Desde Medioambiente señalaron que hay que reforzar la educación ambiental y cambiar la cultura de consumo
El titular de esa dirección municipal, Héctor Creparula, admitió que hay un movimiento interesante con respecto a los residuos, pero que hay cuestiones como el arbolado urbano que necesita un debate urgente. Sostuvo que el camino no es el que se está tomando, sino que hay que educar desde las bases, tratando de modificar costumbres y generar menos deshechos. Celebró la separación de residuos, y que algunos terminen siendo materiales recuperados.
Hoy se celebra en todo el mundo el día de la Educación Ambiental, y en este marco, el titular de la Dirección de Medioambiente de la Municipalidad de Tandil, Héctor Creparula, analizó que es necesario reforzar esta enseñanza tanto en las escuelas como en la sociedad.
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Si bien destacó que hay impulsos de profesores que en ciertas materias afines desarrollan algunas prácticas, incluso algunos lo hacen relacionados con los Puntos Limpios, no hay asignaturas específicas en los establecimientos educativos de la ciudad.
Por otra parte, a nivel sociedad admitió que está habiendo un movimiento más interesante, principalmente vinculado al reciclaje, sobre todo teniendo en cuenta que está surgiendo sin que sea urgente. Con esto apuntó que en lugares donde el recurso agua es escaso, por ejemplo, el cuidado está mucho más instalado y “es fantástico”.
“Creo que en realidad todo tiene que ver con la cuestión de cómo estamos consumiendo y cómo deberíamos empezar a hacerlo, ya que en base a lo que usas es lo que luego generas de residuo”, analizó, refiriéndose a que se accede constantemente a productos que tienen un envoltorio que no se recicla. Entonces, puntualizó que hay que cambiar culturalmente cuál es la responsabilidad de cada uno con los residuos. En este sentido identificó que hay un montón de gente que quiere hacer algún cambio, pero recién se está arrancando y es algo que lleva tiempo.
En ese marco, recordó que desde que inició la cartera en 2003 hasta ahora, siempre han tenido una programación activa relacionada con educación ambiental. Asimismo, desde que se implementaron los Puntos Limpios se han enfocado específicamente a residuos, invitando a cualquier escuela, terciario o universitario del partido de Tandil que se acerquen a realizar una visita guiada. “Es una buena salida para los chicos, porque pueden ver in situ cómo es el circuito del residuo, con bajada técnica asegún el nivel educativo”, incentivó.
Cabe destacar que el promedio de visitas es de 1200 alumnos por año. “Y si la escuela no puede ir, nosotros nos acercamos a cualquier establecimiento de la ciudad, rural o de cualquiera de las localidades del partido”, aseguró.
Este no es el camino
“Hay que empezar educando y lo que hay que hacer de manera urgente es poner en los niveles educativos toda lo referido a la temática ambiental”, aseveró.
Si bien es cierto que para lograrlo se necesita cierto desarrollo, Creparula indicó que ya no alcanza con eso, porque para el resto de la sociedad el momento de actuar es ahora. Mientras que sostuvo que a los chicos les va a tocar en el futuro otro panorama con otro escenario, aunque probablemente haya cuestiones que tengan que ver con falta de algunos recursos y se tendrán que adaptar de otra manera.
“Estaría bueno poder enseñarles cuál debería ser el camino, que no es el que estamos transitando nosotros, claramente”, advirtió, y cercioró que el discurso no siempre se condice con el accionar. Por eso es que hizo hincapié en que quizás no es tan necesario mostrarle a los menores que hay un relleno sanitario, sino guiarlos hacia un consumo más responsable, que genere menos deshechos.
“Creo que a la currícula educativa le hacen falta más especificaciones, pero considero más importante que cada uno en su casa debe poner en manifiesto la práctica”, insistió, exhortando a que hay que “atacar” desde los dos lados.
A colación, celebró que ya existan tres barrios que realizan la modalidad de Punto Limpio itinerante, que se juntaron para darle un sentido a la solución de los residuos. “Ahí si hay niños que están viendo que se puede vivir tranquilamente separando la basura”, dijo agregando que mucho de lo que la gente descarta es un recurso para otro.
En este sentido, también apuntó contra aquellos que tiran sus deshechos en cualquier lado. “No va más que un vecino vaya y tire sus bolsas con residuos en circunvalación o en cualquier calle, no puede venir una sola persona y arruinarnos a todos porque existe un sistema que le da la opción de tener donde dejarla, tiene que pagar una multa”, dijo con indignación.
Reducir, reciclar, reutilizar
Con respecto a la necesidad de contraer cada vez más la cantidad de residuos que genera una casa, llevó de la mano la importancia de separar esa basura, ya que en muchos casos la misma puede convertirse en material para otros.
Así detalló que hay casos, como el emprendimiento Harta Pacha, donde se acercan a buscar lonas de pileta, telas de reposera, paraguas y otros para llevar a cabo su producción de artículos hechos con materia prima recuperada. “Es importante que los vecinos entiendan que esas eran cosas que antes se tiraban y cuánto más cómodo o limpio se deje el material, más fácil lo obtiene el otro”, explicó.
Asimismo, contó que como centro de logística de residuos, desde Punto Limpio también están trabajando en procesar el telgopor y los electrónicos.
En el primer caso, reveló que se trata de un material que no se compacta, no se prensa, entonces al no tener un segundo uso se tira. Por eso, a través de una idea de la ONG Punto Verde empezaron a hacer una molienda del mismo y ahora esas pelotitas de telgopor están siendo utilizadas para diferentes proyectos, como el relleno de sillones, puff y almohadones. Además, contó que están embarcados en el estudio para el desarrollo de ladrillos con la Cooperativa Pachacamac, a la vez que están intentando colocar en la industria de la construcción el material molido. “Es un buen material para reutilizar, pero hay que encontrarle el uso”, calificó.
Por otro lado, con respecto a los elementos electrónicos contó que reciben todo tipo de artefacto, funcione o no, y con esos trabajan con la Facultad de Ciencias Exactas de la Unicen mediante el programa “Reto”, la gente de Desarrollo Social de la Municipalidad y con chicos de la Escuela Técnica 2 y de la Escuela San Antonio, que hacen prácticas profesionalizantes.
“Por año estamos recuperando casi cinco computadoras y van a parar al sistema educativo en general o a cualquier institución que lo necesite”, reveló.
Faltan árboles en las calles
Aunque señaló que cada vez hay más urgencia, destacó la necesidad de sentarse a discutir qué es lo realmente importante a nivel local, ya que se trata de una temática muy amplia que puede abarcar desde la separación de residuos, la contaminación sonora o ambiental, hasta la deforestación y la escasez de recursos, entre otros.
Al respecto, analizó que la cuestión de deshechos tiene solución actualmente, que aunque no es la mejor, está lejos de ser la peor. “No estamos en una situación de colapso”, determinó.
Sin embargo, una de las cuestiones por la que sí se mostró preocupado, fue por la disminución en la cantidad de árboles que nota en las veredas de Tandil. Consideró que es un problema que se discute poco y que personas que debaten sobre asuntos ambientales, no tienen un árbol en la puerta de su casa y no lo toma como un inconveniente. Así, haciendo autocrítica, indicó que si se mira a otros municipios tienen un desarrollo de arbolado muy superior a éste, aunque aquí se destaquen los espacios verdes.
“Estamos obviando un tema como si fuera menor, en un contexto en que el propio clima te va mostrando sus cambios, donde cada vez hace más calor y llueve más intensamente”, evaluó, remarcando que a priori lo que hay que tener en cuenta es que las personas asfaltaron, se instalaron y desarrollaron toda una ciudad en lugares donde ante el agua caía. “Pero el agua va a seguir cayendo y a algún lado tiene que ir, culminó.