Desde otro paradigma, proponen castrar 15 mil animales por año para controlar la fauna urbana
La meta se debería cumplir en tres años. La propuesta la presentaron el Movimiento Activista Animal y la Protectora de Animales Tandil, que tuvieron una reunión con concejales. Sostuvieron que la Dirección de Bromatología tiene los recursos humanos para lograr el control de la sobrepoblación de la fauna urbana. Se deberían castrar 65 animales por día, cuando en pandemia ese número alcanza los 10 y en tiempos normales llega a 30. Además, rechazaron las modificaciones a la ordenanza vigente, porque es “letra muerta”.
La Comisión de Salud del Concejo Deliberante recibió, de manera virtual, a integrantes del Movimiento Activista Animal. La ONG, junto a la Protectora de Animales de Tandil (PAT), propone avanzar con un plan intensivo de castraciones para controlar la fauna urbana, un problema que cada vez se hace más evidente en la ciudad, con múltiples consecuencias de diversa gravedad.
Recibí las noticias en tu email
En ese sentido, la semana pasada la ciudad fue testigo de una tragedia vial, con la muerte de un motociclista que perdió el control de su vehículo ante el ataque de perros sueltos. Leandro Gini, de 38 años, fue víctima del accidente ocurrido en Basílico al 1600, en Villa Aguirre, tras el cual falleció en el Hospital. Como otro caso grave, cabe recordar que en diciembre de 2018, Inés Elba Marohnich, de 62 años, murió luego de que la atacara un dogo, en el patio de su casa.
Entre estos dos casos extremos, la comunidad ha padecido diversos problemas por animales sueltos, desde personas heridas por mordeduras, motociclistas que han caído de sus rodados, molestias por manadas que se congregan en distintos barrios, etc.
En vías de abandonar el plano de las críticas y avanzar con propuestas que aporten una solución concreta ante la cantidad de animales que hay en el partido –Bromatología había informado el relevamiento de unos 7 mil perros sueltos-, el Movimiento Activista y PAT elevaron una nota y copia de un proyecto a todos los bloques políticos del Concejo Deliberante y al intendente Miguel Lunghi.
En respuesta a la iniciativa, consiguieron una reunión virtual con la Comisión de Salud, que fue encabezada por el presidente Luciano Grasso, con la participación de los ediles Andrés Mestralet, Maridé Condino, Silvia Nosei y Sofía López de Armentia. Por parte del Movimiento Activista Animal, expusieron Ezequiel Escudero y Santiago Romay, ya que los referentes de PAT no pudieron ingresar a Zoom por cuestiones técnicas.
En sintonía
En diálogo con este Diario, el presidente del Movimiento Activista Animal, Ezequiel Escudero, explicó que las dos organizaciones “estamos coincidiendo respecto de cuáles son los pasos a seguir y cuál es el diagnóstico de la situación actual de la fauna urbana”.
Agregó que ambas forman parte de la Mesa Animalista Provincial, que está trabajando de manera articulada con todos los municipios que no cuentan con un programa de control de la sobrepoblación, con el objetivo de avanzar en conjunto para contribuir con el armado de la documentación a presentar, en función de la realidad de cada localidad.
“Todo este tema del equilibrio poblacional y el modelo de ordenanza viene con una línea que tiene una visión provincial y que en algún punto, también se pretende en breve hacer una presentación vía Gobernación para que esta cuestión venga desde arriba”, precisó.
La legislación
Un debate se cierne sobre el enfoque para el control de la fauna urbana que habita en las calles del partido. “Suceden dos cuestiones que se están dando en simultáneo. Primero, se está reuniendo una subcomisión dentro de Copecos (Comisión Permanente de Control y Seguimiento de la Ordenanza 7.028), donde se está tratando de analizar aspectos a reformar de la ordenanza madre”, explicó Escudero.
A partir de esa movida, las dos ONGs entraron en “alerta” por las complejidades que encierra la sobrepoblación de perros y gatos. “En la década del 90, de hecho la Ordenanza 7.028 es del 96, las normativas municipales de varias comunas de la provincia de Buenos Aires empezaron a basarse en las teorías bienestaristas y de tenencia responsable. Eso no solamente hoy ha demostrado que ha sido un fracaso, sino que desde el vamos, la sola mención de la tenencia responsable corría el eje de responsabilidades de Estado y lo volcaba, con mayor profundidad a medida que pasaron más de 20 años, hacia las personas”, analizó.
Al detectar la intención de modificar la norma existente, “llegamos a la conclusión de que no solamente la ordenanza no se cumplía, sino que encima ahora se pretendía reformularla”, lo que derivó en trabajar en el proyecto que ya está a disposición del Concejo.
“Estamos planteando que hay que cambiar la perspectiva de ese tipo de ordenanza que pone al Estado en un lugar que no es el que corresponde. Nosotros hacemos un llamamiento, a través de la presentación, a que se respete la Ley Provincial 13.879 de 2008, que dice que los municipios deben adquirir como método de control ético poblacional las esterilizaciones masivas. Ese es el punto central”, anticipó el referente del Movimiento.
La propuesta incluye un manual de procedimiento para lograr el equilibrio de la población, que explica desde cuántos animales se deben castrar en las áreas rural y urbana, en función de lineamientos de la Organización Mundial de la Salud, de la Organización Panamericana de la Salud y de las organizaciones que trabajan en red en la Argentina.
“Tandil tiene veterinarios de
sobra en Bromatología y Zoonosis”
En cuanto a las posibilidades de implementar estas políticas en Tandil, Ezequiel Escudero advirtió que “la buena noticia acá, en términos presupuestarios, de asignación de recursos no solamente humanos sino económicos y financieros, es que no hay que tocar nada de lo que está. Tandil tiene veterinarios de sobra en el área de Bromatología y Zoonosis”.
Por caso, citó a Almirante Brown, un municipio “modelo” ya que fue “pionero” y hace 20 años aplica este tipo de programas. Esa localidad bonaerense tiene unos 600 mil habitantes. Allí esterilizan y castran 30 mil animales por año, a partir del trabajo de cuatro veterinarios. Como contrapartida, informó que Tandil tiene 7 veterinarios en Bromatología.
“La cuestión acá es que Tandil tiene unos 150 mil habitantes, como perspectiva del próximo censo. La OMS y la OPS, para esta región, determinan que en las ciudades que tienen más de 10 mil habitantes, la relación persona-animal doméstico, es decir perro o gato, es de dos a uno, donde hay dos personas hay un perro o un gato. Con lo cual en Tandil habría 75 mil animales”, estimó.
Por eso, infirió que “la población a intervenir, es decir quienes tendrían que ser esterilizados o castrados de esos 75 mil, es el 20 por ciento, de manera intensiva durante dos años, con un margen de error de un año más. Entonces, en tres años se debería lograr el control ético poblacional de la fauna urbana, es decir, el equilibrio, que quiere decir que no existan excedentes de animales, tanto de perros y gatos, como capacidad de la comuna para absorberlos, y que nada de eso se sature. Esto, claramente, no pasa”.
Agregó que superado ese shock de tres años de intervenciones (15 mil por año), habría que castrar el 10 por ciento de la población por año. Por caso, en 2019 el Municipio realizó 4.878 castraciones, menos del 30 por ciento de las que se requerirían.
El referente de la ONG precisó que Tandil debería castrar 65 animales por día, en pandemia se operan 10 y antes de la pandemia eran 30. A más datos, sumó que en la última década se castraron unos 33.700 perros y gatos.
Crecimiento exponencial
Como contrapartida, marcó que en 10 años una gata genera más de 500 mil crías, por lo que estimó que “en un par de años, va a ser un problemón gigante en Tandil”. También dijo que en el mismo lapso de tiempo, una perra produce más de 50 mil descendencias.
“Entonces, cuando no se controla debidamente el ritmo de la campaña de castraciones, que sea abarcativa, no arancelada, extensiva, que no se necesite una certificación de pobreza para acceder al servicio, que sea perdurable durante todo el año, que tenga capacidad de absorber el grado de deserción de la gente que saca el turno para que inmediatamente se ocupe con otro animal, siempre se va a estar hablando del mismo problema, con el agravante de que el número de animales cada vez va a saturar más a la comuna para absorberlos”, sostuvo.
En tanto, afirmó que cuando comenzó este debate, en los 90, la relación persona animal era de 4 a 1 y ahora es de 2 a 1. “Es una locura. Si lo vemos en términos exponenciales, es exageradamente peligroso seguir no atendiendo a este tipo de situaciones”, alertó.
En esa línea, reparó en que “Tandil es un municipio no eutanásico, eso es una buena noticia. En algún momento vamos a escuchar la voz de alguien que va a decir ‘que vuelva la perrera’, que es el exterminio masivo de animales. A los municipios que dejaron de ser eutanásicos les quedó esa vieja concepción de la perrera. Vamos a terminar ahí. Cuando lleguen a ese punto, y espero que no, nuestro único consuelo será decir que acercamos un montón de veces las formas para que esto deje de ser un problema”.
Las proteccionistas “tienen
que hacer una autocrítica”
“Lo que hicimos fue adecuar realidades exitosas a la nuestra, en términos de números, estadísticas y formas de proceder”, precisó Ezequiel Escudero en cuanto a la iniciativa y agregó que la ordenanza que se pretende reformar “no sirve”, amén de ser violatoria de la Ley Provincial 13.879.
Consideró que “el Municipio no reconoce como una problemática a la fauna urbana doméstica, lo cual es una locura” y reparó en que “el tema central acá es no correr la discusión de lo que tiene que ver con el rediseño de políticas públicas”.
En esa línea, hoy detecta “falta de voluntad política y de presencia del Estado, que es lo que se quiere ocultar a partir de todas estas cuestiones de involucramiento de otros actores, que no solamente no debieran estar sentados en la mesa de discusión de las políticas públicas sino que terminan no contribuyendo a resolver los problemas”.
Advirtió que es “facultad y atributo del Estado” fijar políticas públicas para controlar la fauna urbana, pero además es “indelegable e intransferible” a las organizaciones proteccionistas, ni a los particulares, por más voluntad que tengan de contribuir al rescate de animales.
“Hemos naturalizado tanto esta cuestión, que si vemos el termómetro de las redes sociales, por ejemplo, cuando aparece una perra con veinte cachorros tirada en la ruta, la comuna lo primero que dice es dónde están las proteccionistas que no se hacen cargo de los perros. Es una locura por donde se mire. También tienen un altísimo nivel de responsabilidad, dentro de esa denominación que tienen las autoconvocadas del ámbito del proteccionismo que nada contribuyen en todo este proceso a resolver la cuestión”, afirmó.
Expuso que hay una situación de causa efecto que nunca se resolverá actuando sobre las consecuencias. “Si no se hace un shock de intervención del Estado, drástico y efectivo durante tres años, esta situación no se va a terminar más”, vaticinó.
Manifestó que “nosotros realmente, de manera genuina, venimos a querer cambiar las cosas. Lo que estamos planteando es que cualquier proteccionista que hoy dice ‘hace 10 años que hago esto’, tiene que hacer una autocrítica y darse cuenta de que hace 10, 15 ó 20 años que las cosas se están haciendo mal”.
La Ordenanza 7.028
es “letra muerta”
En principio, Ezequiel Escudero expuso que el presidente de la Comisión de Salud Luciano Grasso planteó que Copecos está trabajando en el proceso de reforma de las ordenanzas, pero “no vamos a poder encauzar la cuestión desde una letra muerta, primero porque no se cumple”.
Además, evaluó que el concepto de tenencia responsable ya no se utiliza porque refiere al animal como una cosa, tampoco se usa más el término mascota que asimila al animal con un juguete y ahora se los denomina convivientes. “Más allá de eso, lo que hay que plantear acá es que no podemos reencausar esta cuestión si venimos con ese tipo de ordenanza que todo lo que ha hecho es contribuir a que esto sea llanamente un desastre”, concluyó.
Por el contrario, definió que “lo que planteamos es disruptivo, venimos a proponer algo que está en manos de la comisión trasladarlo al ámbito que fuere, porque el Sistema Integrado de Salud también contempla al área de Bromatología y Zoonosis. Nosotros planteamos que la salud es una sola, por eso lo hacemos en un escenario de excepcionalidad y de pandemia, porque entendemos que esto va a ser un problema todavía mayor el día después de mañana, y la realidad es que esperamos que los concejales hagan un mea culpa de esto y se empiecen a informar más de esta cuestión”.
Por último, Escudero se deslindó de cualquier interés político o partidario, al señalar que “el tema pasa por resolver” y reivindicó el diálogo con todos los bloques antes de realizar la presentación.