacios al aire libre. No obstante, la modalidad de delivery puede extenderse hasta las 23. En tanto, la circulación está limitada entre las 20 y las 6.
Pero todavía falta saber qué medidas adoptará el Gobierno en pos de prolongar el esquema de restricciones o conceder mayores flexibilidades y permisos según el panorama epidemiológico.
Desafiando la legislación y preocupados por el sostenimiento de la actividad, los gastronómicos decidieron permitir el acceso de personas en el interior -y habían advertido previamente la extensión del horario de funcionamiento hasta las 23- como una estrategia de supervivencia en medio de las circunstancias que los rodean. De forma casi unánime, los locales se plegaron a la iniciativa y sostuvieron un frente común en medio de la polémica.
El movimiento durante el día
Durante el día, los gastronómicos trabajaron con clientes en su interior y hubo una buena aceptación de la gente, que aprovechó para disfrutar de las confiterías y restaurantes, sobre todo teniendo en cuenta las adversas condiciones climáticas de la jornada de ayer, que hubieran impedido prácticamente que la gente se sentara afuera.
Ante este escenario, el Ejecutivo procedió con cautela y no salió directamente a infraccionar a los negocios del sector, sino que se realizó “notificaciones” para advertir sobre las eventuales consecuencias. Hasta las 20, se realizaron 26 advertencias.
“Se hicieron los controles habituales y en aquellos casos en los que se encontró alguna irregularidad se dejó una notificación, eso sigue su curso y puede derivar después en una infracción”, explicaron las autoridades comunales.
Gastronómicos consultados por El Eco de Tandil expresaron su intención de continuar abriendo porque aún si los infraccionaran, peor aún es seguir sin trabajar, situación que no se “aguanta más”.
Además, destacaron el cumplimiento de los protocolos implementados para cuidar a sus clientes.
Los controles por la noche
Después de las 20 los controles se tornaron mucho más estrictos, ya que el Municipio salió a las calles con apoyo de efectivos policiales para impedir que los comercios estuvieran abiertos en el horario en el que el DNU prohíbe la circulación.
Si bien se encontraron con muchos comercios cerrados, ya que dueños de cervecerías y restaurantes cedieron por temor a las represalias, los locales que sí se encontraban abiertos recibieron la visita de efectivos policiales que se acercaron a advertirles que si no cerraban las puertas los iban a clausurar en forma inminente y les recaerían multas importantes. Ante tal situación, unos pocos optaron por permanecer abiertos y con atención al público.
Al cierre de esta edición, el Municipio continuaba con los controles, en conjunto con la Policía, y estaba firme la decisión de clausurar en caso de encontrar alguno abierto. Finalmente, se confirmó que al menos cuatro locales que mantuvieron la postura de abrir fueron infraccionados.
Empresarios al límite
El empresario Franco Cabrera, propietario de restaurantes, en comunicación con el ciclo radial “Cosas que pasan” (104.1 Tandil FM) fue muy directo y remarcó que “no pueden más”.
“Lo tendríamos que haber hecho antes, agotamos todas las instancias de diálogo pero hoy (por ayer) es 9 y hay que pagar sueldos, alquileres, eso sigue corriendo”, describió.
Aunque los representantes del rubro tienen alguna expectativa puesta en los pedidos que se hicieron desde el Concejo y la comuna para flexibilizar algunas cuestiones vinculadas a la apertura de estos espacios, Cabrera consideró que el DNU vigente “saca todos los derechos y deja todas las obligaciones”.
Al respecto, detalló que “no somos rebeldes sin causa, somos responsables ante nuestros empleados y las obligaciones contraídas”.
En este sentido, Cabrera reparó que durante el año pasado hubo ciertos resguardos para aliviar la parálisis, como por ejemplo, alquileres congelados, prohibición de desalojos y ayudas económicas estatales, pero ahora la situación es distinta.
“La ayuda estatal es mínima y entonces, algo tenemos que hacer. Abrimos con protocolos, cuidando a la gente, respetando el aforo, obvio que no vamos a atentar contra la salud pública, pero tenemos derecho a trabajar”, expuso.